Un baldaquín de plata y oro

La restauración del baldaquín gótico de la catedral de Girona, considerado uno de los conjuntos más importantes de la orfebrería del siglo XIV europea, ha permitido confirmar lo que se sospechaba durante siglos: que originariamente alternaba elementos dorados y plateados para crear efectos de relieve escultórico. Esta técnica de alternancia de metales se puede apreciar todavía en las figuras del retablo del altar que protegía y en el único elemento figurativo que se conserva en el centro del baldaquín, la coronación de la Virgen.

Según Paz Navarro, restauradora y directora técnica del I...

La restauración del baldaquín gótico de la catedral de Girona, considerado uno de los conjuntos más importantes de la orfebrería del siglo XIV europea, ha permitido confirmar lo que se sospechaba durante siglos: que originariamente alternaba elementos dorados y plateados para crear efectos de relieve escultórico. Esta técnica de alternancia de metales se puede apreciar todavía en las figuras del retablo del altar que protegía y en el único elemento figurativo que se conserva en el centro del baldaquín, la coronación de la Virgen.

Según Paz Navarro, restauradora y directora técnica del Instituto de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura que ha dirigido los trabajos, ahora ya se puede asegurar que en esta pieza destacada del altar mayor, pagada por el arcediano de Besalú Arnau Soler en 1320, las figuras conjugaban los dos metales para ofrecer juegos de luces, luz con el oro y sombra con la plata. Sospecha que “el paso del tiempo, las restauraciones o limpiezas con materiales agresivos” podrían ser la causa de la desaparición de los elementos dorados aplicados a base de una amalgama de oro y mercurio que luego, a base de aplicar fuego hacía que el mercurio se evaporara y quedara depositado solo el oro.

Tras limpiar, consolidar y proteger la plata para evitar una sulfuración rápida, Navarro asegura que “la pieza ha quedado equilibrada y estable, y creemos que puede perdurar bastantes años”. La especialista explicó que para intervenir en la escena del donante, que representa a Arnau Soler recibido en el Paraíso por San Pedro, hubo que retirarla y consolidarla en los talleres en la catedral ante el grave riesgo de caerse y romperse”. Esta actuación se ha llevado a cabo en dos meses y medio, más un año de trabajos previos.

Durante este proceso, se han hecho por primera vez radiografías del baldaquín y del retablo gótico, y según Navarro, los estudios físicos y radiográficos “han aportado una documentación valiosísima” que han permitido por ejemplo averiguar “qué es lo repuesto y qué colores eran los originales”. La técnica de fabricación de la pieza será “definitoria en el momento en que los investigadores puedan determinar la autoría de la pieza”, remachó la investigadora. La actuación, que ha contado con un presupuesto de 300.000 euros repartidos en tres años y ha corrido a cargo del Ministerio de Cultura continuará con cuatro columnas antiguas y dos cruces procesionales que formaban parte del presbiterio gótico y finalizará con el retablo. El andamio que cubría la estructura de plata y oro se retiró hace unos días quedando listo para las celebraciones de esta Semana Santa.