Estados Unidos puede adoptar medidas proteccionistas contra las importaciones de calzado

Tras superar hace unos meses el primer intento norteamericano de establecer medidas proteccionistas contra las importaciones de zapatos, el sector español del calzado se enfrenta nuevamente con esta posibilidad, que en esta ocasión parece inevitable. El peso específico de las ventas de calzado español a Estados Unidos, que representa un tercio de nuestras exportaciones a aquel pais, pone en serio peligro las relaciones comerciales hispano-norteamericanas si el conflicto no se soluciona y el Gobierno español no interviene directamente, como lo hizo la primavera pasada. Carter, nuevo presidente ...

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Tras superar hace unos meses el primer intento norteamericano de establecer medidas proteccionistas contra las importaciones de zapatos, el sector español del calzado se enfrenta nuevamente con esta posibilidad, que en esta ocasión parece inevitable. El peso específico de las ventas de calzado español a Estados Unidos, que representa un tercio de nuestras exportaciones a aquel pais, pone en serio peligro las relaciones comerciales hispano-norteamericanas si el conflicto no se soluciona y el Gobierno español no interviene directamente, como lo hizo la primavera pasada. Carter, nuevo presidente electo, deberá ofrecer su primera solución en lo que respecta a política de comercio exterior.

Las industrias españolas e italianas del calzado pueden verse afectadas directamente en sus exportaciones a Estados Unidos por lo que ya se anuncian como insalvables barreras comerciales del Gobierno norteamericano para 1977.Esta posibilidad parece inevitable después de la decisión adoptada por la Comisión Federal de Estados Unidos para el Comercio Internacional, que aprobó por seis votos a favor y ninguno en contra, una cláusula en la que afirmaba que la razón del mal estado económico de los fabricantes norteamericanos de zapatos está en las importaciones masivas de calzado extranjero, que cubre aproximadamente el 50% del consumo de los norteamericanos.

La conclusión de la Comisión Federal, reunida por segunda vez en menos de un año, se considera clave para la imposición de barreras proteccionistas a la entrada de los zapatos españoles e italianos en el mercado estadounidense, ya que según la Ley Comercial norteamericana, sólo se pueden imponer trabas a las importaciones cuando un sector industrial se encuentre dañado por los artículos procedentes del exterior.

Ya el pasado mes de febrero, esta misma Comisión no logró acuerdo alguno sobre las medidas a tomar para evitar el deterioro de la industria nacional del calzado. Mientras que tres de los comisionados aprobaron la adopción de drásticos aumentos arancelarios a los zapatos extranjeros, otros dos se pronunciaron a favor de cuotas y un último se mostró partidario de conceder ayuda asistencial con préstamos y otros beneficios a las industrias afectadas.

Dada la diversidad de soluciones ofrecidas por los seis integrantes de la Comisión, el presidente Ford decidió adoptar la postura mantenida por el partidario de conceder ayuda asistencial a la industria norteamericana, evitando un enfrentamiento comercial con España, Italia, México y Brasil, principales exportadores de calzado a Estados Unidos y a la vez principales clientes.

Así las cosas, la Comisión ha decidido celebrar una nueva reunión el próximo 6 de enero con objeto de determinar las medidas que deberán adoptarse para proteger la industria, con lo que parece inevitable que la Administración norteamericana decida en esta ocasión ímponer barreras proteccionistas muy a pesar de los países afectados. En esta ocasión, es posible que tal decisión sea la primera que deba adoptar el nuevo presidente Carter.

España es el segundo país exportador de calzado a Estados Unidos, con unas ventas durante el presente año de cuarenta millones de pares por un valor total de 16.000 millones de pesetas, lo que representa casi una tercera parte de las exportaciones españolas a aquel país. El daño pues, que una medida proteccionista norteamericana de este tipo, podría causar a las exportaciones españolas a Estados Unidos sería importante, dado el fuerte peso específico del sector del calzado en el total de las ventas españolas.

En un alegato español, presentado a la Comisión, se pone de relieve, además del peso específico del sector en el total de las exportaciones españolas, el hecho de que las ventas españolas a Estados Unidos durante el pasado año ascendieran a 846 millones de dólares FOB (56.682 millones de pesetas), mientras que las compras españolas a Estados Unidos superaron los 2.225 millones de dólares FOB (149.000 millones de pesetas).

Pero quizá lo más grave y sintomático es que mientras las importaciones españolas procedentes de Estados Unidos crecieron durante el pasado año, las exportaciones de nuestro país registraron una tasa regresiva.

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