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Informe sobre la aplicación del aborto en tres causales en Chile: “Las mujeres no se atreven a ir al hospital”

Solo un cuarto de las mujeres que acudió en 2023 al Observatorio de la Ley Aborto (OLA) para interrumpir su embarazo fue a un servicio de salud

aborto en chile
Activistas se manifiestan a favor de la despenalización del aborto, frente al Congreso en Buenos Aires, en Argentina, el 19 de febrero de 2020.Natacha Pisarenko (AP)
Antonia Laborde

En 2023 hubo profesoras, manicuristas, policías, auxiliares de aseo, estudiantes, entre muchas otras ocupaciones que acudieron al Observatorio de la Ley Aborto (OLA) en búsqueda de información o acompañamiento para interrumpir su embarazo bajo las tres causales legales en Chile: que la vida de la madre esté en peligro, que exista inviabilidad fetal de carácter letal y embarazo por violación (hasta 12 semanas de gestación y hasta 14 semanas para menores de 14 años). De las 3.159 llamadas, la organización social le hizo seguimiento a 906 casos, de los cuales solo un 24% acudió a un servicio de salud. De ellas, casi tres cuartos abortaron por la causal de violación. El 92% no denunció a su agresor, revela el reciente informe publicado por OLA, que trabaja observando el funcionamiento de los 69 hospitales que realizan abortos bajo las tres causales en el país sudamericano.

Prácticamente la mitad de las mujeres y niñas y adolescentes que acudieron a OLA y compartieron su información personal habían sido diagnosticadas con alguna condición de salud mental. El grueso tenía entre 18 y 39 años, y una de cada 10 era menor de edad. El 35% eran estudiantes, la mayoría trabajadoras y un 18% se dedicaba exclusivamente a las tareas de trabajo doméstico y cuidados.

“Las mujeres no se atreven a ir a un hospital y decir que quieren abortar”, alerta Milena Meza, portavoz de OLA, sobre el cuarto de mujeres que desean interrumpir su embarazo y finalmente acuden a un centro de salud para someterse a la intervención. El miedo es la principal barrera. Miedo al servicio de salud, al agresor y a la judicialización. “Piensan que no les van a creer en el hospital. La mitad está en causal tres y le temen a los hombres que las violaron. Dicen que se van a enterar. Tampoco quieren enfrentar a su agresor en tribunales. Las menores de edad deben interponer una denuncia para que el caso sea investigado y no quieren”, explica Meza.

De ese 24% que decide acudir a un servicio de salud a solicitar el aborto, un 32% no logran acceder a uno. “La causa principal en esto es que se cuestionan los relatos de las mujeres. Les dicen que vayan a Carabineros y no van y desaparecen. A las que se atienden, son evaluadas, después reevaluadas, y van pasando la semanas y no les dan una respuesta mientras su salud mental se deteriora. También tenemos casos donde les dicen que tienen que esperar hasta la semana 30 para ver si realmente hay inviabilidad fetal o que se les van a pasar todos los síntomas con la gestación. A otras les han dicho en la ventanilla del hospital que no existe esa ley en Chile”, comenta Meza. OLA sistematiza toda esa información y la comparten en reuniones técnicas con agentes involucrados en el asunto que van desde funcionarios de salud hasta el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

La principal causal por la que acuden a OLA es la de embarazo por violación (48%). Tres cuartos de ellas conocían a su agresor y podrían encontrarse con él. En el 32% de los casos, la pareja de la víctima fue quien la violó. De las 436 mujeres, 144 acudieron a un servicio de salud y 110 pudieron acceder a la ley de aborto. En estas situaciones, los equipos de trabajo de funcionarios de la salud del Programa IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), juegan un rol fundamental, apunta el informe, ya que son los responsables de constituir la causal, sin necesidad de la participación de médicos en la decisión. Los testimonios recogidos por OLA dan cuenta de experiencias positivas, por ejemplo, en atenciones ambulatorias y urgentes que se resuelven el mismo día.

El que un 92% de las víctimas no denuncie a su agresor, Meza lo atribuye a las estructuras de violencia que existen en la cultura de la violación. “Sabemos que denunciando a un agresor no vas a tener justicia al otro dia. Es un proceso largo, revictimizante. Los hombres tienen mucho poder y por eso las mujeres tienen tanto miedo. También están las instituciones objetoras de conciencia. Todas esas cosas dan la sensación de que él va a salir ganando”, apunta la portavoz de OLA, quien confía en que tratando estos temas públicamente, empujen a cambiar las cosas.

El número de hospitalizaciones por embarazo terminado en aborto en 2023 fue 21.444, según el registro del Departamento de Estadísticas e Información de Salud, DEIS, dependiente de la subsecretaría del ministerio de Salud. De esos, poco más de 6.500 se deben a aborto retenido (detención del embarazo, aunque no se expulsa espontáneamente el embrión o el feto), seguido por aborto no especificado (5.080, que incluye complicación con infección genital y pelviana y hemorragia excesiva o tardía), aborto espontáneo (4.658) y embarazo ectópico (3.561, cuando un óvulo fecundado se implanta y crece fuera de la cavidad principal del útero). Solo cuatro figuran en la categoría de aborto fallido.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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