Maradona, 60 años entre el cielo y la tierra
El astro argentino celebra este viernes su cumpleaños lejos de las multitudes, recluido en su casa por la pandemia
Los inmortales también cumplen años y Diego Maradona llega este viernes a los 60. Lo hará, sin embargo, de un modo muy poco maradononiano: en un nuevo contraste de una vida que, de tan intensa, “es como si cumpliera 600 o 700 años” —como grafica su preparador físico en los días de gloria, Fernando Signorini—. El hombre que siempre convocó multitudes solo podrá festejarlo en soledad.
Para sus fieles, y en Argentina son millones, la mejor hipót...
Los inmortales también cumplen años y Diego Maradona llega este viernes a los 60. Lo hará, sin embargo, de un modo muy poco maradononiano: en un nuevo contraste de una vida que, de tan intensa, “es como si cumpliera 600 o 700 años” —como grafica su preparador físico en los días de gloria, Fernando Signorini—. El hombre que siempre convocó multitudes solo podrá festejarlo en soledad.
Para sus fieles, y en Argentina son millones, la mejor hipótesis es que el ídolo ingrese al campo de juego junto al equipo que dirige, Gimnasia La Plata, en el estreno de la Copa de la Liga Profesional, el torneo que también este viernes reabrirá la competición doméstica después de 228 días sin actividad por la covid-19. La AFA decidió que el primer partido, el equipo de Maradona ante Patronato, fuese como una celebración de cumpleaños simbólica. Sin embargo, a la lógica falta de público en el estadio, posiblemente se le sume la ausencia del propio homenajeado. Un encargado de la seguridad personal del entrenador dio positivo por coronavirus a comienzos de semana y Maradona se encuentra aislado.
Aunque su presencia en el banco de suplentes será resuelta pocas horas antes del partido, colaboradores del técnico dejaron entrever que lo más probable es que Maradona siga el partido desde el televisor de su casa, en la periferia de La Plata. Esa distancia sería una continuidad del aislamiento que lleva el ídolo durante la pandemia: al ser una persona de riesgo, su médico le pidió que restringiera lo máximo posible las salidas de su domicilio.
En las once semanas de pretemporada que Gimnasia realizó para el debut de este viernes, el técnico se acercó apenas a un entrenamiento y a un partido de práctica de sus jugadores, ante San Lorenzo, justo hace un mes, el 30 de septiembre. Un abrazo ocasional con el delantero Nicolás Contín, que a las pocas horas daría positivo, obligó a Maradona —a pesar de que estaba cubierto con una máscara protectora— a recluirse otra vez. Convertido más en un símbolo que un técnico, al equipo lo dirigen en el día a día sus ayudantes Sebastián Méndez y Adrián González. “Con los cuidados del caso, Méndez y González fueron un par de veces a la casa de Diego para hablar sobre el equipo —cuentan empleados de Gimnasia—. Maradona también hace videollamadas con los jugadores y los dirigentes, y se encargó de orientar los refuerzos y confirmar el plantel”. A falta de presencia física, los futbolistas le agradecen a Maradona que mantenga el contacto telefónico.
“En el amistoso con San Lorenzo lo vi con un semblante excelente, con menos peso y con la rodilla mejor”, dijo el futbolista paraguayo Víctor Ayala. “Hasta quería abrazarnos. Cuando volví a la Argentina desde mi país tuve que estar 14 días de cuarentena solo, sin mi familia, y Diego me llamaba para saber cómo estaba".
En el cuerpo técnico de Maradona confían en que, si este viernes finalmente no se presenta ante Patronato, sí pueda hacerlo en las próximas citas de Gimnasia, ante Vélez y Huracán. “Al no haber público, la charla técnica incluso puede hacerse fuera del vestuario, en un lugar al aire libre”, auguran colaboradores del entrenador. Antes de la pandemia, cuando el público estaba permitido en los estadios, cada visita de Maradona era celebrada por los hinchas rivales de Gimnasia como un tributo de agradecimiento.
Desmejora anímica
En horas en que los medios deportivos argentinos hablan de una supuesta desmejora anímica del ídolo —el diario Olé lo definió este miércoles como “más bajoneado de lo normal” y publicó que sus “últimos meses fueron duros”—, Signorini prefiere apuntar a una falta de reacción entre las autoridades del fútbol argentino.
“No creo que sea la mejor versión que Diego pueda disfrutar a esta edad: él debería ocupar otro lugar", dice su preparador físico en México 86 y los años del Nápoles. "Me pregunto qué habría sido de la vida de muchos dirigentes de la AFA sin los logros de Maradona, y sin embargo siguen sin consultarle qué espacio prefiere. Continuar pensando en él como jugador de fútbol es un desperdicio. Ponele que salga campeón con Gimnasia, que encima pelea el descenso, ¿qué le agregaría? Él sería un maestro inmejorable en preparar a los pibes para la vida, como cuando dijo ‘de una patada en el tujes me mandaron de Fiorito a la cima del mundo’. Si cautivó a Oxford en 1995, ¿por qué no recorre las universidades y las aulas argentinas?”, se pregunta.
Según Signorini, “el caso de Diego me recuerda a una de las novelas de (Alfredo) Bryce Echenique, La vida exagerada de Martín Romaña. Si la de Romaña fue exagerada, ¿qué le queda a la de Maradona? Él cumple como 600, 700 años. Pero exageraciones aparte, también pienso que el que está cumpliendo 60 años es Diego, y que Maradona cumple 45, desde que debutó en Primera. Maradona ya dio todo lo que podía dar, ahora recuperemos a Diego, que a muchos pibes les va a mejorar la vida”.
Aún recluido en su casa para evitar los riesgos de contagio, la inventiva oral de Maradona —como si hubiese llevado su pierna izquierda a la lengua después del retiro— no se apagó durante el confinamiento. La novedad es que el rey de las grandes frases, además de decirlas, también empezó a escribirlas en sus redes sociales, en especial en su cuenta de Instagram, @maradona. Saludó con cortesía a Pelé el viernes pasado por sus 80 años y atacó por enésima vez a Mauricio Macri después de que el expresidente argentino dijera que lo había echado de Boca cuando conducía el club.
También durante la pandemia, uno de sus cuñados, Víctor Machuca, de 77 años —esposo de una de sus hermanas mayores, Kity—, murió a causa del coronavirus. A la espera de su presencia en el estadio de Gimnasia para dirigir a sus futbolistas ante Patronato, Maradona festejará sus 60 por la noche en la intimidad de su casa junto a sus familiares más cercanos, pero lejos de las multitudes, por una vez como un dios lejano.