Educar para la democracia

Una orden del Ministerlo de Educación y Ciencia, introduce en las escuelas la educación para la democracia, acabando con la llamada Formación del Espíritu Nacional, que venía'a, ser algo así como una educación para la dictadura. Durante cuarenta años, la formación política intentó crear un «hombre nuevo» que, vacunado de toda veleidad democrática, condlcionado para obedecer sin preguntar y disciplinado ante todas las jerarquías «naturales», garantizase la perdurabilidad del milenio franquista. Como siempre que se han hecho ensayos de este tipo, el fracaso ha coronado, afortunadamente, el int...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una orden del Ministerlo de Educación y Ciencia, introduce en las escuelas la educación para la democracia, acabando con la llamada Formación del Espíritu Nacional, que venía'a, ser algo así como una educación para la dictadura. Durante cuarenta años, la formación política intentó crear un «hombre nuevo» que, vacunado de toda veleidad democrática, condlcionado para obedecer sin preguntar y disciplinado ante todas las jerarquías «naturales», garantizase la perdurabilidad del milenio franquista. Como siempre que se han hecho ensayos de este tipo, el fracaso ha coronado, afortunadamente, el intento. Como en la frase famosa, se puede engañar a algunos siempre o a todos un cierto tiempo; pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. El español se ha resistido a convertirse en robot o en el nuevo monstruo del doctor Frankestein y ha resultado un hombre como los demás, apegado a su libertad. 4 diciembre

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En