Las externalizaciones reducen el peso de la industria en 15 años

El sector prefiere contratar actividades como diseño, limpieza o seguridad

Las externalizaciones, deslocalizaciones y terciarización de la industria han reducido el peso del sector en Cataluña en 6,2 puntos en los últimos 15 años, según un informe presentado este miércoles por el Departamento de Empresa y Empleo. La industria en sí ha pasado de generar el 27,1% de la riqueza del territorio en el año 2000 al 20,9% en 2014. Pero si se tiene en cuenta los servicios destinados a la producción, su huella en la economía se ha mantenido en el 68% entre 2001 y 2011 debido al traspaso de act...

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Las externalizaciones, deslocalizaciones y terciarización de la industria han reducido el peso del sector en Cataluña en 6,2 puntos en los últimos 15 años, según un informe presentado este miércoles por el Departamento de Empresa y Empleo. La industria en sí ha pasado de generar el 27,1% de la riqueza del territorio en el año 2000 al 20,9% en 2014. Pero si se tiene en cuenta los servicios destinados a la producción, su huella en la economía se ha mantenido en el 68% entre 2001 y 2011 debido al traspaso de actividades desde este sector al de los servicios.

La patronal prevé un 2016 más moderado

El director de Economía de Fomento del Trabajo, Salvador Guillermo, auguró que el crecimiento en 2016, de entre el 2,5% y el 2,7%, no será tan acusado como este año porque se habrán agotado los efectos de la caída del precio del petróleo y la política monetaria expansiva. Guillermo afirmó que la tasa de paro se situará por debajo del 15%, aunque admitió que algunos empresarios esperan a que pasen las elecciones para hacer contrataciones indefinidas ante los anuncios de modificación de la reforma laboral.

Tareas como limpieza, seguridad, contabilidad, diseño o tecnología han dejado de ser realizadas desde hace algunos años por el personal propio de las empresas industriales, que prefieren contratarlas a terceros para “reducir la estructura y los costes fijos, conseguir una mayor eficiencia en su actividad y dotarse de un grado más elevado de flexibilidad”, según el informe. Esto se tradujo en que el valor añadido que genera el proceso industrial descendiera del 28,7% de 2005 al 25,3% en 2011. Entre estos años, además, el sector incrementó la contratación de servicios industriales en un 40%.

El aumento en la subcontratación se ha dado en el mercado local, según destacó Empresa. Los proveedores catalanes pasaron de beneficiarse en 2005 del 43% del consumo intermedio de la industria al 51% en 2011. Las áreas que más dependen del sector son las de manufactura y distribución de gas (63%), investigación y desarrollo (62%) y servicios relacionados con el empleo (54%).

La autora del estudio y directora de Análisis Económico de la Cámara de Barcelona, Carme Poveda, aseguró que esta pérdida de protagonismo de la actividad industrial no es una consecuencia de la crisis sino que viene desde antes. A las externalizaciones se suman otros factores como las deslocalizaciones y la terciarización de la industria, un proceso que se desarrolla “en toda Europa, pero de forma más intensa en Cataluña” y que es “normal en las economías desarrolladas”, según Poveda.

El estudio aboga por que se incluyan ambas áreas —a las que agrupa bajo el término nueva industria— a la hora de “calcular la importancia real” del sector en Cataluña. Un concepto que arroja resultados más positivos que la definición tradicional, ya que eleva el peso de la industria de un quinto a por lo menos la mitad de la economía.

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Impacto en el empleo

Además, rebaja su impacto en el paro. La nueva industria solo destruyó 18.123 puestos de trabajo entre 2005 y 2011 gracias al trasvase de las fábricas a las empresas de servicios, que suelen ofrecer menores salarios y peores condiciones laborales. La industria tradicional despidió a 254.520 personas en ese periodo. De hecho, el informe indica que entre 2000 y 2013, la industria redujo su peso en la ocupación total de Cataluña en 10 puntos, pasando del 25,6% a solo el 15,3%.

La comunidad autónoma también ganaría posiciones con este método, que ubica a Cataluña y países como Lituania, República Checa o Polonia entre las regiones donde más protagonismo tiene esta nueva industria. Por delante de Alemania o Francia.

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