Las diez frases del juicio a Mas por el 9-N

De las defensas prudentes, las muestras de aprecio, y los nervios y voces cortadas, a los alegatos políticos, las ironías y hasta algunas bromas. El juicio al expresidente de la Generalitat Artur Mas y a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau por la consulta del 9-N, que termina este viernes después de cuatro jornadas que han alternado entre la épica política y el tedio de los detalles administrativos de algunas...

De las defensas prudentes, las muestras de aprecio, y los nervios y voces cortadas, a los alegatos políticos, las ironías y hasta algunas bromas. El juicio al expresidente de la Generalitat Artur Mas y a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau por la consulta del 9-N, que termina este viernes después de cuatro jornadas que han alternado entre la épica política y el tedio de los detalles administrativos de algunas declaraciones de testigos, ha dado lugar a algunas frases que lo resumen.

Durante cuatro días, y apretados en un banco junto a sus abogados, Mas, Ortega y Rigau han escuchado atentamente a los testigos. A todos, el presidente de la sala, Jesús Barrientos, les preguntaba lo mismo: "¿Tiene algún tipo de relación con los acusados?". Algunos mostraban "un gran respeto" o simplemente que los conocían "por los medios"; otros, como el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, destacaban "un gran aprecio", mientras que Gemma Calvet, exdiputada de ERC, aseguraba que Ortega y ella son "casi amigas".

Más allá de las muestras de respeto y algunas bromas que han amenizado los momentos más técnicos de un juicio con muchos testigos (el fiscal Emilio Sánchez Ulled admitió estar "hurgando hasta límites insospechados" y felicitó a un testigo por su "media jubilación"), estas son las diez frases más destacadas del juicio que termina mañana:

• El expresidente Artur Mas, en su declaración como acusado: “El 9-N no fue un capricho individual, una ocurrencia ni una salida de tono, sino la consecuencia de unas elecciones democráticas”. “Fui el responsable de todo”, añadió.

• La exvicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, en su declaración como acusada: "La gente se inscribía voluntariamente en un registro. No se utilizaron datos protegidos". Ortega también defendió que "no hubo ningún funcionario implicado en la ejecución del 9-N, lo que hubo fue un colectivo de voluntarios muy bien organizado".

• La exconsejera de Educación Irene Rigau, en su declaración como acusada: "No hubo ningún tipo de coacción hacia responsables de los centros educativos".

• El inspector de Educación Josep A., declaró como testigo: "Según mi punto de visto, la situación era irregular, ya que se estaba forzando a los directores a abrir sin saber bien por qué".

• La única directora de instituto que se negó a entregar las llaves y a abrir el centro durante el 9-N, Dolores A.: "[La directora de Servicios Territoriales] me dijo: 'Eres la última que queda, tienes que entregármelas. Me sentía muy violenta". La testigo añadió que, al entregarle una orden escrita, le preguntaron: "¿A quién se la enseñarás? Esto me sacó de dudas sobre la legalidad de lo que se estaba haciendo", declaró la directora. 

• El diputado en el Congreso Francesc Homs, y exconsejero de Presidencia durante el 9-N, en su declaración como testigo: "Informé de que no estábamos incurriendo en ningún delito penal".

• La exdiputada de ERC y miembro de la ponencia sobre la Ley de Consultas en el Parlament, Gemma Calvet: "Aquí tendría que haber 2.400.000 personas acusadas, porque participaron porque quisieron".
• Enoch Albertí, catedrático de Derecho Constitucional que formó parte del Consejo Asesor para la Transición Nacional: "Dentro de estos escenarios, estaba el de hacer una consulta con base legal pero no necesariamente con la legalidad vigente".
• El exvicepresidente del Tribunal Constitucional Carles Viver Pi-Sunyer, que fue director del Consejo Asesor para la Transición Nacional: "Estábamos en una situación insólita, porque la suspensión era muy genérica".
• Un testigo, Manuel Antonio G., sobre la página web de la consulta, que la Generalitat afirma que no controló después de la suspensión: "Si hubiera sido una web falsa, me la habrían metido doblada".