El festejo de la derecha extrema chilena, puertas adentro: Dios, banderas de Chile y el cómic de Capitán América
El Partido Republicano de José Antonio Kast celebró con sus símbolos el triunfo del domingo tras alcanzar un 35% de la votación y 23 escaños en el Consejo Constitucional
”Muchas gracias a Dios, y que ¡viva Chile!”, dijo José Antonio Kast para terminar el discurso más esperado de la jornada de elecciones en la sede del Partido Republicano. El escenario se instaló en el patio de una casa antigua y tradicional de Las Condes –uno de los sectores más acomodados de Santiago–, donde unos 250 adherentes de la colectividad de extrema derecha celebraron anoche un resultado electoral histórico, que ni los más optimistas preveían solo un par de horas antes.
Aún con luz de sol, los primeros republicanos –provenientes de distintos sectores de Santiago, desde niños hasta ancianos, aunque predominaban los jóvenes de entre 20 y 30 años– empezaron a aparecer pasadas las cinco de la tarde. Casi en silencio, llegaban con banderas chilenas, pancartas en que se leían las palabras refrescar, recuperar, reconstruir; mientras los más atrevidos lucían camisetas de lycra ajustadas, estampadas con el torso musculoso del personaje de cómic Capitán América: el escudo del superhéroe de Marvel es muy parecido a un logotipo de la esta fuerza política.
A las seis de la tarde, cuando ya se empezaba a sentir el frío de la tarde otoñal, nadie hablaba de “paliza” en el lugar, menos Ruth Hurtado, la Secretaria General del partido. De 40 años, en cambio, la dirigente prefería destacar que en La Araucanía –región ubicada 650kilómetros al sur de Santiago, y que ella representó como convencional en el primer proceso constituyente– se había vivido una mañana ”violenta”, con barricadas y apedreos de buses que transportaban personas a locales de votación.
El ánimo empezó a cambiar cuando los canales de televisión empezaron a transmitir en directo los conteos de las primeras mesas, que de inmediato marcaron una tendencia favorable para los republicanos.
”Vamos a celebrar hoy”, gritó un militante que entró envuelto en una bandera de dos metros de largo, cuando desde afuera se escucharon los primeros bocinazos de los autos que pasaban frente a la casa, flanqueada por media docena de camiones con antenas que transmitieron en directo las primeras reacciones oficiales de las figuras principales del partido.
Frente a una veintena de cámaras, el senador y uno de los rostros emblemáticos de la colectividad, Rojo Edwards, decía: “Uno tiene que tener tranquilidad cuando es derrotado y humildad cuando triunfa”.
Respondiendo a la pregunta sobre una meta de candidatos electos, Edwards se mostraba sereno y conforme frente a la posibilidad de que los republicanos sumaran cinco consejeros para la convención que comenzará a trabajar el próximo 7 de junio. “Si son más, bienvenidos sean”, remató Edwards.
Eran las 18.45 horas y, a esas alturas, uno de esos cinco convencionales era, ya con seguridad, el abogado constitucionalista Luis Silva, quien se paró con aplomo frente a los micrófonos para decir: “se habla de cinco consejeros, pero esperamos que sean más”, destacando que los resultados eran reflejo de un trabajo de largo plazo iniciado en 2017 por José Antonio Kast, cuando postuló a La Moneda como independiente, antes de fundar el partido en 2019.
“Estamos lejos de querer boicotear este proceso, como también de renunciar a los principios que nos han caracterizado, que no son una novedad ni un secreto para nadie”, comentaba Silva, que con el pasar de las horas se convertiría en el consejero constitucional más votado del país, al obtener poco más de 700.000 votos en la Región Metropolitana y pulverizar los pronósticos de varias encuestas.
A las 19.30 horas ya nadie tenía dudas de un triunfo demoledor en la sede de los republicanos, y en el patio principal de la casa flameaban banderas chilenas mientras decenas coreaban una canción de la campaña, titulada El ritmo de la reconstrucción, cuyo coro dice “Reconstruir…juntos este país / Recuperar… paz y tranquilidad / Refrescar… nuevos rostros vamos a dar / Re-Re-Re-Re Republicanos”, mezcla de sonidos pop y urbanos.
“Es una verdadera fiesta lo que se vive a esta hora”, describía en directo un reportero de televisión. “Ustedes pueden ver la efervescencia que hay en este lugar. Yo creo que aquí se esperaban un buen resultado, pero la verdad es que ellos mismos están sorprendidos”.
Uno de los asombrados era Ives Arancibia, de 34 años, asesor creativo de la campaña de Luis Silva. “La gente quiere volver al orden, a como era todo antes del estallido delictual del 18 de octubre”, era su explicación para el triunfo de la colectividad, aludiendo a la revuelta social de 2019.
”Yo pienso que este es un voto de castigo al Gobierno de Boric”, decía José Hidalgo, de 61 años, reciente militante del partido, quien explicaba el éxito por la capacidad del partido “para interpretar los problemas reales de los chilenos hoy: delincuencia, terrorismo en la Región de la Araucanía e inmigración desatada en el norte”.
Aunque los temas migratorios son parte central del discurso del partido nacido en 2019, varios migrantes también celebraban en el lugar, como la venezolana de 58 años Yvel Fernández. Desde Maracaibo, en 2019 ella llegó a Santiago “huyendo de un país que mataban en cada esquina por robar un teléfono celular”. Frente a los desafíos migratorios que enfrenta Chile y la dura postura del Partido Republicano, Fernández dijo estar de acuerdo, argumentando que se debe “clasificar a los inmigrantes para saber quién es quién, y devolver a los que llegan a delinquir”.
A las nueve de la noche en punto, el momento más importante de la noche empezó con la aparición de Kast sobre el escenario. “Muy buenas noches republicanos”, dijo el líder de la colectividad, en un ánimo lejos del triunfalismo reinante. Marcando desde las primeras líneas un tono serio, casi lacónico, en su discurso Kast partió diciendo que hoy los chilenos viven agobiados por la incertidumbre económica y problemas de seguridad, para después calificar a la Administración de Boric como “incapaz” de resolverlos.
”Chile ha derrotado a un Gobierno fracasado”, dijo Kast ya cerrando su discurso. “Hoy es el primer día de un futuro mejor para nuestro país. Un nuevo comienzo para Chile. Hoy comenzaremos a reconstruir y recuperar nuestro querido país”.
Ilusionados ya con la campaña presidencial de 2025, la multitud de republicanos estalló en aplausos y cerró la noche gritando: “Se siente, se siente, Kast Presidente… Se siente, se siente, Kast Presidente…”.
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