Los socialistas quieren recargar el IRTP desde 750.000 pesetas de renta

La Comisión de Economía y Hacienda del Congreso aprobó anoche una serie de medidas que, en la práctica, pueden constituir una semi-amnistía fiscal para aquellos que regularicen su situación tributaria en el primer trimestre del año próximo, de forma que no se les sancione por irregularidades anteriores. Por otra parte, ayer se produjo un extenso debate en torno al recargo del IRTP (impuesto sobre el trabajo personal) para personas que sobrepasen dos millones de pesetas anuales de renta -los socialistas quieren que esa cifra se reduzca a 750.000-, mientras fue rechazada la pretensión, también s...

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La Comisión de Economía y Hacienda del Congreso aprobó anoche una serie de medidas que, en la práctica, pueden constituir una semi-amnistía fiscal para aquellos que regularicen su situación tributaria en el primer trimestre del año próximo, de forma que no se les sancione por irregularidades anteriores. Por otra parte, ayer se produjo un extenso debate en torno al recargo del IRTP (impuesto sobre el trabajo personal) para personas que sobrepasen dos millones de pesetas anuales de renta -los socialistas quieren que esa cifra se reduzca a 750.000-, mientras fue rechazada la pretensión, también socialista, de cargarla mano en el impuesto de lujo para joyas, piedras preciosas y otros bienes de este tipo.

En su estudio del proyecto de ley sobre medidas urgentes de reforma fiscal, la comisión abordó ayer, en primer lugar, los tipos de gravamen que van a ser aplicados al impuesto sobre el patrimonio, creado en días anteriores. En este tema, ha quedado establecida la siguiente escala de tipos impositivos:El patrimonio exento se ha elevado a cuatro millones de Pesetas. En caso de matrimonio, el tope exento se fija en seis millones. Por otra parte, por cada hijo menor de veinticinco años, se reducirán 500.000 pesetas de la base imponible y un millón por cada hijo invidente, gran mutilado, gran inválido o subnormal.

Si los artículos referentes al patrimonio no fueron, apenas, objeto de controversia, el primero de los que figuraban en el capítulo de rentas del trabajo personal (número trece del proyecto de ley) originó amplia discusión, en torno al recargo del IRTP. El proyecto prevé la elevación de este impuesto en un 5%, para rentas superiores a los dos millones de pesetas, mientras los socialistas piden que el recargo sea cobrado a partir de 750.000 pesetas de renta, y en lugar de que el aumento sea del 5 % para todos, solicita incrementos progresivos. Paralelamente, la misma en mienda del PSOE contiene un párrafo en el que se pide la eleva ción del mínimo exento de este impuesto a 2 10.000 pesetas.

Enrique Barón defendió las posiciones socialistas. Después de citar las estadísticas oficiales, según las cuales sólo 29.000 ciudadanos ganan más de dos millo nes de pesetas -«todos sabemos que esto es completamente falso», afirmó-, dijo que «desde 750.000 pesetas de renta anual, deben establecerse recargos progresivos, mientras que hay que elevar el mínimo exento a 210.000 pesetas; éste es el importe del salario mínimo, y consideramos inaceptable la aplicación del IRTP a las personas que sólo cobran esa cantidad».

En el debate consiguiente, el señor López Rodó, por Alianza Popular, se manifestó contrario a la propuesta. El señor Rovira, por UCD, admitió que, efectivamente, es difícil creerse que sólo 29.000 ciudadanos españoles ganan más de dos millones de pesetas; pero la inclusión de los que obtienen entre dicha cantidad y 750.000 pesetas puede originar un trabajo excesivo para la Administración de Hacienda, que va a verse inundada de declaraciones, sin tiempo para investigarlas suficientemente; Ramón Tamames, por el PCE, abundó en los argumentos expuestos por el representante de UCD, afirmando que, si bien la intención de los socialistas puede ser buena, crearía mucha confusión el hecho de «cargarnos ahora de declaraciones», e indicó la conveniencia de subir el mínimo exento del IRTP, ya que 210.000 pesetas le parece una cantidad muy reducida.

