Un ‘mapa del dolor’ para mejorar la estancia hospitalaria

Can Ruti crea un sistema para registrar y tratar el dolor de los pacientes ingresados

Una paciente marca en una escala la intensidad de dolor que sufreCan Ruti

El hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti) ha puesto en marcha un sistema para registrar y tratar el dolor de los pacientes ingresados. Se trata de una especie de mapa del dolor que, con una escala de colores, registra el nivel de dolor de los enfermos hospitalizados, habitación por habitación. “El mapa muestra todos los registros de dolor de un paciente desde su ingreso en el hospital. La herramienta no sirve para comparar pacientes, sono para ver cómo evoluciona cada uno de ellos porque cada persona percibe el dolor a su manera”, explica Patricia Barroso, enfermeda clínica del ...

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El hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti) ha puesto en marcha un sistema para registrar y tratar el dolor de los pacientes ingresados. Se trata de una especie de mapa del dolor que, con una escala de colores, registra el nivel de dolor de los enfermos hospitalizados, habitación por habitación. “El mapa muestra todos los registros de dolor de un paciente desde su ingreso en el hospital. La herramienta no sirve para comparar pacientes, sono para ver cómo evoluciona cada uno de ellos porque cada persona percibe el dolor a su manera”, explica Patricia Barroso, enfermeda clínica del dolor.

El dolor se registra como la quinta constante vital que miden los profesionales a los pacientes ingresados. Los enfermeros la miden al menos tres veces diarias a través de la Escala Visual Analógica (EVA), donde el paciente señala del 1 al 10 la intensidad de dolor. Con la nueva herramienta de Can Ruti, el equipo médico puede tener una visión global del nivel de dolor en el hospital a través de un mapa de colores: en verde los que tienen dolor leve, naranja los que sufren dolor moderado y rojo los que refieren un dolor intenso.

Los profesionales de la unidad del dolor pueden detectar los picos de dolor, revisar la historia clínica de los pacientes para identificar posibles causas y administrar, de una forma optimizada, el tratamiento analgésico más adecuado para cada paciente. A cabo de una hora, la enfermera puede volver a medir la intensidad del dolor del enfermo a través de la escala EVA y constatar si el tratamiento está funcionando.

“El mapa es una herramienta excelente para mejorar el control del dolor y la calidad asistencial. Aporta información extraordinaria que permite detectar los pacientes que tienen o han tenido dolor las últimas 24 horas”, explica el doctor Daniel Samper, jefe de la Clínica del Dolor.

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