Santander podría quedarse sin medicamentos en agosto

A unos doscientos millones de pesetas ascienden las pérdidas ocasionadas por el incendio en el Centro Farmacéutico del Norte, en Santander. Todos los productos almacenados han quedado destruidos y, por tanto, sin posibilidades de atender el Centro las necesidades sanitarias de la región durante el mes de agosto, pues, por vacaciones en el despacho central de Madrid, se habían acumulado las existencias de dos meses.

Aunque sin determinar las causas del siniestro, se descarta la intencionalidad y se da como casi segura la de un cortocircuito. A la hora de transmitir esta crónica, si bien ...

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A unos doscientos millones de pesetas ascienden las pérdidas ocasionadas por el incendio en el Centro Farmacéutico del Norte, en Santander. Todos los productos almacenados han quedado destruidos y, por tanto, sin posibilidades de atender el Centro las necesidades sanitarias de la región durante el mes de agosto, pues, por vacaciones en el despacho central de Madrid, se habían acumulado las existencias de dos meses.

Aunque sin determinar las causas del siniestro, se descarta la intencionalidad y se da como casi segura la de un cortocircuito. A la hora de transmitir esta crónica, si bien el incendio está ya totalmente controlado, siguen los trabajos para su total extinción, habiéndose tomado rápidas medidas para que el fuego no alcance a los locales cercanos, todos ellos dedicados a actividades industriales (transportes, materiales de construcción, carpintería, etc.)El incendio, de enormes proporciones, se produjo en la madrugada de ayer. Dio la voz de alarma el encargado de la fábrica de pan Panusa, localizada en la calle Río de la Pila, en el centro de la capital montañesa, a varios kilómetros del Farmacéutico, que está situado en la salida de la ciudad hacia Bilbao, en el centro de un polígono industrial. Inmediatamente acudieron al lugar los parques de bomberos municipal y voluntarios, que nada pudieron hacer para sofocar el fuego y centraron sus esfuerzos en evitar que éste se extendiera a los locales cercanos. La escasez de bocas de agua o, por lo menos, las dificultades para localizarlas, entorpecieron los trabajos. Por otra parte, la inflamabilidad peligrosa de determinados materiales allí almacenados, temiéndose en algún momento una catástrofe mayor.

El edificio siniestrado, que ha quedado totalmente derruido, ocupaba, entre almacén y planta de oficinas, 5.000 metros cuadrados. Propiedad de una sociedad anónima, el Centro Farmacéutico del Norte se había establecido en Santander hace ocho años y daba trabajo a una veintena de personas.

Aunque a primeras horas de ayer se hablaba de centenares de millones de pérdidas y de la posibilidad de que la provincia se quedara sin medicamentos, se sabe que el fuego destruyó unos ciento ochenta millones de pesetas en productos farmacéuticos y que, entre edificios, material de oficina, coches destruidos, etc., la cifra total de pérdidas podría aproximarse a los doscientos millones, así como que el suministro de medicinas a la provincia no sufrirá contratiempos, si bien habrá que recurrir a otros centros farmacéuticos o al propio almacén distribuidor en Madrid. El Centro estaba asegurado.

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