Desfile en ropa interior contra el cáncer de mama

Mujeres que se han sometido a una mastectomia reivindican la lucha contra el tumor y el estigma que genera la extirpación del pecho

Una mujer mastectomizada desfila por la pasarela solidaria de Oncolliga para reivindicar la lucha contra el cáncer de mamaCristóbal Castro

Ana Vila abandonó ayer por un rato la tienda de ropa online que regenta para subirse, por décima vez, a la pasarela que cada año erige la Oncolliga —una fundación de ayuda oncológica— para "reivindicar la normalidad" de las mujeres que sufren cáncer de mama y se someten a una mastectomía (extirpación de una o ambas mamas). A diferencia de otras ocasiones, esta vez no le tocó desfilar. Ana, que padeció el tumor hace 12 años y también tuvo que ser operada, se metió ayer en el papel de presentadora del acto y comentó la lencería y los trajes de baño que lucían cinco compañeras, todas mastectomiza...

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Ana Vila abandonó ayer por un rato la tienda de ropa online que regenta para subirse, por décima vez, a la pasarela que cada año erige la Oncolliga —una fundación de ayuda oncológica— para "reivindicar la normalidad" de las mujeres que sufren cáncer de mama y se someten a una mastectomía (extirpación de una o ambas mamas). A diferencia de otras ocasiones, esta vez no le tocó desfilar. Ana, que padeció el tumor hace 12 años y también tuvo que ser operada, se metió ayer en el papel de presentadora del acto y comentó la lencería y los trajes de baño que lucían cinco compañeras, todas mastectomizadas también. "La idea es animar a las personas que están pasando por la enfermedad para que vean que, aunque ahora están en momentos bajos y duros, hay esperanza. Se trata de normalizar la situación", explica Ana.

El desfile, que se celebró en Terrassa en la sede que tiene la fundación en el Vallès Occidental, ya va por su décimo cuarta edición. Cinco voluntarias se pasearon por la pasarela mostrando la colorida lencería y los suntuosos trajes de baños que los Laboratorios Anita ha fabricado específicamente para mujeres que se han sometido a una mastectomía. "Este acto sirve para que ellas den testimonio de lo que han vivido y para que puedan mostrar que siguen siendo guapas igualmente. Demuestran que la vida continua después del cáncer", apuntó Concha Puig, coordinadora de trabajo social en la Oncolliga. Aunque había amas de casa, economistas, dependientas y comerciantes entre las maniquís de ayer, Ana revela que "el icono" sigue siendo una mujer de 70 años que repite todos los años y sí fue modelo cuando era joven. "Les quitas los complejos", señala la presentadora del certamen.

La lencería, de fibras transpirables y naturales, tiene los bordes más anchos de lo habitual, "para sujetar bien y tapar las cicatrices", apunta Ana. Una bolsita interior permite, además, colocar las prótesis con facilidad y mantenerlas bien sujetas. En cuanto a los bañadores, las prendas disponen de sujeciones especiales a los lados para evitar que se muevan las prótesis y, en los trajes específicos para mujeres de edad más avanzada, incorporan además una faja que estiliza el abdomen.

Ana asegura que "las cosas han cambiado mucho" en la última década — ella tenía 30 años cuando se le diagnosticó el cáncer—. "Se está trabajando mucho contra el estigma, para cambiar la concepción. Es cierto que el hecho de que  te extirpen un pecho afecta porque es una cosa íntima y muy sexualidad y, de cara afuera, parece que te sacan una parte de feminidad", revela. Pero la mujer insiste en que cada vez "está todo más normalizado" y ya se encuentran muchos accesorios específicos para vestir la enfermedad. Desfiles como el de ayer en Terrassa ayudan a ello. "Con este desfile las animas mucho, incluso algunas se emocionan. Se marchan con otra visión de la enfermedad y otro ánimo", concluye Ana.

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