Atraco a una armería

Tres jóvenes, al parecer quinquis, atracaron ayer una armería del paseo de San Francisco de Sales, minutos antes de las once de la mañana. Dos de los asaltantes, según informó a EL PAIS Ramón Alonso, propietario del establecimiento, penetraron en el local armados con pistolas, en tanto que el tercero se quedó al volante de un automóvil. «Nos dijeron que era un atraco, ni nos golpearon ni nada. El asalto duró apenas un minuto.Según manifestó el señor Alonso, los dos jóvenes que entraron en la armería encañonaron primero a su esposa, Ana María Varela, de 34 años, que se encontraba tras el mostra...

Tres jóvenes, al parecer quinquis, atracaron ayer una armería del paseo de San Francisco de Sales, minutos antes de las once de la mañana. Dos de los asaltantes, según informó a EL PAIS Ramón Alonso, propietario del establecimiento, penetraron en el local armados con pistolas, en tanto que el tercero se quedó al volante de un automóvil. «Nos dijeron que era un atraco, ni nos golpearon ni nada. El asalto duró apenas un minuto.Según manifestó el señor Alonso, los dos jóvenes que entraron en la armería encañonaron primero a su esposa, Ana María Varela, de 34 años, que se encontraba tras el mostrador. «Cuando la oí gritar algo así como «tranquilos con esas pistolas», salí de la trastienda y me encontré con un joven alto, muy moreno y de aspecto agitanado, que nos apuntaba, mientras el otro metía en una manta tres escopetas que estaban expuestas cerca de la puerta.»

Instantes después los jóvenes huían en el vehículo estacionado frente a la puerta, un Morris-MG.

Las armas sustraídas fueron dos, de uno y dos cañones, respectivamente, y de calibre doce, para cartuchos pequeños, y una tercera de un cañón, de calibre doce grande.

Hace tres años la misma armería sufrió otro atraco. En aquella ocasión los asaltantes se llevaron doce escopetas después de atar al matrimonio propietario.