Entrevista:

Colmenar Viejo, un pueblo con deficientes condiciones sunitarias

-¿Cómo funciona la asistencia sanitaria en Colmenar?-En este pueblo hay muchos médicos nominales. Algunos de ellos no residen aquí y sólo vienen a pasar consulta. Sus avisos los dejan en manos de otros compañeros que ya tienen suficiente trabajo por si mismos y esto produce una deficiente atención sanitaria por nuestra parte. Los que residimos en el pueblo tenemos exceso de trabajo. Cuando los pacientes vienen a nuestras consultas las encuentran abarrotadas, y esta situación, general para muchos otros pueblos del país, hace que se pierda en calidad de estudio del enfermo.

-¿Cuántos enfe...

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-¿Cómo funciona la asistencia sanitaria en Colmenar?-En este pueblo hay muchos médicos nominales. Algunos de ellos no residen aquí y sólo vienen a pasar consulta. Sus avisos los dejan en manos de otros compañeros que ya tienen suficiente trabajo por si mismos y esto produce una deficiente atención sanitaria por nuestra parte. Los que residimos en el pueblo tenemos exceso de trabajo. Cuando los pacientes vienen a nuestras consultas las encuentran abarrotadas, y esta situación, general para muchos otros pueblos del país, hace que se pierda en calidad de estudio del enfermo.

-¿Cuántos enfermos recibe en su consulta por término medio cada día?

-Alrededor de 30 enfermos diarios en mi domicilio particular, aunque algunos días he llegado a recibir hasta 60. Tengo tres horas de consulta para recibir a todos ellos. Esto supone que debo atender a diez pacientes por hora, seis minutos para cada uno. Aunque algunos de ellos sólo vienen a por recetas; aun así se llevan su tiempo, y seis minutos para, atender, reconocer y recetar es ridículo. Además, hay que tener en cuenta que la mente del médico no es una máquina, sufre un cansancio que, al final de la consulta se nota: la mente actúa más despacio. Esto por lo que se refiere a la consuta de la tarde. Por la mañana trabajo en el seguro, veo otros 30 enfermos más los diez o 12 avisos que tengo pendientes. En total, durante todo el dia, tengo que atender a 70 enfermos.

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-¿Qué soluciones se pueden ofrecer a este problema?

-Una sola: más médicos del Seguro Obligatorio de Enfermedad que se comprometan a vivir en Colmenar y cobrar las residencia y las urgencias. Limitar el igualatorio me parece injusto y más injusto todavía me parece subir la iguala a nivel de selección, porque saldrían perjudicados los más necesitados. Otra cuestión es el servicio de urgencia y ambulatorio. Colmenar tiene el número de cartillas suficiente para disponer de un lugar de consulta y médicos de guardia, necesita un ambulatorio digno y no la porquería donde pasamos la consulta del seguro, que todos los vecinos conocen bien. El dispensario municipal carece de todo, desde médico a material adecuado, y ello hace más urgente la necesidad de un ambulatorio.

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Somos tres puericultores en Colmenar. Yo tengo 3.000 cartillas, de lo que deduzco que en el pueblo debe haber alrededor de 8.000 cartillas del Seguro Obligatorio de Enfermedad. Si ponemos como media a cuatro familiares por cartilla, suman 24.000 asegurados a los que hay que añadir los del «18 de Julio». Creo que es una cifra respetable para que la localidad esté bien atendida por la Seguridad Social.

-En opinión de los vecinos, ¿Colmenar es un pueblo con deficientes condiciones sanitarias?

-Efectivamente. Colmenar no es un pueblo insano, pero sí sus condiciones. Los niños juegan en las calles polvorientas en tiempo seco y llenas de barro en invierno. La suciedad se acumula en sus manos, y esto da origen a trastornos de tipo digestivo y a casos de hepatitis como los que provocaron la epidemia. Las escuelas no brillan precisamente por su limpieza. Hace poco nos reunimos los médicos del pueblo en el Ayuntamiento para estudiar esta epidemia y vimos que había escuelas que nunca se friegan, se barren una vez por semana, que los inodoros no funcionan y, en definitiva, que las condiciones higiénicas son malas.

Otro grave problema son las viviendas. Han mejorado en su mayoría, pero queda mucha gente que vive en condiciones miserables, en casas húmedas, sin retrete, en ocasiones sólo una taza sucia y un pequeño lavabo exterior. Muchas casas disponen de dos o tres habitaciones para ocho o nueve personas con camas colectivas. En estos sitios duermen juntos padres e hijos. En algunas casas hay enfermos con graves afecciones pulmonares de tipo contagioso. La hepatitis aparece familiarmente, varios casos en el mismo domicilio y en estas casas no solamente se daña la salud física, sino la moral. Una joven de dieciocho años me contó que había visto desde pequeña cómo sus padres hacían el acto sexual porque dormía en la misma habitación. Estos casos son frecuentes. Cuando el hombre llega del trabajo no se encuentra a gusto en el hogar, no puede estarlo por las condiciones en que vive. La solución es buscar el bar más cercano y beber y jugar a las cartas. Las condiciones higiénicas de esos bares son muy malas, con atmósferas cargadas de humo.

-¿Cuáles son las condiciones sanitarias en el ámbito laboral?

-La mayoría de los operarios trabajan sin calefacción en invierno, con corrientes de aire y humedad. Es frecuente ver casos de reúma y enfermedades bronco-pulmonares. Traté a una chica que se quedó coja a consecuencia de un reumatismo cogido en la fábrica de Colmenar en que trabajaba. En los medios de transporte corrientes hay mala calefacción y pésimas condiciones higiénicas. Los coches no se desinfectan y hay hacinamiento de gente en las horas punta. Sobre este particular se elevó una protesta pública cuya manifestación fue prohibida por la autoridad bajo el pretexto de que pudieran ser elementos incontrolados los autores de esta protesta. Finalmente, hay muy pocos médicos de empresa.

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