La violenta dana que azota Grecia, Turquía y Bulgaria causa al menos 14 muertos

Las lluvias torrenciales aíslan provincias, devastan infraestructuras y ponen en riesgo monumentos clásicos

Un hombre intenta salir de su coche en la ciudad griega de Volos, una de las más castigadas por la dana Daniel, este miércoles. Foto: HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE) | Vídeo: EPV
Mitilene / Estambul -

Las lluvias de dimensiones bíblicas que empezaron a azotar el lunes Grecia para extenderse después a Turquía y Bulgaria han causado al menos 14 muertos ―una cifra que probablemente aumentará, ya que varias personas permanecen desaparecidas―, han inundado ciudades, destruido infraestructuras y causado daños en el patrimonio monumental clásico que atesora la zona, cuya gravedad todavía no ha podido ser determinada....

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Las lluvias de dimensiones bíblicas que empezaron a azotar el lunes Grecia para extenderse después a Turquía y Bulgaria han causado al menos 14 muertos ―una cifra que probablemente aumentará, ya que varias personas permanecen desaparecidas―, han inundado ciudades, destruido infraestructuras y causado daños en el patrimonio monumental clásico que atesora la zona, cuya gravedad todavía no ha podido ser determinada.

Nunca había llovido tanto en Grecia. O, mejor dicho, los servicios meteorológicos nunca habían observado tal cantidad de precipitaciones en un solo día. Los habitantes de Magnesia, una céntrica región situada a medio camino entre Atenas y Tesalónica, viven uno de los días más complicados que recuerdan. Llueve tanto que tal vez los récords no queden registrados: el Observatorio Nacional de Atenas ha publicado que la mayoría de las estaciones meteorológicas de Magnesia y las islas Espóradas, donde han recibido cantidades extremas de lluvia en los últimos dos días, han dejado de transmitir sus datos debido a los cortes de electricidad.

Un hombre mira los destrozos causados en una vivienda tras las lluvias torrenciales en la localidad de Nea Lefki (Grecia). KOSTAS MANTZIARIS (REUTERS)
Un equipo de emergencias rescatan a un niña en un cámping en Kirklareli (Turquía), este martes. Ali Can Zeray (AP)
Varias personas caminan por una carretera colapsada por las inundaciones en Volos (Grecia).YANNIS KOLESIDIS (EFE)
Georgia abraza a su padre tras haber sido rescatada por los bomberos en Larissa, Grecia, este miércoles. KOSTAS MANTZIARIS (REUTERS)
Un hombre es rescatado de la zona inundada en el distrito de Kucukcekmece, Estambul, en la madrugada del martes al miércoles. YASIN AKGUL (AFP)
Un hombre se abre paso en una tienda de muebles inundada en Estambul, Turquía. ERDEM SAHIN (EFE)
Bomberos rescatan este miércoles a una familia y sus mascotas en la ciudad de Larissa (355 km al norte de Atenas). KOSTAS MANTZIARIS (REUTERS)
Un hombre camina entre el lodo en la ciudad griega de Volos, este miércoles. YANNIS KOLESIDIS (EFE)
Camiones y contenedores inundados en un centro de distribución de Halkali en Estambul. ERDEM SAHIN (EFE)
Una excavadora intenta retirar el lodo acumulado en el distrito de Kayasehir, en Estambul, Turquía, en la noche de este martes.Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)
Un bombero trabaja en las labores de asistencia este miércoles en Volos, una de las localidades más afectadas por la tormenta Daniel. LOUISA GOULIAMAKI (REUTERS)
Los equipos de rescate buscan a afectados por las fuertes lluvias en Kucukcekmece, Estambul. Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)
Trabajadores municipales de Kucukcekmece, Estambul, intentan acceder a un edificio inundado tras las fuertes lluvias registradas en la madrugada del martes al miércoles. Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)
Vías de tren en Volos (300 km al norte de Atenas), inundadas tras las lluvias torrenciales de este martes y miércoles. LOUISA GOULIAMAKI (REUTERS)
Un hombre limpia la carretera tras los destrozos producidos por la dana, este martes en Volos (Grecia).EUROKINISSI (REUTERS)
Un coche en una de las zonas inundadas a causa de las lluvias torrenciales, este martes en Volos (Grecia).EUROKINISSI (AFP)
Un hombre y una mujer caminan entre las calles de Volos este martes. HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE)
Una persona recibe un mensaje de alerta que prohíbe el tráfico en la región de Magnesia, a causa de la dana, este martes.HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE)
Un camión intenta avanzar por una carretera inundada durante la tormenta 'Daniel', este martes en la zona de Volos (Grecia).HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE)
Un hombre es rescatado en Volos, durante la tormenta 'Daniel', este martes.HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE)
Tres personas se desplazan en una excavadora para ayudar durante la tormenta 'Daniel', este martes en la zona de Volos (Grecia).HATZIPOLITIS NICOLAOS (EFE)
Un río se desborda, durante la tormenta 'Daniel', en Volos (Grecia), este martes.LOUISA GOULIAMAKI (REUTERS)
Un coche atrapado en una carretera dañada a causa del temporal, en Volos, este martes.EUROKINISSI (via REUTERS)
Un árbol cae en un río durante la tormenta 'Daniel' este martes en Volos. EUROKINISSI (via REUTERS)

