Casa de Juntas

El árbol de Gernika se juega su futuro en el invierno

El informe de los técnicos encargados de recuperar al roble decidirán en enero si hay que prescindir del cuarto ejemplar institucional

La delegación de Chile fotografiada junto al árbol de Gernika, el 4 de diciembre.EP

El árbol de Gernika, trasplantado en 2005 para presidir la Casa de Juntas de Bizkaia, lleva desde septiembre en cuidados intensivos. Su situación es crítica. Su futuro, incierto. Un informe de los técnicos encargados de su recuperación hecho público ayer pone ahora mediados de invierno como la fecha límite para determinar si el roble actual será capaz de soportar la brotación de primavera o si, por el contrario, se le ha acabado e...

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El árbol de Gernika, trasplantado en 2005 para presidir la Casa de Juntas de Bizkaia, lleva desde septiembre en cuidados intensivos. Su situación es crítica. Su futuro, incierto. Un informe de los técnicos encargados de su recuperación hecho público ayer pone ahora mediados de invierno como la fecha límite para determinar si el roble actual será capaz de soportar la brotación de primavera o si, por el contrario, se le ha acabado el tiempo a la cuarta generación de la mitológica estirpe frente a la que juran los lehendakaris.

El ingeniero técnico agrícola Kepa Txarterina realiza un riego con nutrientes en el árbol de Gernika.Alfredo Aldai (efe)

El estudio, firmado el 31 de octubre, fija dos meses para determinar si, como parecía, el roble institucional muestra señales de parada y dormancia. El informe, reclamado por el diputado socialista Juan María Otermin, sigue la línea de las explicaciones que dieron los técnicos de Basalan y la Universidad del País Vasco el pasado septiembre: las difíciles condiciones climáticas y su situación a la sombra y en un recipiente arcilloso (“una maceta”, describen) han llevado al árbol a condiciones críticas.

Durante el otoño, el roble de 28 años seguía vivo. Formaba yemas en las ramas, pero estaba muy debilitado, pequeño y famélico. Había entrado en un otoño prematuro. Los especialistas cavaron una zanja a su alrededor para que la tierra drenara mejor el agua y oxígeno.

El objetivo inmediato es que el pequeño árbol cree nuevas ramas. Para ello, habrá que “poner remedio al ahogamiento por asfixia”; inyectar oxígeno para mejorar la aireación de sus raíces; mejorar la estructura del suelo y aplicar microorganismos para estimular la flora. El invierno dará una sentencia. Puede no llegar a conocer a su cuarto lehendakari.

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