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‘Núremberg’: la cúpula nazi, en el diván de la historia

Russell Crowe y Rami Malek encarnan a Hermann Göring, el más alto cargo del Tercer Reich hecho prisionero, y al médico psiquiatra que lo trató en prisión, Douglas Kelley

Russell Crowe, en 'Núremberg'.

Núremberg es una eficaz aproximación al histórico juicio a la cúpula nazi tras el final de la Segunda Guerra Mundial a través de la historia de Douglas Kelley, el psiquiatra que evaluó la salud mental de esos jerarcas antes de sentarlos en el banquillo. Fue en noviembre de 1945, hace ahora 80 años, cuando el mundo asistió atónito al juicio por crímenes de guerra y contra la humanidad a 22 altos cargos del Tercer Reich. Hitler, Goebbels y Himmler se habían suicidado, ...

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Núremberg es una eficaz aproximación al histórico juicio a la cúpula nazi tras el final de la Segunda Guerra Mundial a través de la historia de Douglas Kelley, el psiquiatra que evaluó la salud mental de esos jerarcas antes de sentarlos en el banquillo. Fue en noviembre de 1945, hace ahora 80 años, cuando el mundo asistió atónito al juicio por crímenes de guerra y contra la humanidad a 22 altos cargos del Tercer Reich. Hitler, Goebbels y Himmler se habían suicidado, y entre los principales acusados el de mayor rango era Hermann Göring. Durante nueve meses, Kelley analizó la personalidad del militar y de los otros criminales, y llegó a la conclusión de que eran aptos para ser juzgados porque ni estaban locos ni eran meras marionetas. Su fascinación con Göring le descubrió las múltiples caras del fascismo.

Los actores Russell Crowe y Rami Malek encarnan, respectivamente, al militar nazi y al oficial y psiquiatra estadounidense en una película de corte tradicional que logra hablar de Núremberg desde una nueva perspectiva. Gran parte del mérito se debe a su magnífico elenco. Crowe y Malek destacan en los papeles principales, pero también brilla el coro compuesto, entre otros, por Richard E. Grant, Michael Shannon o Leo Woodall. Basada en el libro El nazi y el psiquiatra, del periodista estadounidense Jack El-Hai, la película se detiene en la relación médico-paciente y cómo el estudio de aquellos hombres, de su inteligencia y capacidad, le llevó a unas conclusiones que resuenan en el presente: el fascismo ni murió con Hitler ni se enterró en Núremberg.

Es inevitable establecer conexiones entre el segundo largometraje dirigido por James Vanderbilt (guionista de Zodiac, de David Fincher) y el clásico de Hollywood Vencedores y vencidos, de Stanley Kramer. También con el registro documental que existe del juicio o los materiales que filmaron, entre otros, los hermanos Stuart y Budd Schulberg, George Stevens o John Ford. En Núremberg hay alusiones directas a estos archivos históricos, pero la propuesta se desmarca de la recreación de Kramer en un punto fundamental: Vanderbilt no entra en los testimonios de los supervivientes durante el juicio porque el objetivo de su película no es hablar de las víctimas, sino descifrar la pulsión entre la razón y el mal y desenmascarar su atracción.

Antes de morir en 1947, Douglas Kelley publicó 22 Cells in Nuremberg. A Psychiatrist Examines the Nazi Criminals. Al parecer, nadie hizo mucho caso a sus conclusiones sobre los nazis. El final de su vida, descrito en la película, es revelador; y su memoria, un aviso para navegantes. Los monstruos no son caricaturas con uniforme, sino personas inteligentes y carismáticas convencidas de su superioridad.

Núremberg

Dirección: James Vanderbilt.

Intérpretes: Russell Crowe, Rami Malek, Leo Woodall, John Slattery, Michael Shannon, Richard E. Grant, Colin Hanks.

Género: drama. Estados Unidos, 2025.

Duración: 148 minutos.

Estreno: 28 de noviembre.

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