Enseñanza

Nueva subida de las tasas universitarias

Las tasas académicas, que el curso, pasado vieron triplicado su precio, que había permanecido congelado desde la puesta en marcha de la ley General de Educación, suben nuevamente. De este modo parece que las tasas se convierten definitivamente en uno más de los artículos sometidos a ¡a continua escalada de los precios.En plena parálisis de la actividad universitaria por las vacaciones de verano, se produce esta medida que vuelve a olvidar el decreto de julio de 1971, que reconocía la autonomía de las universidades, estableciendo que cada universidad forniulara sus propuestas sobre el im...

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Las tasas académicas, que el curso, pasado vieron triplicado su precio, que había permanecido congelado desde la puesta en marcha de la ley General de Educación, suben nuevamente. De este modo parece que las tasas se convierten definitivamente en uno más de los artículos sometidos a ¡a continua escalada de los precios.En plena parálisis de la actividad universitaria por las vacaciones de verano, se produce esta medida que vuelve a olvidar el decreto de julio de 1971, que reconocía la autonomía de las universidades, estableciendo que cada universidad forniulara sus propuestas sobre el importe de las tasas académicas.Si bien es cierto que las tasas siguen estando por debajo de los costes reales de cada puesto escolar, también lo es que el porcentaje de universitarios procedentes de clases modestaspermanece inalterable, manteruéndose en un 6 %, con lo que la universidad española sigue siendo una de las más clasistas de Europa. Mientras tanto, los problemas económicos del profesorado no numerario y del personal no docente permanecen, augurando un nuevo curso cargado de conflictividad.

Es inevitable, al considerar el problema de las tasas académicas, cuya subida repercutirá negativamente, como siempre, sobre las economías de los más débiles, recordar esa reforma fiscal proyectada y que la propia Administración califica de tímida en la práctica. Porque sólo a partir de un sistema tributario absolutamente justo podría hacerse realidad una auténti ca política educativa de igualdad de oportunidades. Igualdad a la que, desde luego, la anunciada subida de las tasas académicas, por modesta que ésta sea, no contribuye en absoluto.

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