Qué es acabar un edificio
En Wiener Neustadt, al noreste de Austria, el antiguo polvorín de una fortaleza medieval se ha convertido en un centro de exposiciones sin dejar de hablar de su pasado
Entre la densidad del centro urbano y el parque había una vieja fortaleza que el Ayuntamiento de Wiener Neustadt, al noreste de Austria, decidió convertir en centro de exposiciones. El nuevo edificio, finalista de los Premios Mies van der Rohe, cumple así un papel de puente entre lo denso y lo abierto.
El estudio esloveno Bevk Perovic Arhitekti ganó el...
Entre la densidad del centro urbano y el parque había una vieja fortaleza que el Ayuntamiento de Wiener Neustadt, al noreste de Austria, decidió convertir en centro de exposiciones. El nuevo edificio, finalista de los Premios Mies van der Rohe, cumple así un papel de puente entre lo denso y lo abierto.
El estudio esloveno Bevk Perovic Arhitekti ganó el concurso para reconvertir el antiguo polvorín de esa fortaleza medieval en centro cultural, un espacio de exposiciones para la ciudad.
Construyeron en él un inmueble a capas históricas y topográficas. Hoy, lo primero que ha cambiado ha sido la relación entre la fortaleza y la ciudad. Ahora, un hueco hace de plaza y, además de salvar un desnivel, conecta la urbe con la nueva sala de exposiciones. Lo hace inclinándose hacia ese centro ubicado por debajo del nivel de la ciudad. Una vez allí, el hormigón convive con el ladrillo de la antigua fortaleza.
Los arquitectos hablan de una organización laberíntica “casi piranesiana”. ¿Cómo convertir un espacio así en una sala de exposiciones?
La primera decisión fue iluminar cenitalmente. “La luz natural completa el edificio”, apuntan los arquitectos. Y así es: la luz natural llega al final del acceso. Luego la sala asciende hasta el nivel del parque circundante como completando un trabajo tan topográfico como arquitectónico.
Una vez solucionada la topografía, el edificio es un inmueble hecho a capas de historia, de vida ciudadana y de materiales. Así, y paradójicamente, el centro de exposiciones ha hecho revivir la antigua fortaleza: “ahora lo viejo y lo nuevo conviven y se complementan”, señalan los arquitectos. Pero lo cierto es que los materiales pasados y los añadidos hablan juntos.
Al limpiar la estructura original de añadidos, el edificio histórico se desnudó. Su fuerza espacial revivió. Y la serie de pasajes subterráneos (el laberinto) acercaron un mundo pasado, misterioso y oculto, que ahora conecta los espacios. El trabajo ha sido más de limpiar que de reconstruir. Y ha sido la limpieza lo que ha terminado por construir la coherencia del nuevo inmueble.