Prisión para el hombre que retuvo más de cinco horas a la mujer del cónsul de Mali en Barcelona

El detenido, de 40 años, exigía un visado para poder viajar a su país

El hombre que retuvo cinco horas a la mujer del cónsul honorario de Mali y la víctima, durante el secuestro.Albert Garcia

El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del hombre detenido el lunes por retener durante más de cinco horas a la mujer del cónsul honorario de Mali en Barcelona, en la sede del organismo. El juez le acusa de un delito de detención ilegal, con el agravante de "fijación de condición: obtención de un visado a otorgar por el cónsul".

El hombre, de 40 años y originario de Mali, retuvo desde las tres de la tarde hasta...

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El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del hombre detenido el lunes por retener durante más de cinco horas a la mujer del cónsul honorario de Mali en Barcelona, en la sede del organismo. El juez le acusa de un delito de detención ilegal, con el agravante de "fijación de condición: obtención de un visado a otorgar por el cónsul".

El hombre, de 40 años y originario de Mali, retuvo desde las tres de la tarde hasta las ocho y media a la mujer, exigiendo que le facilitasen los documentos para poder viajar a su país. El ahora detenido tenía causas judiciales pendientes en España y antecedentes por delitos comunes y no podía abandonar el país a la espera de juicio, según fuentes policiales.

Los Mossos y la Policía Nacional negociaron con él hasta que finalmente le convencieron para que abriese la puerta un momento para firmar un supuesto documento que le permitiría viajar. En ese momento lanzaron una granada aturdidora, que sirvió para aturullarle, le detuvieron y liberaron a la mujer, sana y salva. El secuestrador no iba armado.

Durante las horas que duró el secuestro, los equipos de élite policiales barajaron incluso la posibilidad de entrar por el balcón del despacho si no lograban que el acusado liberase a la mujer. Un equipo de los GEI permaneció debajo del balcón, escalera en mano, preparados para actuar en cualquier momento.

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