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La trama, paso a paso, del audio filtrado del abogado Luis Hermosilla que desató un escándalo judicial en Chile

La grabación de una cita entre un penalista influyente, una abogada desconocida y un empresario en aprietos legales, que circuló por mensajes anónimos, es investigada por la Fiscalía por eventual soborno a funcionarios públicos para conseguir información privilegiada

Ana María Sanhueza
Luis Hermosilla
El abogado Luis Hermosilla.MARIO TELLEZ

La noticia explotó la tarde del martes 14 de noviembre, cuando el medio de comunicación Ciper Chile publicó el artículo “Aquí estamos haciendo una huevá que es delito”: el audio en el que Luis Hermosilla menciona pagos a funcionarios del SII y la CMF”. Allí se reprodujo una conversación privada entre Hermosilla (67 años), un conocido penalista con lazos políticos transversales; su entonces cliente, el empresario Daniel Sauer (45), dueño del factoring Factop y de la corredora de bolsa STF, investigado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y querellado por su exsocio Rodrigo Topelberg (44). La tercera voz es de la abogada Leonarda Villalobos (51), quien era muy cercana a Sauer.

Villalobos era hasta el martes una desconocida abogada que recibió su título hace dos años. Con los días, no solo se conviritó en la pieza clave del caso, sino que varios medios chilenos han confirmado que fue quien realizó la grabación. Pero, lo que todavía no se sabe, es quién la filtró a través de mensajes anónimos de WhatsApp.

En el registro, de junio, Hermosilla se refiere a pagos “en sobres” a funcionarios públicos, que no identifica, del Servicio de Impuestos Internos (SII) y de la CMF. Son dos organismos de máxima importancia: el SII es una pieza clave del engranaje institucional chileno y los ingresos fiscales dependen, en parte, de la labor que desarrolla, mientras que la CMF es ente regulador de los mercados financieros. El objetivo era obtener, supuestamente, información privilegiada que favorecería a Sauer en su causa. Villalobos era de confianza de Sauer, de quien él ha dicho que la conocía desde 2016 como “la abogado tributaria externa de la empresa”. Incluso, en el audio dice: “Para mí la Leo es familia”. En la cita, los tres analizaban la estrategia legal a seguir frente a la investigación de la CMF, como crear “una caja negra” para los pagos.

Los tres estaban reunidos en la oficina de Hermosilla en Vitacura, en el sector oriente de Santiago.

La revelación ha remecido a Chile y ha abierto un debate en el mundo legal, empresarial y político. “Es difícil pensar en un mejor guion para el primer episodio de una serie de corrupción”, ha dicho a EL PAIS el economista y profesor de la Universidad de Chile Eduardo Engel, quien en 2015 presidió una comisión de probidad empujada por la expresidenta socialista Michelle Bachelet tras escándalos judiciales que involucraron a la política y los negocios.

“Es posible que estemos presenciando el comienzo de un caso mayor de corrupción, donde irá apareciendo más y más evidencia. Un abogado que, supuestamente, puede influir sobre los fallos en casos de delitos económicos mayores sugiere que podría ser una práctica común. Después de todo, los abogados que no ofrecen estos servicios no podrían competir. Esa es una posibilidad. Otra posibilidad, sin embargo, es que en realidad se trate de un abogado vendiendo servicios a un cliente, servicios que no tiene la menor intención (o posibilidad) de concretar y que el cliente no tiene cómo verificar. En esa situación, las implicancias sistémicas serían acotadas”, agregó Engel.

La Fiscalía ha abierto, el martes 14 por la tarde, una investigación por soborno que ha calificado como secreta. Pero la trama no empezó ese día, pues hay una serie de sucesos que la antecedieron.

Mensajes anónimos

Uno de esos sucesos ocurrió el lunes 13, cuando un fiscal chileno recibió un mensaje anónimo a su Whatsapp que contenía el audio. Y, según el Diario Financiero, venía desde un número de un teléfono móvil del Reino Unido con el nombre N3m3s1s.

Ese mismo día, por la tarde, llegó a la Unidad de Investigación de la CMF otro Whatsapp, también anónimo, con la grabación.

Tanto la CMF como el SII han abierto investigaciones internas y han hecho denuncias a la Fiscalía el 14 de noviembre. El 15, por la mañana, Hermosilla emitió una declaración en la que acusó haber sido “objeto de una maniobra siniestra”. “Están en juego el estado de derecho y el rol de los abogados, desde que, por medio de la comisión de un delito de grabación y difusión de conversaciones privadas amparadas en el secreto profesional, se accede a ellas”. También negó haber “pagado ni ofrecido beneficio a funcionario público alguno”.

Mientras se hacía público el comunicado del penalista, Leonarda Villalobos se conviritió en la primera de los implicados en declarar ante la Fiscalía. Fue un hecho que alimentó las sospechas de que ella había grabado la conversación y que colaboraba con el Ministerio Público. Esto, pues en medio de su testimonio, que duró más de 10 horas, carabineros allanó la casa de Daniel Sauer. Al día siguiente, el 16, cuando Villalobos testificaba por segunda vez, la policía allanó también la oficina de Hermosilla.

