Estados Unidos y China cerca de las relaciones diplomáticas plenas

El portavoz del Departamento de Estado se negó a confirmar o desmentir ayer los rumores que circulan desde hace unos días en esta capital sobre el posible reconocimiento oficial de la República Popular China y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Pekín. Los observadores afirman que los Estados Unidos estarían dispuestos a renunciar definitivamente a sus contactos con Formosa y acelerar el proceso de normalización de las relaciones con China continental. Fuentes diplomáticas aseguran qué el presidente Ford y el secretario de Estado Henry Kissinger han negociado con l...

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El portavoz del Departamento de Estado se negó a confirmar o desmentir ayer los rumores que circulan desde hace unos días en esta capital sobre el posible reconocimiento oficial de la República Popular China y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Pekín. Los observadores afirman que los Estados Unidos estarían dispuestos a renunciar definitivamente a sus contactos con Formosa y acelerar el proceso de normalización de las relaciones con China continental. Fuentes diplomáticas aseguran qué el presidente Ford y el secretario de Estado Henry Kissinger han negociado con los representantes chinos en las Naciones Unidas un acuerdo que debería facilitar el cumplimiento del espíritu y la letra del acuerdo de Changhai. Los comentaristas políticos norteamericanos creen saber que la Administración tenía que haber reconocido ya a las autoridades de Pekín, pero que el presidente prefiere anunciar la decisión de romper con Formosa, después de las elecciones.El Departamento de Estado nos facilita esta lacónica información: «Todo lo que se sabe es que el proceso de normalización de nuestras relaciones con China empezó en 1972 y continúa actualmente. Sin embargo, los diplomáticos estadounidenses no quieren pronunciarse sobre los detalles técnicos delacuerdo de Changhai y nos asegurán que ignoran los planes del presidente al respecto.En todo caso, ciertos indicios permiten hablar del deshielo en las relaciones entre Washington y Pekín, que pasaron por una fase muy crítica durante y después de la Visita del ex presidente Richard Níxon a la capital china. En aquel entonces, los chinos intentaron ejercer presiones sobre la Administración estadounidense recordando a la Casa Blanca que Norteamérica había dado el primer paso hacia la normalización de las relaciones entre las dos grandes potencias y que Nixon fue el artesano de esta política.El establecimiento de relaciones a nivel de embajadas entre los dos países podría interpretarse como una gran victoria del llamado grupo de Pekín, capitaneado por Teng Hsiao-ping. hasta la caída de éste en abril que desea abrir la vía a las inversiones extranjeras y a la industrialización del país.

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