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Desinterés, incertidumbre y poca fiesta: el cierre de las campañas del plebiscito constitucional en Chile

Los comandos de las dos opciones que estarán en la papeleta el domingo salen a la calle por última vez en actos marcados por la poca asistencia y con la contingencia jugando contra el Gobierno de Boric

Un grupo de personas reunidas en el centro de Santiago, este 14 de diciembre.
Un grupo de personas reunidas en el centro de Santiago, este 14 de diciembre.Sofía Yanjarí

Chile ha entrado este jueves en los descuentos para votar en el plebiscito, el domingo de 17 de diciembre, la nueva propuesta constitucional que pretende cambiar la actual ley de leyes nacida en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que ha sido reformada unas 70 veces desde 1989. Tras 37 días de campaña, los comandos de las opciones A favor y En contra han llevado a cabo esta jornada los últimos actos en distintas regiones del país con una discreta participación, antes de que más de 15 millones de chilenos acudan a las urnas. El texto que se plebiscitará no logró consenso político al interior del Consejo Constitucional, un órgano electo de 50 integrantes en el que 33 eran de las derechas –22 de ellos del Partido Republicano que lidera José Antonio Kast– y 17 del oficialismo.

Las izquierdas chilenas se han manifestado en contra de la propuesta, lo que ha implicado una situación compleja. Aunque llevan años empujando reemplazar la Constitución actual, pues pese a sus reformulaciones, le achacan como pecado original haber nacido en dictadura, ahora están por mantenerla. La oposición, en cambio, impulsa la opción A favor.

Uno de los banderazos del En Contra se ha realizado este jueves al mediodía en el Paseo Ahumada, un lugar emblemático del centro de Santiago donde pasan miles de personas a diario. Allí, bajo el sol, junto a unas 150 personas, acudió una de las portavoces del En Contra, la alcaldesa de Peñalolén Carolina Leitao, democristiana. Sobre el dilema de apoyar en este referéndum la Carta Magna vigente, ha dicho que nunca imaginó que en la propuesta “iba a haber tal nivel de sesgo y egoísmo político de querer proponernos una Constitución peor que la de 1980″.

Una ciudadana mira propaganda de la opción en Contra.
Una ciudadana mira propaganda de la opción en Contra.Cristóbal Venegas

“Este texto retrocede. Es la Constitución 2.0 de la de 1980, que ya ha sido modificada y que tanto ha costado avanzar por todas las amarras que tenía y que se ha ido modificando. Es volver atrás no solo 30 años, sino que mucho más”, ha asegurado Leitao a EL PAÍS. A pocos metros, mientras las decenas de vendedores ambulantes gritan sus productos y los peatones caminan con prisa, una entusiasta voluntaria del En Contra intenta convencer a una mujer de que el texto vigente es mejor que la que se plebiscitará: “No podemos retroceder en derechos”.

La mujer es Marité, de 70 años. Y es de los pocos transeúntes que ha decidido pedir información. Se lleva un folleto que dice “ante un texto que divide, un voto que nos una”, y que enumera ocho razones para votar En contra. Comenta que está casi decidida a rechazar, pero que le falta meditar. Esa postura refleja el frenesí de la voluntaria por convencerla. Un 16% aún no ha definido su voto, según la última encuesta Cadem publicada previo a la prohibición de informar, que rige 15 días antes de la cita electoral.

Por la tarde, en la Alameda se realizó una manifestación de mujeres y del movimiento feminista que están por la opción En Contra. Desde el oficialismo sostienen que la propuesta podría suponer una regresión en los derechos de las mujeres porque la propuesta establece que “la ley protege la vida de quien está por nacer”. Esto podría chocar con la ley de aborto en tres causales (riesgo de vida de la madre, violación o malformación fetal), aprobada en 2017. En paralelo, en Maipú, la segunda comuna con más habitantes de Santiago, se ha realizado esta tarde un segundo banderazo del En Contra en la capital chilena.

