El presidente Sarkis releva al jefe del ejército libanés

El presidente de Líbano, Elías Sarkis, ha nombrado a un nuevo comandante en jefe del Ejército, a pesar de las protestas de las fuerzas derechistas que se oponían al relevo del actual jefe militar, cuya tendencia es cercana a sus posiciones.El presidente libanés adoptó la decisión en una reunión del Gobierno, mientras la zona de Beirut, dominada por los conservadores, estaba paralizada por una huelga para impedir el relevo del general Hanna Saed al frente del Ejército, y eran perpetrados dos atentados con bomba contra la residencia del ministro de Defensa y de Asuntos Exteriores, que resultó gr...

El presidente de Líbano, Elías Sarkis, ha nombrado a un nuevo comandante en jefe del Ejército, a pesar de las protestas de las fuerzas derechistas que se oponían al relevo del actual jefe militar, cuya tendencia es cercana a sus posiciones.El presidente libanés adoptó la decisión en una reunión del Gobierno, mientras la zona de Beirut, dominada por los conservadores, estaba paralizada por una huelga para impedir el relevo del general Hanna Saed al frente del Ejército, y eran perpetrados dos atentados con bomba contra la residencia del ministro de Defensa y de Asuntos Exteriores, que resultó gravemente dañada, aunque no produjeron víctimas. El presidente Sarkis ha condenado estos atentados como «actos destinados a entorpecer el progreso del país hacia la paz».

El nuevo comandante en jefe es el brigadier Víctor Jury, de 48 años, que fue segundo jefe del sector norte de Líbano, antes de que el Ejército libanés se desintegrase durante la guerra civil.

El brigadier Jury, cuyo nombramiento ha supuesto una prueba de fuerza entre el presidente Sarkis y la derecha, se mantuvo al margen del conflicto armado. Es de religión maronita, al igual que el presidente Sarkis. Tradicionalmente ambos cargos han estado, reservados en Líbano a los maronitas.

Mientras tanto, en El Cairo, el Consejo de la Liga Arabe aprobó el domingo la prórroga por seis meses del mandato de la fuerza pacificadora árabe en Líbano, que está constituida en su mayor parte por soldados sirios. El Consejo aprobó también un gasto de unos 6.000 millones de pesetas para financia esas tropas. La presencia del contingente militar de pacificación fue sancionada durante la cumbre árabe de El Cairo, con el fin de acabar con diecinueve meses de guerra civil en dicho Estado.