La comisión, atascada

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Después de cuarenta minutos de suspensión de la sesión, la Mesa acordó remitir la enmienda socialista a la ponencia, para un estudio más detallado y fue aplazada la discusión del tema hasta que dicha ponencia emita su informe. Para hacerse cargo de la trascendencia de la propuesta socialista, cabe indicar, a título de ejemplo, que un sueldo mensual de 55.000 pesetas, más dos pagas extraordinarias al año, entra de lleno en el recargo del IRTP propuesto por dicho grupo parlamentario.

En el resto de las cuestiones relativas al trabajo personal, cabe resaltar que -sea cual sea la propuesta que finalmente se apruebe- el recargo del IRTP no recaerá, en ningún caso, sobre «la persona natural o jurídica pagadora de la remuneración, ni aún en el caso de que se hubiera pactado el abono de retribuciones sin deducción de impuestos.

Controversia sobre joyas y perlas

La comisión estudió también el capítulo del proyecto de ley relativo al impuesto sobre el lujo. Sin espacio para detallar todo lo aprobado, cabe indicar que se produce una elevación en los impuestos para bebidas caras, y una disminución de los que afectan a bebidas populares. Los impuestos de ciertas bebidas alcohólicas han subido menos de lo que el Gobierno proponía, para no afectar a la agricultura. Asimismo, se elimina todo tipo de impuesto de lujo sobre jugos de frutas, leche envasada y aguas minerales.

El impuesto sobre vehículos ha sido incrementado sólo para automóviles de potencia superior a trece caballos de vapor. Otros impuestos que experimentan incrementos se refieren a la mayor parte de las embarcaciones de recreo y a los aviones de propiedad particular.

La controversia más importante en el tema del impuesto sobre el lujo se centró en una propuesta -también del grupo socialista- para establecer fuertes impuestos a las joyas, alhajas, perlas, piedras preciosas, objetos de oro, plata o platino y otros bienes considerados como superfluos. El PSOE argumentó en el sentido de que, de este modo se intenta poner coto al afán de una gran parte del ahorro privado para invertir en bienes de esta naturaleza, en lugar de dirigirse a bienes productivos, capaces de crear puestos de trabajo.

Por UCD, el señor Rodríguez Miranda recordó que la ponencia había rechazado ya esa enmienda por considerar que podría incrementar el contrabando y también la plusvalfa de los que ya poseen dichos objetos. Ramón Tamames, por el PCE, expuso argumentos similares, y agregó que la imposición de cargas muy fuertes podría provocar que la gente no compre sus joyas en las joyerías, sino en esa «fauna comercial» que existe por ahí; para el representante comunista, la solución está en ir creando una conciencia colectiva sobre los perjuicios de invertir en esta clase de bienes.

Puesta a votación la enmienda socialista fue rechazada por diecisiete votos en contra (UCD, AP), trece a favor (socialistas y grupo mixto) y tres abstenciones (PCE y minoría vasco-catalana).

Moratoria fiscal

Finalmente, ayer fue aprobado, un conjunto de medidas que algunos diputados comentaron como una semiamnistía fiscal al término de la sesión. Se trata de que los afectados por el impuesto sobre la renta puedan presentar, voluntariamente, sus declaraciones en el primer trimestre de 1978 para regularizar su situación por las rentas percibidas en 1976 y que no fueron debidamente declaradas en su día.

Como consecuencia de estas declaraciones voluntarias será necesario pagar el impuesto no abonado. Sin embargo, no habrá que pagar nada por declarar nuevas fuentes de ingresos o patrimonio no incluidas en declaraciones anteriores, y en ningún caso se producirán sanciones por todas estas irregularidades.

Por su parte, las empresas podrán realizar, voluntariamente, una regularización de balances en el plazo comprendido entre la publicación de esta ley y el 30 de junio próximo; en este caso no sufrirán sanciones ni se les exigirá responsabilidad alguna. El propósito de estas medidas obedece, obviamente, al deseo de perdonar todas las posibles irregularidades anteriores a cambio de controlar mejor, desde ahora, la situación tributarla de los españoles, que, por otra parte, quedará sometida, de inmediato, al delito fiscal.

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