Elecciones europeas: un voto crucial para el planeta
Amigos de la Tierra, Greenpeace, Seo/Birdlife y WWF piden elegir a representantes que comprendan la urgencia de la crisis ambiental y que estén dispuestos a tomar medidas audaces
En la próxima década, las decisiones que tomemos serán cruciales para el futuro de nuestro planeta. En junio de 2024, las elecciones al Parlamento Europeo nos ofrecen una oportunidad única para influir en la dirección que tomará Europa en términos de políticas ambientales. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación están alcanzando niveles alarmantes, y necesitamos actuar con urgencia y determinación. La ...
En la próxima década, las decisiones que tomemos serán cruciales para el futuro de nuestro planeta. En junio de 2024, las elecciones al Parlamento Europeo nos ofrecen una oportunidad única para influir en la dirección que tomará Europa en términos de políticas ambientales. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación están alcanzando niveles alarmantes, y necesitamos actuar con urgencia y determinación. La Unión Europea ha sido históricamente una fuerza impulsora en la agenda verde global, y en estas elecciones, nos jugamos mucho más que unos escaños parlamentarios; nos jugamos nuestro futuro y el de las próximas generaciones.
Estamos viviendo una era de crisis múltiples. La crisis climática amenaza con un aumento de la temperatura global de 2.9 °C por encima de los niveles preindustriales, con Europa calentándose aún más rápido. Esta situación trae consigo eventos climáticos extremos que afectan directamente a nuestras comunidades. Por otro lado, la pérdida de biodiversidad está llevando a la extinción de especies a un ritmo sin precedentes, lo que amenaza la estabilidad de los ecosistemas de los cuales dependemos. Además, la contaminación del aire, agua y suelo sigue siendo una amenaza grave para la salud pública y el bienestar de todos los seres vivos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció recientemente el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Este reconocimiento subraya la importancia de proteger nuestro entorno no solo como una necesidad ambiental, sino como un derecho humano fundamental. Un ambiente sano es fundamental no solo para la supervivencia de las especies, sino también para la economía y la salud humana. Los ecosistemas saludables proporcionan servicios vitales como la purificación del agua, la polinización de cultivos y la regulación del clima. La degradación ambiental, por tanto, no es solo una cuestión ecológica, sino una cuestión económica y social y afecta a los derechos de las personas. Esto refuerza la urgencia de adoptar políticas que garanticen un ambiente sano para todos.
La importancia de la UE en políticas verdes
La Unión Europea ha sido una líder mundial en la promoción de políticas ambientales ambiciosas. Iniciativas como el Pacto Verde Europeo han establecido metas claras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la energía renovable y proteger la biodiversidad. Desde la COP28, la UE se propone triplicar la capacidad instalada de energía renovable y duplicar la tasa de eficiencia energética de aquí a 2030. Sin embargo, a pesar de estos avances, necesitamos redoblar nuestros esfuerzos. La UE debe comprometerse a una Unión climáticamente neutra para 2040 y libre de contaminación para 2030. Y todo ello debe hacerse sin dejar a nadie atrás, la transición ecológica y energética tiene que ser una transición justa.
En los últimos meses, hemos visto cómo políticas y normativas esenciales de la UE han sido debilitadas o incluso bloqueadas por la presión de algunos partidos ante la proximidad de las elecciones. Estos retrocesos son alarmantes y demuestran la necesidad de elegir representantes comprometidos con la agenda ambiental.
La política ambiental de la UE no solo afecta a Europa. Dada su influencia global, las decisiones tomadas aquí tienen repercusiones en todo el mundo. Las normativas europeas a menudo sirven como modelo para otras regiones y países, impulsando un cambio positivo a nivel global. Por lo tanto, estas elecciones son una oportunidad para reforzar y expandir el liderazgo de la UE en la lucha contra la crisis ambiental.
Tenemos una responsabilidad ineludible con las generaciones futuras. Si no actuamos ahora, dejaremos un legado de desastres climáticos, pérdida de biodiversidad y degradación ambiental que será difícil, si no imposible, de revertir. La juventud de hoy ya está alzando su voz, demandando acción y justicia social y climática. Es nuestro deber escucharlos y tomar acciones decisivas.
Un llamamiento a la acción
En estas elecciones europeas, cada voto cuenta. Debemos elegir a representantes que comprendan la urgencia de la crisis ambiental y que estén dispuestos a tomar medidas audaces. Los partidos, así como candidatas y candidatos que priorizan la justicia social, la protección del medio ambiente y la sostenibilidad deben ser nuestra opción. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué partido y qué candidatos y candidatas pueden asegurar que vivamos en un mundo mejor?
Al votar, estamos eligiendo el futuro que queremos. Un futuro en el que las personas estén en el centro, los ecosistemas sean restaurados y protegidos, en el que el aire que respiramos y el agua que bebemos sean limpios, y en el que la economía se transforme para ser más justa y sostenible. Este es un llamamiento a toda la ciudadanía: participen en las elecciones, voten por el futuro del planeta, y asegúrense de que su voto sea consciente y reflexivo.
Estas elecciones no son solo una cuestión de política, sino de supervivencia. Es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con la justicia climática y ambiental, y para demostrar que estamos dispuestos a tomar las decisiones necesarias para proteger nuestro planeta. El futuro está en nuestras manos, y ahora más que nunca, debemos actuar.
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