"La política regional anterior ha exacerbado las tensiones"

«La política regional hasta ahora seguida ha contribuido a exacerbar las tensiones interregionales, pues consistió durante las pasadas décadas en humillar y vejar a los países de más recia personalidad, como el catalán y el vasco, en los elementos más sanos y vitales de la misma», dijo ayer Miguel Herrero de Miñón durante la conferencia que, con el nombre de Las posibilidades regionalistas de la Monarquía, pronunció en el Club Siglo XXI.El conferenciante dio por sentado el carácter plural de España, definiendo la unidad de ésta como la de un vuelo y muchas alas, y añadió que para...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«La política regional hasta ahora seguida ha contribuido a exacerbar las tensiones interregionales, pues consistió durante las pasadas décadas en humillar y vejar a los países de más recia personalidad, como el catalán y el vasco, en los elementos más sanos y vitales de la misma», dijo ayer Miguel Herrero de Miñón durante la conferencia que, con el nombre de Las posibilidades regionalistas de la Monarquía, pronunció en el Club Siglo XXI.El conferenciante dio por sentado el carácter plural de España, definiendo la unidad de ésta como la de un vuelo y muchas alas, y añadió que paralelamente a las discriminaciones dichas se había seguido una política económica favorecedora de estas regiones, con lo que no se dio satisfacción a sus reivindicaciones autonomistas, se afectó gravemente su equilibrio socioeconómico al forzar un crecimiento desmesurado y, por último, se discriminó, económicamente a Ias otras regiones, lo que provocó en éstas un cuasinacionalismo en reacción a la situación.

Para remediar esta situación, que dejada a su propia inercia podría -a juicio del señor Herrero de Miñón- afectar gravemente a la supervivencia de España como unidad política, el conferenciante propuso la regionalización del Estado, que consistiría en crear nuevos centros autónomos de decisión, aproximar los servicios administrativos a los administrados, revitalizar las lenguas y las culturas regionales y, en el plano económico, una planificación que permitiera el desarrollo armónico de las diversas regiones históricas.

El señor Herrero de Miñón hizo especial hincapié en la necesidad de que el poder autónomo regional estuviera en manos de asambleas representativas democráticamente elegidas y de los órganos ejecutivos nombrados por ellas. Apoyó esta idea de la regionalización, afirmando que nada impide que varias naciones puedan articularse entre sí para formar una de grado superior, y añadió que la Monarquía ofrece un marco ideal para reconocer las diversas nacionalidades, sin mengua de la unidad de España, pues cuenta con un amplio acerbo de fórmulas tradicionales, como las denominaciones históricas, entre ellas la de Generalitat, o los fueros en Euzkadi.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En