Italia

El Vaticano contra el compromiso histórico

Todavía conmocionada por los efectos del terremoto que asoló la región del Friuli, Italia vuelve poco a poco a enfrentarse a una realidad política inmediata: las elecciones anticipadas que tendrán lugar dentro de cuarenta días.El primer ministro cesante, Aldo Moro, abrió oficialmente la campaña electoral en la noche del lunes con una intervención televisada en la que prometió que serán hechos todos los esfuerzos para garantizar el orden público durante los comicios. La lucha se centra entre una Democracia Cristiana desgastada por el poder y el Partido Comunista y el Vaticano se ha creído en la...

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Todavía conmocionada por los efectos del terremoto que asoló la región del Friuli, Italia vuelve poco a poco a enfrentarse a una realidad política inmediata: las elecciones anticipadas que tendrán lugar dentro de cuarenta días.El primer ministro cesante, Aldo Moro, abrió oficialmente la campaña electoral en la noche del lunes con una intervención televisada en la que prometió que serán hechos todos los esfuerzos para garantizar el orden público durante los comicios. La lucha se centra entre una Democracia Cristiana desgastada por el poder y el Partido Comunista y el Vaticano se ha creído en la obligación de advertir a los creyentes italianos.

Los partidos políticos están ultimando las listas de candidatos y los símbolos con los que se presentarán a la liza electoral. En cuanto a los programas y plataformas electorales, domina por ahora la cautela y se trata por todos los medios de no llegar a choques frontales que podrían conducir a rupturas históricas.

Se puede decir que la anticipación más importante de estos días ha sido el discurso de monseñor Giovanni Benelli, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, quien, ante la Asociación Austriaca de Política Exterior, habló de las posibilidades concretas del diálogo marxismo-cristianismo.

Para monseñor Benelli existen cuatro formas de diálogo: 1) El verdadero, cuyo objetivo no es llegar a un compromiso, sino el logro de la verdad. 2) Diálogo con adhesión a teorías marxistas, imposible para un cristiano. 3) Diálogo con formas de colaboración que «son siempre peligrosas y arriesgadas». 4) Diálogo de la Iglesia con los países comunistas, que no se trata propiamente de un diálogo, sino de un «modus vivendi» sobre problemas concretos.

Cerrar filas

De las declaraciones del sustituto de la Secretaría de Estado se deduce que el Vaticano no favorecerá en estas elecciones ningún tipo de «adhesiones» ni de «colaboraciones».El tema adquiere actualidad en estos días porque se anuncia que intelectuales católicos se van a presentar como independientes en las listas del Partido Comunista. En Roma, concretamente, serían Rainiero La Valle y Piero Pratesi, respectivamente director y subdirector del órgano católico L'Avennire D'Italia durante el Concilio Vaticano II.

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En el Vaticano, monseñor Benelli, que ya en los años 50 era secretario del sustituto Montini, sería partidario de «cerrar filas» en torno a la Democracia Cristiana de Fanfani, de confrontación directa con el comunismo más que de compromiso o diálogo, mientras que el secretario de Estado, el cardenal François Villot, y monseñor Casaroli piensan que hoy una «cruzada» es inútil para todos y no hay que volver a la contraposición de católicos y comunistas de 1948.

Los comunistas, por su parte, parecen más preocupados de cómo se configurará su interlocutor, la Democracia Cristiana, después de estas elecciones, que son su posible victoria y su eventual programa de gobierno.

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