El alcalde de Cestona denuncia a un supuesto "incontrolado"

El alcalde de Cestona (Guipúzcoa), José Goicoechea, ha puesto en conocimiento del Gobierno Civil de Guipúzcoa los hechos producidos en aquella localidad eljueves último al ser sorprendidos por un guardia municipal dos individuos que trataban de arrancar una ikurriña situada en la entrada del pueblo.Ante la orden de alto, los dos individuos se enfrentaron al guardia municipal, José Manuel Echave, insultándole y golpeándole, y amenazándole en caso de que pusiese el hecho en conocimiento de la Guardia Civil. El guardia municipal, que sufre diversas lesiones, pudo, sin embargo, retener a un...

El alcalde de Cestona (Guipúzcoa), José Goicoechea, ha puesto en conocimiento del Gobierno Civil de Guipúzcoa los hechos producidos en aquella localidad eljueves último al ser sorprendidos por un guardia municipal dos individuos que trataban de arrancar una ikurriña situada en la entrada del pueblo.Ante la orden de alto, los dos individuos se enfrentaron al guardia municipal, José Manuel Echave, insultándole y golpeándole, y amenazándole en caso de que pusiese el hecho en conocimiento de la Guardia Civil. El guardia municipal, que sufre diversas lesiones, pudo, sin embargo, retener a uno de los agresores, quien, tras ser identificado en el Ayuntamiento, resultó ser Manuel Polo Gallardo, nacido en Sevilla y de profesión conductor.

Al día siguiente, el citado Manuel Polo se presentó en el mismo Ayuntamiento en compañía de un inspector de Policia, declarando que no había intentado arrancar la ikurriña, sino sencillamente com probar los colores de la bandera, y que el otro individuo con el que había resultado sorprendido era un tal José Ostos, del que no conocía más que su origen de nacimiento, también sevillano. Por su parte, el inspector de Policía reconoció que su presencia en el Ayuntamiento se debía a la amistad que le une con Manuel Polo y no por razones de su profesión.

Se cree que Manuel Polo podría pertenecer a un grupo de incontrolados que había hecho desaparecer las ikurriñas colocadas en diversos lugares de la ciudad durante los últimos días. El presunto incontrolado quiso, al parecer, resolver el incidente pagando el importe de las ikurriñas desaparecidas, pero esto no fue aceptado por el alcalde de Cestona, que presentó la correspondiente denuncia ante el Gobierno Civil.