La asociación de fabricantes de calzado representará los intereses del sector.

La Asociación Nacional de Fabricantes de Calzado se ha hecho cargo de la defensa de los intereses del sector exportaciones a Estados Unidos, amenazadas por la recomendación de medidas protececcionistas que formuló la pasada semana la Comisión de Comercio Internacional

La asociación dice, en una extensa nota sobre el tema, que ha subrogado los compromisos de todo tipo contraídos por el Sindicato Nacional de la Piel, ante la imposibilidad manifiesta de hacerles frente, evidenciada por el sindicato. Entre las obligaciones subrogadas figura el pago de los servicios de asesoría jurídica del ...

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La Asociación Nacional de Fabricantes de Calzado se ha hecho cargo de la defensa de los intereses del sector exportaciones a Estados Unidos, amenazadas por la recomendación de medidas protececcionistas que formuló la pasada semana la Comisión de Comercio Internacional

La asociación dice, en una extensa nota sobre el tema, que ha subrogado los compromisos de todo tipo contraídos por el Sindicato Nacional de la Piel, ante la imposibilidad manifiesta de hacerles frente, evidenciada por el sindicato. Entre las obligaciones subrogadas figura el pago de los servicios de asesoría jurídica del letrado norteamericano que defendió la postura española ante la comisión, por un importe aproximado de nueve millones de pesetas.Miembros de la citada asociación han mantenido, en tal sentido, entrevistas con el director general de Relacione Económicas Internacionales, Carlos Gamir, y con diversos altos cargos de los ministerios de Industria y Comercio. En todas las entrevistas, las autoridades de la Administración española expresaron su propósito de defender los intereses del calzado español ante el Gobierno norteamericano. Estas gestiones se iniciarán tan pronto como las conclusiones de la comisión sean presentadas al presidente electo Carter, quién tendrá un plazo de sesenta días para pronunciarse al respecto.

Los fabricantes españoles -de los que la asociación dice ser el único portavoz autorizado- consideran discriminatorias las medidas sugeridas para España, en desventaja con las que pudieran adoptarse con otros países concurrentes. como es el casó de Italia.

Las medidas sugeridas han levantado -por otra parte-, la repulsa de los importadores norteamericanos y las asociaciones de consumidores. A juicio de los industriales españoles, las medidas proteccionistas no beneficiarían a la industria estadounidense, por su incapacidad productiva para abastecer las demandas del mercado interior.

Los fabricantes señalan que el proteccionismo acarrearía el cierre de algunas empresas, con el consiguiente quebranto laboral entre los 60.000 trabajadores del sector y los 30.000 de su industria auxiliar. Una reducción de cinco millones de pares en sus ventas a Estados Unidos causaría el desempleo de 3.000 trabajadores en ambos grupos.

Según fuentes de la asociación, la reducción del número de zapatos que pudieran exportarse a Estados Unidos afectaría a muchas de las 2.180 empresas del calzado ya que algunas exportan hasta el 100% de su producción al mercado USA. Ante la actual situación, los empresarios no ocultan su preocupación y hasta su pesimismo, pues no ignoran que el presidente electo, Carter, basó buena parte de su campaña electoral en el apoyo de los poderosos sindicatos, principales patrocinadores de las medidas proteccionistas.

La Asociación Nacional de Fabricantes de Calzado agrupa a industriales de toda España, pero tuvo sus inicios en la provincia de Alicante, propiciada por los importantes núcleos industriales de

Elche y Elda. Su presidente, Manuel Bonilla, desmintió rotundamente a EL PAIS que los fabricantes culparan al Gobierno de la actual situación, negando haber efectuado unas declaraciones que, en ese sentido, le atribuyeron algunos medios informativos.

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