Consiguen 400.000 pesetas bajo amenazas

Un botín de casi 400.000 pesetas -exactamente 392.000- fue el producto de la extorsión sufrida por el empleado de una gasolinera, a última hora de la noche del jueves. Cuando se encontraba solo, atendiendo el servicio de la gasolinera, el empleado de la situada en el número 144 de la avenida del Generalísimo recibió una llamada en la que se le aseguraba que, caso de no depositar toda la recaudación en una cabina de teléfono próxima, la estación de servicio sería volada por medio de los explosivos que previamente habían sido colocados. Se le advertía tárnbién que no llamase a la policía, puesto...

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Un botín de casi 400.000 pesetas -exactamente 392.000- fue el producto de la extorsión sufrida por el empleado de una gasolinera, a última hora de la noche del jueves. Cuando se encontraba solo, atendiendo el servicio de la gasolinera, el empleado de la situada en el número 144 de la avenida del Generalísimo recibió una llamada en la que se le aseguraba que, caso de no depositar toda la recaudación en una cabina de teléfono próxima, la estación de servicio sería volada por medio de los explosivos que previamente habían sido colocados. Se le advertía tárnbién que no llamase a la policía, puesto que le estaban vigilando. En el caso de que entregase la recaudación, le dirían dónde se encontraban los explosivos para que pudieran ser desactivados.Ante esta situación, el empleado de la gasolinera decidió depositar la recaudación en el lugar indicado. Una vez hecho esto, unos amigos le convencieron para que avisara a la policía que, cuando se personó en la cabina, el dinero depositado había ya desaparecido. Rastreada la estación de servicio y sus alrededores, no se pudo encontrar ningún tipo de explosivo.

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