Sabor porteño

1. Teatro de Bellas Artes. Ahí empezó mi carrera en España. Trabajé mucho en televisión y teatro en Argentina. En 2006 he venido aquí por amor. Cuando llegué, me encontré con el teatro y pensé: “Cómo me gustaría trabajar acá alguna vez”. ¿Puedes creer que la primera obra que hice fue ahí? Fue Carnaval, por la que gané el premio Max a la mejor actriz de reparto. (Marqués de Casa Riera, 2)
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1. Teatro de Bellas Artes. Ahí empezó mi carrera en España. Trabajé mucho en televisión y teatro en Argentina. En 2006 he venido aquí por amor. Cuando llegué, me encontré con el teatro y pensé: “Cómo me gustaría trabajar acá alguna vez”. ¿Puedes creer que la primera obra que hice fue ahí? Fue Carnaval, por la que gané el premio Max a la mejor actriz de reparto. (Marqués de Casa Riera, 2)

2. Filmoteca Doré. Me recuerda mucho a mi padre. Él a veces se escapaba del colegio para ver sesiones de tres películas, algo que se hacía mucho en Argentina. El amor por el cine más clásico me vino por él. A veces me chuto ciclos enteros. Cojo la programación y veo todo lo que puedo. (Santa Isabel, 3)

3. Bar Benteveo. La comida es muy sencilla, pero tiene un estilo muy particular y la gente es muy maja. Tienen un choripán buenísimo. Tuestan el pancito, el chorizo está al punto y aparte como hacen en Argentina. Cuando tengo antojo de choripán, voy ahí. (Santa Isabel, 15)

4. Templo de Debod. Vivo en Malasaña y lo que más cerca tengo para estar en contacto con la naturaleza es subirme a la terraza o ir al Templo de Debod. Es uno de los lugares a los que voy cuando quiero estar sola. Las vistas son preciosas, el momento del atardecer es muy mágico y las noches de luna llena tirada en el césped son el mejor programa. (Ferraz, 1)

5. Martina Cocina. Este lugar está regenteado por Martina, una argentina que es el alma de este sitio. Es una de las personas más generosas y desinteresadas que hay. Vengo aquí el fin de semana para leer un libro o para trabajar. Y la comida… Mis favoritos son el roll de salmón o el entrepan de pollo y aguacate. (Plaza Cascorro, 11)

6. Vega. Para mí es el único restaurante vegano que he probado que es artesanal y ecológico. Hace años cambié mi alimentación y a veces me cuesta encontrar sitios que se aliñen a esa filosofía. Los camareros son todos guapísimos. Está a la vuelta de mi casa y cuando abrieron yo fui allí y les dije, como la vecina de Amas de casa desesperadas: “Hola, yo no les voy a dar ningún pastel, pero quiero darles la bienvenida al barrio”. (Calle de la Luna, 9)

7. Matadero Madrid. Las salas son preciosas. Albergan propuestas teatrales novedosas y le dan cabida a muchos directores y compañías que no tienen lugar en otros sitios. Ahí puedes ver teatro bastante vanguardia dentro de lo que se puede ahora mismo en España. (Plaza de Legazpi, 8)

8. Café de Oriente. De mi circuito de bares, este fue el primero al que recurrí. Es un sitio que me remonta mucho a mi tierra natal. Me recuerda mucho a Recoleta, un barrio muy porteño. Cuando estoy allí, me siento un poco como en casa. Ahí probé por la primera vez el café bombón. (Plaza de Oriente, 2)

9. Los Porfiados. Hacen comida fusión entre la mediterránea y la argentina. Ahí me como una entraña exquisita. La torta rogel, con dulce de leche también es genial. Para mí tiene que ser una combinación de tres cosas: el sitio, la comida y la gente que te atiende. Si no, no vuelvo. (Buena Vista, 18)

10. Cine Golem. Son muy pocos los cines de versión original que tenemos en Madrid. Me acuerdo de haber visto ahí Once. Esa película me impactó mucho y quería que esa historia de amor me pasase con la persona con la que fui a verla. (Martin de los Heros, 14)