Madrid no ha solicitado su ingreso en la organización

Aunque España no ha solicitado nunca oficialmente su ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, varios indicios permiten considerar tal eventualidad. Las frecuentes visitas de diplomáticos españoles en Bruselas a altos mandos de la OTAN hacen pensar en la posibilidad de que algo importante se está preparando sobre las relaciones España-OTAN.La cuestión de la OTAN y el acercamiento a ella no es nueva, ya que siempre ha estado sutilmente ligada con los acuerdos defensivos de Estados Unidos. En los acuerdos iniciados en 1953 con Estados Unidos, España entregó la disponibilidad de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Aunque España no ha solicitado nunca oficialmente su ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, varios indicios permiten considerar tal eventualidad. Las frecuentes visitas de diplomáticos españoles en Bruselas a altos mandos de la OTAN hacen pensar en la posibilidad de que algo importante se está preparando sobre las relaciones España-OTAN.La cuestión de la OTAN y el acercamiento a ella no es nueva, ya que siempre ha estado sutilmente ligada con los acuerdos defensivos de Estados Unidos. En los acuerdos iniciados en 1953 con Estados Unidos, España entregó la disponibilidad del espacio español a una nación con superpotencia mundial y miembro de una alianza, la OTAN.

Después de numerosas crisis en las relaciones europeo-americanas y de diversos intentos de considerar las bases como préstamo «para fines muy específicos», el cese del autor de las propuestas, Castiella y los acuerdos de 1970, supusieron la derrota de esta alternativa.

El secretario general de la OTAN, Joseph Luns, declaró en varias ocasiones, tanto en la prensa nacional, como en reuniones celebradas en Bruselas, que los países miembros de la Alianza «nunca han olvidado a España», recordando que, para que se produzca el ingreso de un nuevo país en la organización, éste debe solicitarlo y además ha de haber unanimidad entre los miembros.

En abril de 1975, fuentes americanas hicieron saber que España podría ser invitada a formar parte de la OTAN, en caso de que Portugal decidiese abandonar la alianza.

En junio del mismo año, en una rueda de prensa en Nápoles, Joseph Luns declaraba que España no había solicitado su admisión en la OTAN y que además tres países se mostraban contrarios a dicha admisión.

El panorama cambió tras la presencia de Areilza en Europa, y sobre todo la postura aperturista del Gobierno del Rey abrió muchas puertas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El 13 de agosto de 1976, el Rey se entrevistó en Palma de Mallorca con el comandante supremo de la OTAN, Alexander M. Haig.

Archivado En