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La derecha chilena fracasa en su intento de destituir al ministro de Educación de Boric en el Congreso

El desmarque de las fuerzas moderadas empuja una nueva derrota de la oposición contra un secretario de Estado del mandatario de izquierdas

Antonia Laborde
Marco Antonio Ávila, ministro de Educación
El ministro de Educación chileno Marco Antonio Ávila en una imagen de sus redes sociales.RR SS

El Congreso chileno ha rechazado este miércoles la acusación constitucional presentada por la oposición contra Marco Antonio Ávila, ministro de Educación del presidente de izquierdas Gabriel Boric. Una serie de declaraciones homófobas contra el líder de la cartera le restaron apoyos al libelo de las bancadas más moderadas. La derecha tradicional y la extrema derecha votaron en bloque a favor de destituir al secretario de Estado por infringir el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos y el incumplimiento de sus responsabilidades para hacer frente a la “profunda crisis educativa”. Con 78 votos en contra y 69 a favor, el libelo fue desestimado en la Cámara de Diputados y Diputadas. En cuatro de los siete capítulos de la acusación se hacía referencias a las políticas de género o educación sexual.

La acusación presentada por 10 parlamentarios conservadores tomó vuelo en el Congreso hasta que uno de los invitados a declarar ante la comisión fue Marcela Aranda, directora del Observatorio Legislativo Cristiano. La exportavoz del llamado Bus de la libertad, traído a Chile en 2017 por la organización española ultracatólica Hazte Oír, sostuvo en su exposición: “Su activismo LGTBIQ+ [el del ministro] y su condición ha superado el límite de lo privado”. Aranda asistió a la comisión en el cupo de invitados del partido de derecha tradicional, Renovación Nacional (RN). Sus declaraciones, catalogadas de homófobas por La Moneda y organizaciones LGTBIQ+, hicieron retroceder a los congresistas de Evópoli (centroderecha) y de la Democracia Cristiana (partido de centroizquierda que no es parte del Gobierno), quienes estaban evaluando si votar a favor de destituir al ministro Ávila. El voto en contra de ambas formaciones fue clave para el triunfo del oficialismo.

El diputado Diego Schalper, secretario general de RN, calificó la decisión de Evópoli de “una puñalada al corazón de Chile Vamos [la coalición que agrupa a los tres partidos de la derecha]”. “Francamente, nunca estuvo en nuestros pronósticos que el salvavidas del ministro de Educación vendría de ellos”, añadió. El jefe de la bancada de Evópoli, Francisco Undurraga, argumentó que “a pesar de la paupérrima gestión del ministro Ávila, el libelo presentado por los legisladores no permite jurídicamente aprobarlo”. Desde la Democracia Cristiana explicaron que tras revisar todos los antecedentes, concluyeron que no existía el merito para apoyarla.

Los siete capítulos de la acusación incluían el retraso en la entrega de los resultados de la prueba del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) de 2022, -los peores de la última década-, el ausentismo y la deserción escolar (más de 50.000 estudiantes abandonaron el sistema educativo entre 2021 y 2022), problemas en la infraestructura y deterioro de la calidad educacional. También el incumplimiento del papel de supervisión de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) por supuestas irregularidades en los fondos para los programas de alimentación escolar.

Esta es la cuarta acusación constitucional presentada por la oposición que fracasa en su intento de destituir e inhabilitar de ejercer cargos públicos por un plazo de cinco años a algún miembro actual o antiguo de la Administración de Boric. El resultado de la votación es un respiro para el oficialismo, que está en medio de una crisis por el llamado Caso Convenios, por el traspaso de millonarios fondos del Estado a fundaciones sin fines de lucro ligadas a Revolución Democrática (RD), el partido de Ávila. La formación política es de las más importantes del Frente Amplio, la coalición del mandatario chileno, y cuyo fundador y líder es el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, de quien varios parlamentarios de las derechas han exigido su dimisión.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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