Reportaje:

La dieta vegetariana, medio para lograr una salud equilibrada

El vegetarismo estuvo mal visto en España durante la dictadura franquista; en los años anteriores a la guerra civil se difundió extraordinariamente entre sectores anarquistas y republicanos por lo que después vegetariano se identificó con rojo. Incluso hoy día el vegetariano es considerado como un ser extravagante, un poco loco y es inevitablemente un marginado.No obstante, existen asociaciones vegetarianas en casi todas las ciudades importantes que agrupan en total unas 100.000 personas y además un gran número de simpatizantes que, sin seguir un régimen vegetariano estricto, inc...

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El vegetarismo estuvo mal visto en España durante la dictadura franquista; en los años anteriores a la guerra civil se difundió extraordinariamente entre sectores anarquistas y republicanos por lo que después vegetariano se identificó con rojo. Incluso hoy día el vegetariano es considerado como un ser extravagante, un poco loco y es inevitablemente un marginado.No obstante, existen asociaciones vegetarianas en casi todas las ciudades importantes que agrupan en total unas 100.000 personas y además un gran número de simpatizantes que, sin seguir un régimen vegetariano estricto, incluyen en su dieta algunos de sus productos típicos, como el pan integral o el arroz con cáscara.

Junto a los que se aproximan al vegetarismo temporalmente por snobismo o por deseo de conectar con lo natural, están los que padecen alguna enfermedad difícil y acuden a él como último recurso, a veces con la mentalidad de quien va a un curandero.

Y, por último, los vegetarianos por convicción, practicantes de la moral naturista fundada en el acatamiento a las leyes de la conservación de la vida, de la especie y de la elevación espiritual. Esta moral se refleja en un profundo respeto a la vida y a la naturaleza y se asienta en la salud, fuente de alegría y felicidad.

El régimen vegetariano

«Una alimentación equilibrada es la base de la buena salud». Esta máxima hipocrática es la clave del vegetarismo, régimen de todo buen naturista, que consiste esencialmente en combinar frutas y verduras con exclusión de carnes y pescado. También están prohibidos los productos refinados, el café y otras infusiones excitantes, el tabaco y el alcohol.La malta de cebada tostada. las infusiones de manzanilla, poleo u otra buena hierba -endulzadas con miel o azúcar integral- sustituyen al café o a las bebidas alcohólicas. Para los vegetarianos es un verdadero problema decidir qué van a tomar cuando se sientan en un bar.

Mantener un régimen vegetariano supone un costo en alimentos similar al de un régimen normal, pero -según los vegetarianos- representa un importante ahorro en médicos y medicinas.

Con respecto a una posible carencia de proteínas a causa de prescindir de la carne, los vegetarianos afirman que no existe tal peligro, ya que los productos vegetales pueden proporcionar las proteínas que el organismo necesita incluso en los períodos de desarrollo.

La macrobiótica

La macrobiótica, sistema de alimentación de antigua tradición en los países orientales que se inspira en los principios complementarios del ying y el yang, fue introducida en Europa hace diez años por el japonés Georges Oshawa y en España cuenta ya con algunos adeptos.Los principales productos que integran la dieta macrobiótica son: cereales -arroz integral, trigo, mijo, avena, cebada-, legumbres -garbanzos, lentejas, judías-; verduras, hortalizas y pescados. Frutas, carnes y huevos en pequeñas cantidades, aunque se aconseja prescindir de ellos.

Las bebidas se reducen al mínimo, ya que los alimentos -según la doctrina macrobiótica- aportan suficiente líquido. Agua, té, café de cereales e infusiones de tomillo, manzanilla, etcétera son las más indicadas.

El régimen macrobiótico debe adaptarse a las diferentes condiciones de tiempo y lugar para compensar las posibles carencias. Es un error seguir al pie de la letra las prescripciones que figuran en libros que se refieren a un clima o a raza distinta a la nuestra.

Un problema para los adictos a la macrobiótica es conseguir determinados alimentos que no se producen en España ni en Europa y deben importarse directamente desde el lejano Oriente. Sin embargo, desde hace poco tiempo, ya es posible encontrar en establecimientos especializados productos tan exóticos como el gomasio -sésamo y sal marina molida-, Kouzkouz -fécula de raíces de arrurruz salvaje-, lotus -polvo de raíces de loto- o mebosi -ciruelas japonesas fermentadas con sal marina.

Plantas medicinales

Las plantas medicinales son complemento indispensable de las dietas vegetarianas y macrobióticas, aunque cada vez son más los desengañados de la farmacología moderna que acuden a la vieja medicina de las plantas.Una de las ventajas de este tipo de medicación, además de resultar muy económica, es que no tiene efectos tóxicos ni contraindicaciones. Dentro del reino vegetal se encuentran remedios para todas las dolencias. Cada planta medicinal suele actuar favorablemente sobre varios puntos del organismo. Asimismo, para tratar una enfermedad determinada se deben combinar diferentes especies vegetales.

Para los que no son expertos herboristas se venden unos preparados -valen 125 pesetas-, para combatir males específicos como el asma, el reúma, la diarrea, los nervios (un somnífero sin contraindicaciones), etcétera.

Las hierbas medicinales que más se utilizan -en infusión, cocidas, en polvo o en cataplasmas, etcétera- son: el boldo -estimulante de la digestión-, la manzanilla -para el hígado, desinfectante, lavado de ojos- y la menta. Otras de sus aplicaciones más comunes son para regular la menstruación -romero, lúpulo, comino-, para combatir los catarros -malvavisco, hinojo, corazoncillo-, o como calmantes -melisa, valeriana, flor de azahar.

Opinión de la medicina naturista

Una dieta vegetariana, sobre todo la lacteovegetariana, es una forma de alimentación correcta, no hay peligro de que ocasione carencias y es un medio de conseguir una salud equilibrada, incluso de curar determinadas dolencias», afirma el doctor Madrid, médico naturista.El vegetarismo es uno de los métodos que recomienda la medicina naturista -la medicina naturista es la que sólo utiliza remedios naturales, como el sol, el aire, dietas alimenticias, etcétera-, para curar enfermedades, prevenirlas y combatir la obesidad.

Sin embargo, con las dietas macrobióticas, la medicina naturista se muestra algo reticente. «En una revista médica americana, Pediatrix -apunta el doctor Madrid-, se ha publicado un trabajo sobre los aspectos nutricionales de regímenes atípicos, según el cual la dieta macrobiótica Zen es carencial sobre todo para los niños.»

De las múltiples variantes que permite el vegetarismo, el doctor Madrid opina que es la dieta lacteovegetariana -fruta y verdura más huevos y leche- la más completa y equilibrada. «Puede producir una pequeña carencia de vitamina B, pero que es fácilmente compensada con extracto de hígado, por ejemplo.»

Ayunoterapia

Una de las técnicas de la medicina naturista, todavía muy poco experimentada en España, es la ayunoterapia. Con este método se han obtenido resultados sorprendentes -curar diabetes crónicas, por ejemplo-, pero resulta bastante complejo, ya que no se trata solamente de mantener una huelga de hambre. El paciente debe mentalizarse antes de iniciar el ayuno y mientras dura éste -de una semana a cuarenta días- tiene que estar bajo un minucioso control médico.El fundamento de la ayunoterapia es el siguiente: cuando el organismo se ve privado de alimento reacciona consumiendo las reservas -grasas y toxinas- en las que reside la causa de algunas enfermedades que se resisten a otros tratamientos.

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