Efthymis Lekkas, uno de los mayores expertos en desastres naturales de Grecia, ha calificado la dana Daniel (el primer medicane o huracán mediterráneo de la temporada) como histórica. Lekkas ha dado cifras apabullantes a los medios locales: “En Volos [capital de Magnesia] se depositaron 150 millones de toneladas de agua y lodo en un solo día. Es prácticamente imposible que ninguna infraestructura soporte todo este volumen”, aseguró. Este veterano académico, que dirige uno de los servicios de prevención de catástrofes del país, afirma que, aunque nunca se había visto nada similar, no le causa sorpresa: “El fenómeno tiene una intensidad muy alta, extrema, tanto por su duración como también porque ocupa un área geográfica muy grande. Pero venimos previendo esta posibilidad desde 2015, está esencialmente documentado”.

Daños causados en un camping en Tsarevo (Bulgaria), este miércoles. STOYAN NENOV (REUTERS)

El cuerpo de bomberos informó a través de X, antiguo Twitter, que ocho de sus agentes recuperaron el cadáver de una anciana de 87 años en un arroyo de Paltsi, en la península de Pilio (Magnesia). Además, un ganadero de 51 años falleció este martes. La tercera víctima de estas fuertes tormentas es un hombre de 82 años que fue aplastado por un vehículo en la zona de Ellinopyrgos en Karditsa, según ha informado este miércoles el diario Kathemirini. También han desaparecido otras dos personas, de 85 y 70 años. Aún no se tienen noticias del padre que fue arrastrado por la riada el martes, mientras conducía el coche donde viajaba con su hijo. Aunque inicialmente los medios locales publicaron que se trataba de una persona de 34 años, este miércoles la agencia estatal AMNA ha asegurado que es un hombre de 42 años. Los bomberos localizaron con vida a una pareja de turistas austriacos que durante unas horas fueron contabilizados como desaparecidos.

Vista aérea de una zona afectada por las inundaciones en Volos, este miércoles. STRINGER (AFP)

El alcalde de Volos, Ajileas Beos, ha calificado el estado de su ciudad como en “situación de guerra” y ha reconocido que, a pesar de los esfuerzos, los servicios municipales no han podido restablecer el suministro de electricidad y agua potable. Los residentes de la zona no pueden utilizar la telefonía fija desde el martes por la tarde y, debido a la falta de electricidad, tampoco pueden recargar los móviles en los pocos sectores donde las antenas siguen en funcionamiento. Es una dificultad extra para evaluar las consecuencias, dado que muchas zonas están totalmente aisladas también por tierra y los helicópteros no pueden volar en las condiciones de vientos huracanados o lluvia torrencial que no cesa desde el lunes por la noche.

Daños en la ciudad antigua de Epidauro

Otras provincias también están sufriendo los rigores de Daniel. El alcalde de la turística localidad de Epidauro, Tassos Chronis, ha calificado los daños como “gravísimos”, tanto en la ciudad nueva como en la antigua, mundialmente famosa por su teatro y el sitio arqueológico que lo rodea. Lárisa, la quinta ciudad más grande del país, está en alerta roja. En Tríkala, otra importante ciudad del centro del país, la policía ha prohibido la circulación. Daniel ha llegado ya a la región de Atenas pero, hasta el momento, no ha provocado daños en la capital ni tampoco en el Pireo, el principal puerto del país.