Plebiscito constitucional en Chile
Un hombre en el cierre de campaña de la opción en Contra, este jueves.Sofía Yanjarí

“Si el Gobierno está En contra, Chile está a favor”

A las salidas de las bocas de metro de la estación Tobalaba, en el sector oriente de la capital denominado coloquialmente Sanhattan, en un guiño a la neoyorquina Manhattan por los rascacielos de oficinas, decenas de coordinadores de la opción A favor se reunieron para regalar la propuesta constitucional a los transeúntes y ondear banderas en las esquinas. Representantes del Partido Republicano, de la derecha dura, y de Chile Vamos, la coalición de la derecha tradicional, promovieron las propuestas anticorrupción del texto como respuesta a la reciente detención de Daniel Andrade y Carlos Contreras, vinculados al oficialismo y dos de los principales protagonistas del caso Convenios, la trama de corrupción sobre el traspaso de dineros públicos a fundaciones privadas que investiga el Ministerio Público.

Personas ondean banderas de la campaña a Favor, este jueves en Santiago.
Personas ondean banderas de la campaña a Favor, este jueves en Santiago.Cristóbal Venegas

Entre los panfletos que repartían a los ciudadanos se leía: “Si el Gobierno está En contra, Chile está A favor”. “Los que indultaron delincuentes, los manilarga [ladrones] de Democracia Viva [la fundación implicada en el caso Convenios que representaba legalmente Andrade ligada al partido oficialista Revolución Democrática] quieren que votes En contra”, rezaba la propaganda. Otra, difundida por la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido de la derecha histórica, decía el Gobierno no quería que la ciudadanía leyera la propuesta y, entre las razones que enumeraban, decían: “Se van todos los inmigrantes ilegales” y “La economía volverá a funcionar”.

La campaña del A favor ha intentado instalar la idea de que el plebiscito es sobre el Gobierno de Boric, que cuenta con un 30% de aprobación. La Administración de izquierdas ha insistido en la imparcialidad que deben tener ante el proceso, aunque en la interna se sabe que la rechazan, una opción que han hecho pública los partidos que la conforman. Jaime Coloma, de la UDI, sostuvo a las afueras del metro Tobalaba que los textos de la propuesta que repartieron las autoridades del Gobierno de Boric “fueron muy escuálidos” porque “no les gusta esta Constitución, no quieren darla a conocer porque saben que es la Constitución de la seguridad”, y añadió: “Votar A favor es votar a contra del Gobierno, porque saben que los va a obligar a hacer cosas que ellos no quieren hacer”.

El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, publicó en X un mensaje que decía: “Andrade vota En Contra, Chile vota A Favor”. La alcaldesa de Providencia de la UDI, Evelyn Matthei, la principal carta presidencial del partido, escribió: “Dos votos menos para el En Contra”, en alusión a las detenciones de Andrade y Contreras.

plebiscito constitucional de Chile 2023
Una persona disfrazada de la propuesta constitucional en el cierre de campaña.Cristóbal Venegas

La presidenta del Consejo Constitucional, la republicana Beatriz Hevia, acudió esta mañana al banderazo final por el A favor. A pesar de que las encuestas muestran a la opción En contra con ventaja -el último sondeo oficial se publicó dos semanas atrás por la veda-, Hevia se mostró optimista sobre el posible triunfo, tras haber “luchado contra la desesperanza y el desinterés”. “Las encuestas efectivamente son una evaluación, una foto de un minuto, pero la única encuesta que verdaderamente importa es la del domingo”, sostuvo a EL PAÍS.

Sobre la batería de leyes que habrá que aprobar en el Congreso en el caso de que se gane el A favor para implementar la Carta Magna, lo que extendería el debate constitucional, la republicana aseguró: “Creo que los proyectos de ley que tengan que presentarse paulatinamente tienen relación con las urgencias sociales, como la asesoría a las víctimas [Defensoría de las Víctimas], para hacernos cargo de la seguridad, y la Agencia Anticorrupción, para hacernos cargo de la corrupción”.

Este nuevo proceso se dio después de que en septiembre de 2022 un 62% de la ciudadanía rechazara una propuesta de una convención de izquierdas. La propuesta actual, en cambio, solo ha contado con los votos de las derechas y ha estado marcado por el desinterés y la desconfianza en la política de los chilenos. Esa situación no solo la han mostrado en forma sostenida las encuestas durante ocho meses, sino que también se ha reflejado en los pocos asistentes que han acudido a los distintos cierres de campañas a lo largo del país.

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