A la entrada del edificio donde se ubica el estudio jurídico estaba Juan Pablo Hermosilla, el hermano del penalista, quien asumió su defensa. Ese día señaló que detrás del caso de su hermano puede haber una “maniobra política” y que “es probable que haya comisión de delito”. El jueves 17, planteó su tesis: “Todo indica que hay un tercero que le paga a una persona, que es abogado de otra persona, para que grabe una reunión para que ese tercero, que es interés contrario con el cual están peleando, tenga acceso a eso. Yo no sé si eso es una prueba lícita o no”.

Un asalto, un café y una grabación

Las suspicacias de que Leonarda Villalobos estuviera tras la grabación comenzaron miércoles 15. Ese día, el medio Ex-Ante, mientras ella declaraba ante la Fiscalía, la situó como “la sospechosa de grabar el audio en la oficina de Luis Hermosilla”. Esto, pues al comienzo del registro, de unos 140 minutos pero con 105 de la conversación que son objeto de la indagatoria, se escuchan sus tacones llegando a la oficina del Hermosilla. Incluso, la abogada saluda a aparentemente a la recepcionista, y le cuenta que ha sido asaltada “hace una hora” por “dos cabros chicos [muchachos]”, que “me pegaron un combo [golpe]” y “me rajaron [rompieron] la oreja”. “Terrible”, le dice la mujer. “¿Quieres un tecito o algo?”. Villalobos prefiere un café.

Poco después, comienza la conversación de Villalobos, Sauer y Hermosilla.

Ha sido el viernes 17 que tanto el Diario Financiero como La Tercera han afirmado que Leonarda Villolobos admitió ante la Fiscalía que fue ella quien hizo la grabación, y que descartó ante el Ministerio Público un eventual soborno a funcionarios, lo que no significa que no se investiguen los posibles pagos y se busque a los supuestos funcionaros aludidos.

Según La Tercera, pese al contenido del audio, Villalobos negó los pagos, argumentando que hubo una estrategia de ella y Hermosilla “para obtener dinero de su cliente”, dice el diario. También, el periódico ha aportado otro dato: que Villalobos realizó la grabación para entregarla a Rodrigo Topelberg, el exsocio de Sauer que se querelló en su contra. Sauer y Topelberg eran, además, amigos desde el colegio.

Parte de esa tesis ya había sido esgrimida por el propio Sauer 24 horas antes. El jueves 16, el diario La Segunda entrevistó al empresario y le preguntó si sospechaban que la conversación fue grabada y vendida para “afectar al grupo Sauer y a Luis Hermosilla”. Sauer respondió: “Sé, de buena fuente, que esta grabación estaba en manos del abogado de un exsocio mío hace un tiempo, lo sé por gente que me comentó que él mostró el audio a otras personas. Todos esos detalles los tendré que entregar a fiscalía para su análisis e investigación”.

Ni en esa entrevista, ni en el comunicado que emitió ese mismo día, Sauer dio nombres. Pero, por la tarde, los abogados de Topelberg emitieron una declaración pública desmitiendo “tajantemente que algún miembro del equipo legal de Rodrigo Topelberg haya comprado o divulgado el audio en cuestión, lo cual no responde más que a una estrategia que busca desviar la atención de las estafas cometidas por él (Daniel) y su hermano (Ariel)”.

“Nunca te dañé, siempre te cuidé”

Pero hay más. El viernes 17, La Segunda publicó una nueva pieza del puzzle, cuando reveló unos mensajes de Whatsapp, que el diario recibió en forma anónima, que Leonarda Villalobos envió a Topelberg la mañana del martes pasado, 14 de noviembre. Aquello ocurrió seis horas antes de la publicación de Ciper.

Los mensajes revelan cercanía entre ambos: “Rodrigo, cuando te escribí ayer fue porque de verdad te extrañaba y quería hablar contigo. Yo nunca te dañé, siempre te cuidé, nunca me aproveché, nunca pensé en dañarte ni a ti ni menos a tu familia (...)”. Villalobos le achaba la filtración del audio.

“Ese audio no tiene legimitidad, si yo hubiera hecho eso, lo hubiera hecho hace rato, la verdad”. “Ese audio no me beneficia”, le respondió Topelberg.

Según Sauer, Hermosilla y Villolobos dejaron de representarlo el 31 de julio, y que la asesoría legal “culminó con el fallo desfavorable, resultando en el cierre de STF Corredores de Bolsa y la imposición de multas extraordinariamente altas, sin precedentes en el mercado de valores. Desde luego, en este contexto, estamos a disposición para cualquier investigación de las autoridades pertinentes, ya que no tenemos nada que ocultar”.

Sauer y Hermosilla serán pronto citados por la Fiscalía.

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Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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