Madrid luce más ‘michelines’

En el habitualmente escaso menú de estrellas para la cocina española, Madrid ha salido bien parada en la guía Michelin 2015

Los cocineros Luis Moreno y Daniel Ochoa, del restaurante Montia.

En el habitualmente escaso menú de estrellas para la cocina española de acuerdo con el alto nivel que tiene, Madrid ha salido bien parada en la guía Michelin 2015, recién anunciada. No fue la gran “lluvia de estrellas” que pronosticaba desde su Twitter @dabizdiverxo —flamante poseedor de tres— pero la ciudad ha engordado su cuerpo galáctico con cinco nuevos reconocimientos.

Dstage, espacio de Diego Guerrero abierto el pasado julio, luce de forma meteórica una estrella. Valor seguro, el coc...

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En el habitualmente escaso menú de estrellas para la cocina española de acuerdo con el alto nivel que tiene, Madrid ha salido bien parada en la guía Michelin 2015, recién anunciada. No fue la gran “lluvia de estrellas” que pronosticaba desde su Twitter @dabizdiverxo —flamante poseedor de tres— pero la ciudad ha engordado su cuerpo galáctico con cinco nuevos reconocimientos.

Dstage, espacio de Diego Guerrero abierto el pasado julio, luce de forma meteórica una estrella. Valor seguro, el cocinero dejó El Club Allard con dos estrellas, que la joven María Marte ha logrado consolidar.

Daniel Ochoa y Luis Moreno, los también jóvenes responsables de Montia, galardonado este año en Madrid Fusión como restaurante revelación, han merecido otra estrella para su moderna cocina de mimo al producto local en San Lorenzo de El Escorial.

En el centro de la capital, obtienen su primer brillo Álbora (espacio montado por líderes en jamón y conservas como Joselito y La Catedral de Navarra); La Cabra (solvente cocina de mercado del chef Javier Aranda y una de las paradas obligadas en la nueva escena de Chamberí) y Punto Mx, un memorable restaurante mexicano de Roberto Ruiz, el primero de esta gastronomía que obtiene estrella en Europa.

La famosa guía roja ha premiado la cantera y arriesgadas aventuras personales. También ha apostado por el asunto cosmopolita; al igual que premió los japoneses Kabuki de Ricardo Sanz, ahora se fija en uno de los latinos más cotizados de Madrid. Pero se olvida de otro no menos potente, el sabroso argentino con inspiración asiática Sudestada.

Y otro olvido llamativo, teniendo en cuenta la creatividad y exquisitez de los platos (además de la atmósfera acogedora, que también puntúa) es el restaurante de “alta cocina informal” del cordobés Paco Morales, con su mano derecha, el madrileño Rafa Cordón. Al Trapo acaba de cumplir un año y no parece que los inspectores se hayan percatado de lo que allí se cuece.

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En el sector tradicional, han castigado esta vez al veterano Zalacaín. El primer tres estrellas español, en los años setenta, ha perdido ya la única que le quedaba.

Otra pérdida estelar, aunque ha sido por cese de negocio, ha sido la del restaurante de Aranjuez Rodrigo de la Calle. Pero habrá que ver qué tiene en cartera el chef gastrobotánico.

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