Profesores de Barcelona piden que se convoque claustro general

En la mañana de ayer tuvo efecto en el paraninfo de la primera Universidad de Barcelona una asamblea de profesores numerarios y no numerarios, cuya finalidad era abordar el delicado momento por el que pasa aquel centro. Estaban presentes unos doscientos profesores, entre los que destacaban los catedráticos José Luis Sureda, José Antonio González Casanova y Manuel Jiménez de Parga.

Los reunidos aprobaron por inmensa mayoría un documento en el cual se decide la constitución de una comisión de trabajo que deberá instar a la junta de gobierno que convoque un claustro general.Los reunidos co...

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En la mañana de ayer tuvo efecto en el paraninfo de la primera Universidad de Barcelona una asamblea de profesores numerarios y no numerarios, cuya finalidad era abordar el delicado momento por el que pasa aquel centro. Estaban presentes unos doscientos profesores, entre los que destacaban los catedráticos José Luis Sureda, José Antonio González Casanova y Manuel Jiménez de Parga.

Los reunidos aprobaron por inmensa mayoría un documento en el cual se decide la constitución de una comisión de trabajo que deberá instar a la junta de gobierno que convoque un claustro general.Los reunidos coincidieron en señalar que la junta de gobierno no debe dimitir, actitud que según muchos rumores estaba en el ánimo de varios de sus miembros. También coincidieron los reunidos en considerar al Ministerio de Educación y Ciencia responsable de la situación creada con la huelga de personal no docente y la posterior dimisión del rector Fabián Estapé.

En la asamblea no se levantó ninguna voz para criticar al rector dimitido pero, en privado, muchos profesores indicaron que Estapé, pese a su comportamiento democrático, había cometido el grave error de adoptar casi siempre actitudes muy personales. Al respecto, se citaba el hecho que Estapé no hubiese convocado ningún claustro, ni tampoco hubiese intentado unir detrás de él a todos los estamentos universitarios.

En opinión de los reunidos se trataría de seguir un proceso parecido al que, el pasado año, se llevó a cabo en la Universidad Autónoma de Barcelona, actualmente gobernada por un rector democrático, designado por el claustro, el doctor José Laporte.

La asamblea de profesores expresó su firme solidaridad con el personal no docente en huelga y también el deseo de obrar intensamente para conseguir sus «justas reivindicaciones».

La asamblea también trató del contenido de un documento que viene a ser una alternativa democrática para la Universidad de Barcelona. Su contenido está dividido en dos epígrafes. El primero lleva por título Propuestas para un proyecto de estatuto de autonomía (universitaria). El segundo epígrafe recibe el nombre de Propuestas de base para la enseñanza en la Universidad de Barcelona.

La mayoría de los reunidos aludió a la posibilidad de un «vacío de poder», como algo a evitar. De ahí el acuerdo implícito de oponerse a la dimisión de la junta de gobierno.

Los profesores barceloneses, consideraron también que la vida universitaria puede estar sometida a un rápido proceso de degradación si el Ministerio no accede a las peticiones del personal no docente. En efecto, la paralización de la Universidad es total, como lo prueba que el propio rector no pudiese cursar al Ministerio la carta de su propia dimisión, al día siguiente de haberla decidido por falta de personal subalterno.

Por todo ello se da como prácticamente seguro, que en el mejor de los casos, el curso universitario se iniciará con el segundo trimestre.

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