La Comisión Europea recibe 260.000 firmas contra la ley andaluza para ampliar regadíos junto a Doñana

El comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, reitera que España aún no protege la reserva como determinó el Tribunal de Justicia de la UE

El comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, este miércoles en Bruselas, junto a representantes de organizaciones ecologistas que le han entregado 260.000 firmas para defender Doñana. Foto: BERNAL REVERT | Vídeo: EPV

Las organizaciones ecologistas WWF, SEO BirdLife, Salvemos Doñana, Ecologistas en Acción y la plataforma ciudadana Movemos Europa han entregado este miércoles en Bruselas al comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, 260.000 firmas de ciudadanos del continente contra la proposición de ley impulsada por la derecha andaluza (PP y Vox) que prevé ampliar los regadíos de fresas junto a Doñana.

La Comisión Europea ha aclarado que vigila de cerca la tramitación de la norma en el Parlamento andaluz, paralizada de momento p...

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Las organizaciones ecologistas WWF, SEO BirdLife, Salvemos Doñana, Ecologistas en Acción y la plataforma ciudadana Movemos Europa han entregado este miércoles en Bruselas al comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, 260.000 firmas de ciudadanos del continente contra la proposición de ley impulsada por la derecha andaluza (PP y Vox) que prevé ampliar los regadíos de fresas junto a Doñana.

La Comisión Europea ha aclarado que vigila de cerca la tramitación de la norma en el Parlamento andaluz, paralizada de momento por el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), hasta después de las elecciones generales. Sinkevičius ha explicado que por ahora su Departamento sigue estudiando las alegaciones del Ministerio y la Junta que presentaron el pasado otoño para evitar las multas millonarias a España por incumplir la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que en 2021 obligó a proteger Doñana.

El estado de la reserva, Patrimonio de la Humanidad, se politizó esta pasada primavera después de que la derecha andaluza repescara su proposición de ley de 2022, y ha sido motivo de reproches continuos entre el Gobierno y la Junta, que se han culpado de que la agricultura intensiva, el turismo y la sequía hayan dejado el acuífero sobreexplotado y bajo mínimos. Este descenso de las aguas subterráneas, el peor en décadas según los científicos, ha hecho que la mayoría de humedales de Doñana hayan desaparecido y por tanto la biodiversidad se ha visto muy mermada.

Con este panorama de deterioro medioambiental y pelea política nacional, Bruselas ya alertó en abril de que el plan de regadíos andaluz podía tener “efectos desastrosos” e “infringir” las leyes medioambientales europeas y recordó que estaba sobre la mesa la posibilidad de reactivar las multas millonarias por desproteger Doñana. Pero el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, cuestionó a Sinkevičius por “hacer campaña para Pedro Sánchez”, lo que forzó a la Comisión a defenderle. Desde entonces, y ante la continuidad electoral en España desde las municipales a las generales, Bruselas ha evitado pronunciarse sobre la polémica para evitar el fuego cruzado nacional.

Vista aérea de Invernaderos de frutos rojos en Lucena del Puerto (Huelva), el pasado abril. PACO PUENTES

Mientras, la disputada Ley para la Restauración de la Naturaleza, una pieza clave para la transición verde que propone la Comisión, sigue en el aire. Después de que los conservadores llamaran a tumbarla y fuera rechazada en la comisión de Medio Ambiente, la próxima semana se votará en el pleno de la Eurocámara, a la que llega debilitada.

Sobre Doñana, este miércoles la Comisión ha aclarado que las autoridades españolas aún no han ejecutado lo que les exige la sentencia del tribunal de Luxemburgo y ha avisado de que tomará todas las medidas necesarias para cumplir el mandato de los jueces. “Lo he visto [al comisario] bastante comprometido con Doñana y le hemos pedido que se mantenga al margen de la polarización que vive ahora España, para preservar el bien común que es el parque”, ha valorado Ester Asín, directora de la oficina europea del fondo WWF, presente en la reunión. “El comisario comparte nuestras preocupaciones dado el carácter único de Doñana”, ha ensalzado.

Las cinco organizaciones ecologistas tachan el plan andaluz para ampliar regadíos de “atentado ecológico” y “auténtica burla a la normativa europea”, y recuerdan que generará más presión sobre el acuífero de Doñana: “Supone una clara invitación a futuras ocupaciones ilegales de nuevas superficies forestales”, critican.

Bárbara Herrero, encargada de la política de naturaleza de BirdLife en Europa y Asia Central, ha sido positiva sobre la postura del comisario europeo durante la media hora de su reunión con las organizaciones: “Está muy al tanto del procedimiento de infracción contra España y es interesante que haya resaltado la importancia de llevar a cabo una agricultura sostenible que no dañe las áreas protegidas”. BirdLife ha recordado a Sinkevičius el descenso de aves acuáticas que paran en Doñana: de las 600.000 que invernaban a principios de los años noventa, se ha pasado a un censo el año pasado de solo 80.880 ejemplares, la segunda peor cifra de toda la serie histórica.

“El comisario ha afirmado categóricamente que en el supuesto que la sobreexplotación de las aguas subterráneas continúe, también acabará la agricultura. No solamente el espacio protegido, sino también la agricultura”, ha resumido tras el encuentro Juan Romero, de la plataforma Salvemos Doñana. Carlos Dávila, de SEO BirdLife, ha avisado: “Si el parque nacional de Doñana se extingue, será un enorme fracaso de la Comisión Europea, no solamente de Andalucía y de España. Por ello exigimos a la Comisión que actúe con toda la fuerza y con todos los medios que tenga a su alcance para revertir esta situación”, informa Efe.

Tras la reunión en Bruselas, las organizaciones han alertado de que Doñana es solo un espejo de otros ejemplos: “Esta se está convirtiendo en una historia común en toda Europa: espacios naturales protegidos que están siendo arrasados, casi siempre con intereses políticos o económicos. No frenar esta ley sentaría un lamentable precedente fundamental para el resto de humedales y paisajes en Europa, ya que, si cae Doñana, pronto caerán otros”.

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