Colau y Artadi, unidas por la moda

Las paredes centenarias del Recinto Modernista de Sant Pau vuelven a acoger cuatro días frenéticos de moda y glamour. No es la primera vez que la 080 Barcelona Fashion recala en el conjunto modernista construido por Lluis Domènech i Montaner. Pero en esta edición, la número 23, la pasarela reivindica con fuerza su espíritu “abierto, creativo e internacional”. Esta vez sí ha habido inauguración institucional -el año pasado apenas acudieron políticos en la cita por la agitada situación que vivía Cataluña-, que ...

Las paredes centenarias del Recinto Modernista de Sant Pau vuelven a acoger cuatro días frenéticos de moda y glamour. No es la primera vez que la 080 Barcelona Fashion recala en el conjunto modernista construido por Lluis Domènech i Montaner. Pero en esta edición, la número 23, la pasarela reivindica con fuerza su espíritu “abierto, creativo e internacional”. Esta vez sí ha habido inauguración institucional -el año pasado apenas acudieron políticos en la cita por la agitada situación que vivía Cataluña-, que ha sido presidida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, y la de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón.

 “La industria de la moda en Cataluña es importantísima, con más de 60.000 personas trabajando, una facturación de 15.000 millones de euros y 4.300 empresas dedicadas a ella”, ha querido destacar la consellera de Presidencia. En este sentido, Artadi ha dicho que, aunque no son datos “espectaculares”, el sector empieza a ver síntomas de recuperación después de la crisis económica y ha apuntado que industria y administración deben seguir trabajando de la mano en cinco ejes: fortalecer las empresas, mejorar las sinergias entre diseño, producción y distribución, incrementar la internacionalización, mejorar la oferta de estudios y formación, y adaptar la transformación tecnológica. “Tenemos una gran marca, que es Barcelona, y un gran país, Cataluña, que está muy internacionalizado”, ha sentenciado.

En la misma línea se ha expresado Colau, quien ha catalogado Barcelona como “referente del diseño”, aunque no ha querido cantar victoria y ha alertado que el sector aún puede consolidarse más y mejor. Por ello, según la alcaldesa, empresas y diseñadores deben tener en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías y de la sostenibilidad, así como de los jóvenes emprendedores que empiezan su aventura en el mundo de la moda. “La sostenibilidad no es opcional o un valor añadido, sino que es central para hacer viable el modelo y el sector”, ha asegurado.

Una treintena de firmas desfilaran por la pasarela catalana hasta el jueves. La primera en hacerlo ha sido TEOH&LEA, una marca de moda femenina que se ha estrenado este año en la 080, seguida de la ya veterana Lola Casademunt, gracias a quien, por primera vez, se ha podido ver encima de la pasarela a una modelo embarazada. También Sita Murt, quien ha vuelto después de dos años de ausencia. “La colección de este año es un homenaje a las mujeres que nos abrieron el camino cuando el mundo era aún muy masculino”, señala Isabel Esteve, actual directora de la firma e hija de su fundadora. Aunque su madre murió hace ya cinco años, la marca aún la lleva presente en sus piezas de punto con enfoque femenino, y no para de crecer. “Tenemos un showroom en Nueva York y en Los Ángeles, aunque contamos con distribuidores por casi todos los Estados Unidos”, remarca Esteve, quien no quiere quitar importancia al mercado español y europeo, ya consolidado.

Por la tarde ha sido el turno de ESCORPION Studio Barcelona, Naulover o CHULAAP. Esta última es una de las cuatro firmas internacionales que desfilará sus diseños este año por la 080, con una colección de estampados africanos y colores que reflejan los tonos del alba y el atardecer en África. Por último, el diseñador José María García González, conocido por su marca Ze García, ha sido el encargado de cerrar esta primera jornada de moda. El año pasado, el catalán sorprendió a todos con un desfile protagonizado por influencers, y esta edición lo ha hecho con una colección de aires barrocos e inspirada en la figura de la ministra de moda de Maria Antonieta: Rose Bertin. Con ella ha encontrado “el sentido histórico de su etapa como diseñador”.