Se recrudece la discusión sobre la "ostpolitik" en Alemania

El enfriamiento de las relaciones entre la República Federal de Alemania (RFA) y Moscú, así como su principal satélite, la República Democrática Alemana (RDA), ocupa los titulares de la prensa alemana. Ha recrudecido, además, la discusión en torno de los principios y resultados de la ostpolitik en los partidos y en la opinión pública. Para los socialdemócratas la fecha de iniciación de esta discusión no puede ser más inoportuna. Los alemanes occidentales parecían haberse acostumbrado ya a una situación histórica, producto de la división del país, y a sus consecuencias hasta en lo políti...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El enfriamiento de las relaciones entre la República Federal de Alemania (RFA) y Moscú, así como su principal satélite, la República Democrática Alemana (RDA), ocupa los titulares de la prensa alemana. Ha recrudecido, además, la discusión en torno de los principios y resultados de la ostpolitik en los partidos y en la opinión pública. Para los socialdemócratas la fecha de iniciación de esta discusión no puede ser más inoportuna. Los alemanes occidentales parecían haberse acostumbrado ya a una situación histórica, producto de la división del país, y a sus consecuencias hasta en lo político. Los incidentes provocados por la RDA, con el visto bueno incuestionable de Moscú, a lo largo de la frontera entre las dos Alemanias han vuelto a colocar sobre el tablero una temática que hace poco ya no parecía actual. Los socialdemócratas y liberales deberán reconsiderar su ostpolitik y analizar las consecuencias de su «desgaste» de cara a las próximas elecciones generales. Es cierto que a nivel gubernamental existen diferencias, y hasta serias, en cuanto al enfoque de la actuación frente a los países del mundo socialista.Los socialdemócratas se consideran vinculados a las concesiones de Willy Brandt, mientras que los liberales adoptan una postura más elástica y acorde con su papel de árbitro en lo que afecta a las posibilidades de coalición en la República Federal., Ahora bien, a diferencia. de lo que solía suceder en tiempos pasados, en la socialdemocracia no se observan «grietas insalvables» entre las diferentes alas del partido en esta cuestión. Tanto los conservadores como los portavoces de los «jusos» insisten en la necesidad de una política pragmática frente al Este por encima de todo.

Por otra parte, sorprende el hecho de que incluso algunos de los enemigos más notables de la ostpoIitik, encuadrados en las filas de la CDU y en los grupos económicos afines a los conservadores alemanes, defiendan, de repente, los postulados esenciales de esta política. En contra de las afirmaciones y sugerencias de destacados miembros de la oposición, Otto Wolf von Amerongen, presidente de la Dieta de la industria y del comercio alemán declaró que se oponía a sanciones económicas contra la RDA por los recientes incidentes fronterizos. Una declaración que encierra mucho más de lo que a simple vista pueda parecer. Demuestra que una política global, puesta en práctica por los socialdemócratas y liberales no ha sido sitio el producto del consenso entre las más antagónicas fuerzas del país. Por paradójico que pudiera parecer quienes se oponen hoy a la liquidación de la ostpolitik no son, a pesar de sus reveses, quienes la promovieron, sino sus enemigos de antaño.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En