Este miércoles se están produciendo fuertes tormentas en varias regiones del centro que no solo no remitirán, sino que volverán a intensificarse el jueves por la mañana, según la previsión. Especialmente en las zonas orientales de Tesalia y las Espóradas. El Servicio Metereológico Nacional Heleno También pronostica fuertes lluvias en el Peloponeso, Macedonia central, Ática, las Cícladas y Épiro, es decir, en las demarcaciones más turísticas del país, cuando aún no ha terminado la temporada alta.

La nota surrealista del día la ha protagonizado el servicio de emergencias 112, que envió un mensaje de aviso a la ciudad equivocada. La alerta estaba destinada a los residentes de Imathia, Pieria y Jalkidikí, pero fue recibida por los residentes de Tesalónica.

La trampa urbanística de Estambul

Parte de la borrasca Daniel llegó al noroeste de Turquía durante este martes, provocando riadas e inundaciones que han dejado al menos siete muertos, más de una docena de heridos y varios desaparecidos. Pese a que en Estambul la precipitación fue menos copiosa que en Grecia (se recogieron 125 litros por metro cuadrado en la orilla europea) y apenas se prolongó durante la tarde y parte de la noche, la propia estructura urbana de la megalópolis turca (con construcciones en colinas, hondonadas y antiguas torrenteras) provocó el desastre, como en anteriores ocasiones de fuertes lluvias.

A una mujer turca de 57 años se la llevó por delante una riada cuando salía de un café en el distrito de Basaksehir y su cadáver fue recuperado horas después; y un hombre de 32 años y nacionalidad guineana perdió la vida en las inundaciones en el vecino distrito de Küçükçekmece. Otras doce personas han resultado heridas y permanecen ingresadas, informó el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca. Durante toda la noche, más de 2.000 efectivos de bomberos y protección civil, así como de otras agencias municipales, llevaron a cabo decenas de rescates y achicaron litros y litros de agua de túneles y calles.

Un equipo de emergencias rescatan a un niña en Kirklareli (Turquía), este martes. Ali Can Zeray (AP)

En la provincia turca de Kirklareli, fronteriza con Bulgaria, las abundantes lluvias provocaron el desbordamiento de un río en una zona boscosa cercana al municipio de Igneada. El río anegó en agua y barro una carretera y arrastró vehículos, los bungalows de un camping y maquinaria de una instalación maderera. Se perdió el contacto con doce personas en la zona, lo que motivó el inicio de una operación de búsqueda con efectivos de las agencias estatales AFAD y UMKE, y también de la guardia costera, ya que se trata de una zona muy cercana a la costa del mar Negro. Seis de los desaparecidos fueron rescatados y de otros cinco solo se hallaron los cadáveres, mientras continúan las labores de búsqueda de la persona restante.

Apenas una treintena de kilómetros al norte, ya en territorio búlgaro, Tsarevo, una turística ciudad también en la costa del mar Negro, amaneció de luto oficial por las víctimas de las lluvias torrenciales, que han provocado el desbordamiento de varios ríos y graves riadas. También se han cancelado las celebraciones del día nacional de la Unificación en toda la región. El estado de emergencia se ha declarado en la zona y se ha instado a los vecinos y turistas a que no bajen a las plantas bajas. Varios hoteles y al menos dos campings han sido evacuados. En uno de ellos, el nivel del agua alcanzó los dos metros, arrastrando hasta el mar coches y caravanas. Dos personas (un hombre y una mujer) murieron el martes al destrozar una riada el puente en que se hallaba su vehículo. Este miércoles se ha conocido que otras dos víctimas en Bulgaria: se trata de una madre y su hija que se encontraban desaparecidas por las fuertes lluvias. Los cuerpos fueron hallados en el mar por un barco patrulla.

Un vehículo dañado en Volos, Grecia, este miércoles.LOUISA GOULIAMAKI (REUTERS)

Las lluvias torrenciales, antaño escasas en esta zona del mar Negro, se están haciendo cada vez más frecuentes. En Tsarevo se llegaron a recoger el martes 300 litros por metro cuadrado. El primer ministro búlgaro, Nikolay Denkov, aseguró que estas precipitaciones cuadriplican la media habitual de precipitación. En declaraciones citadas por la Agencia de Noticias Búlgara, el ministro de Medio Ambiente, Julian Popov, admitió este lunes que las infraestructuras búlgaras no son las adecuadas: “Estamos siendo testigos del cambio climático, lo que significa un mayor riesgo de sucesos extremos. Incluso aunque las lluvias de ayer [martes] no alcanzaron el récord de precipitación, podemos esperar lluvias más intensas y frecuentes en el futuro”.

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