GENTE

E. H. H.,

concejal familiar del Ayuntamiento de Alcantarilla, cerca de Murcia, hace ya veintisiete años que espera la anulación de su matrimonio -rato y no consumado-, del que su legítima esposa desertó horas después de recibir la bendición nupcial. Durante este tiempo, la señora fugada tuvo cinco hijos, fruto de otros amores, que inscribió sucesivamente en el Registro Civil como si fuesen de su marido legal. Este, a su vez, constituyó una familia -siete hijos- «al margen de la legislación vigente», dice la noticia, por lo que entre otros males le ha sido negada sistemáticamente la comunión hasta...

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concejal familiar del Ayuntamiento de Alcantarilla, cerca de Murcia, hace ya veintisiete años que espera la anulación de su matrimonio -rato y no consumado-, del que su legítima esposa desertó horas después de recibir la bendición nupcial. Durante este tiempo, la señora fugada tuvo cinco hijos, fruto de otros amores, que inscribió sucesivamente en el Registro Civil como si fuesen de su marido legal. Este, a su vez, constituyó una familia -siete hijos- «al margen de la legislación vigente», dice la noticia, por lo que entre otros males le ha sido negada sistemáticamente la comunión hasta el pasado mes de marzo.

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