De las motos y otros cuerpos

Cinco títulos para todos los gustos: un clásico vivo, Joel Meyerowitz, recopila en Hacia la luz (La Fábrica) las imágenes que tomó en los seis meses en que vivió en Andalucía con una familia de gitanos, entre 1966 y 1967. Una etapa que, según confesión propia, supuso un punto de inflexión en su trayectoria y consolidó su nueva forma de fotografiar. Otro clásico contemporáneo, Alberto García-Alix, acaba de publicar el segundo número de Motorcycle Family Circus (...

Cinco títulos para todos los gustos: un clásico vivo, Joel Meyerowitz, recopila en Hacia la luz (La Fábrica) las imágenes que tomó en los seis meses en que vivió en Andalucía con una familia de gitanos, entre 1966 y 1967. Una etapa que, según confesión propia, supuso un punto de inflexión en su trayectoria y consolidó su nueva forma de fotografiar. Otro clásico contemporáneo, Alberto García-Alix, acaba de publicar el segundo número de Motorcycle Family Circus (Cabeza de Chorlito), una cuidada revista de gran formato dedicada al mundo de la moto y su particular imaginario de carretera, gasolina y cuero. Incluye 80 espectaculares imágenes del fotógrafo, motero él mismo, que rezuman pasión por este universo.

El paisaje de Castilla-La Mancha es la ruta que recorre el fotógrafo Sebastián Bruno, quien en Duelos y quebrantos (Anómalas) se posiciona como un moderno Don Quijote en su intento por crear un paralelismo entre la sociedad descrita por Cervantes y la contemporánea. Un particular viaje por una tierra a menudo incomprendida. Otro intenso recorrido es el que realiza Laia Abril en On Abortion (Dewi Lewi), en el que la fotógrafa reúne imágenes, documentos y testimonios sobre las consecuencias de no poder acceder al aborto de forma legal y segura. Una impactante investigación en torno a un mundo invisible, pese a que cerca de 47.000 mujeres mueren al año por abortos ilegales.

Otra mujer, Isabel Muñoz, acaba de publicar La antropología de los sentimientos (The Red Eye), una relectura de sus momentos creativos que generan un discurso diferente, más abierto y más grave también, en el que, como es marca de la casa, el cuerpo humano se configura como el tablero poderoso, bello y tangible sobre el que trabajar.