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EE UU se une a Arabia Saudí, Irán y Rusia en el grupo de países que menos hacen contra el cambio climático

Un informe que clasifica el desempeño de las naciones contra el calentamiento advierte del “retroceso a gran escala” con Trump. España, mientras tanto, asciende hasta el grupo de naciones mejor valoradas

Este martes se ha presentado en la cumbre del clima que se está celebrando en la ciudad brasileña de Belém, la COP30, el Índice del Desempeño de Cambio Climático, una clasificación que muestra la implicación de los Gobiernos del mundo en la lucha contra el calentamiento. Este informe se lleva realizando ya 21 años y uno de los titulares más claros de la edición de este 2025 es el desplome de Estados Unidos de la mano de Donald Trump. Este país pasa a estar en el grupo de los cuatro países que menos hacen contra el cambio climático de los analizados. El último lugar lo ocupa Arabia Saudí, un petroestado que lleva años aplicando todo tipo de tácticas para rebajar la ambición de las cumbres climáticas. Le siguen, por este orden, Irán, Estados Unidos y Rusia.

El informe analiza las políticas de 63 países del mundo, que son responsables del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Está liderado por las organizaciones Germanwatch, NewClimate Institute y CAN International, y en su elaboración participan más de 450 expertos en clima y energía de ONG, grupos de analistas e instituciones científicas. Para clasificar a las naciones se tienen en cuenta cuatro categorías: la reducción de los gases de efecto invernadero (que es la que tiene un mayor peso en la puntuación final), el avance de las energías renovables, el uso de energía y las políticas climáticas.

Como hacen desde la primera edición, los tres primeros puestos los dejan vacantes, como muestra de que ningún país es suficientemente ambicioso en sus medidas. El mejor valorado, que ocupa el cuatro puesto, vuelve a ser Dinamarca, gracias a su apuesta por las renovables. Le siguen el Reino Unido, Marruecos y Chile. España sube en la edición de este año cinco puestos, hasta el 14, y entra en el grupo de Estados que tienen un desempeño “alto”.

“España continúa su camino de reducción sustancial de emisiones con la legislación de la UE integrada en los planes de acción nacionales”, apunta el informe. “Las políticas fiscales verdes y la incorporación progresiva de criterios climáticos en la contratación pública son vitales en la transición en curso de los combustibles fósiles”, añade el estudio. España, de la mano de la vicepresidenta Sara Aagesen, ministra también de Transición Ecológica, aspira a impulsar la ambición en esta cumbre del clima, que se celebra en un momento muy complicado para el multilateralismo en general y la lucha contra el calentamiento en particular.

Uno de los responsables principales de esta situación tan complicada es EE UU y el nuevo Gobierno que lidera Donald Trump tras las elecciones de hace un año. Este país destaca en la parte baja del ranking presentado este martes y está entre las naciones con un desempeño “muy bajo”. “Estados Unidos recibe calificaciones muy bajas en todos los ámbitos, en emisiones de gases de efecto invernadero, en energía renovable, en política climática y en uso de energía”, detalla el informe.

“Con la segunda presidencia de Donald Trump ha habido un retroceso a gran escala de las políticas climáticas a nivel nacional e internacional”, añaden los expertos que señalan como causa principal que el mandatario “niega el cambio climático provocado por el hombre”.

Dentro de sus fronteras, “las políticas clave que apoyan la acumulación de energía renovable y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero han sido revocadas junto con la promoción de la expansión de los combustibles fósiles”, añaden.

En el plano internacional Trump no solo ha sacado a Estados Unidos del Acuerdo de París, algo que se materializará en enero, y ha decidido no mandar negociadores a la COP30, sino que ha mostrado una actitud amenazante contra los países que han querido avanzar en medidas climáticas. Ocurrió en octubre, cuando la Casa Blanca amenazó con sanciones y aranceles a los Gobiernos que apoyaran un nuevo impuesto a las emisiones del transporte marítimo internacional.

Que no cuente con una representación del Gobierno de EE UU en la cumbre no significa que no hayan acudido algunos mandatarios y representantes de este país a Belém. Uno de ellos ha sido el senador demócrata Sheldon Whitehouse, quien en un acto en el pabellón de España el sábado pasado sostuvo que el Gobierno de Trump “está corrompido” por “la industria de los combustibles fósiles”. En su opinión, la Administración del republicano “está ejecutando una agenda de la industria de los combustibles fósiles que fue comprada y pagada por la industria de los combustibles fósiles”, señaló en unas declaraciones recogidas por la agencia Efe.

Otro de los cargos estadounidenses que ha acudido a esta conferencia de Belém ha sido el Gobernador de California, el también demócrata Gavin Newsom. “Trump es temporal, es imprudente, es caótico”, dijo este político, que algunos sitúan como posible candidato demócrata en las próximas elecciones presidenciales en EE UU.

“La gente tiene que plantarse, hay que plantarse ante un matón”, añadió Newsom en referencia a la actitud que está mostrado en muchos foros internacionales en los que se discuten políticas medioambientales. Y, en cierta forma, en esta cumbre de Belén se decide si la mayoría de países se plantan ante Trump y siguen avanzando en la lucha climática en el seno de la ONU.

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