Botella deja sin gastar uno de cada cinco euros asignados a los servicios sociales

Eliminó 82 de 395 millones presupuestados con ajustes y recortes 'encubiertos'

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella.Luis Sevillano

Imagine que se está preparando para salir al mercado a hacer la compra, como todos los meses, con un billete de 50 euros en la cartera. En la puerta, sin embargo, se lo piensa dos veces y al final deja 15 euros en casa para no gastar demasiado. Eso es un recorte presupuestario. Ahorra dinero, pero a costa de tener menos comida en la nevera. Ahora, imagine que vuelve del mercado con 10 euros sin gastar. Eso también es un recorte. Sumado al anterior, se traduce en que usted se ha ahorrado la mitad del dinero que pensaba gastarse. Y, claro, su nevera está la mitad de llena de lo que planeaba cuan...

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Imagine que se está preparando para salir al mercado a hacer la compra, como todos los meses, con un billete de 50 euros en la cartera. En la puerta, sin embargo, se lo piensa dos veces y al final deja 15 euros en casa para no gastar demasiado. Eso es un recorte presupuestario. Ahorra dinero, pero a costa de tener menos comida en la nevera. Ahora, imagine que vuelve del mercado con 10 euros sin gastar. Eso también es un recorte. Sumado al anterior, se traduce en que usted se ha ahorrado la mitad del dinero que pensaba gastarse. Y, claro, su nevera está la mitad de llena de lo que planeaba cuando decidió salir a hacer la compra.

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella (PP), aprobó un presupuesto de 4.820 millones de euros para 2012. En primavera, recortó 274 millones. Y, a final de año, sumó otro ajuste encubierto, de 223 millones, el dinero que se dejó sin gastar en servicios a los ciudadanos. En total, 497 millones de recortes menos. "Con ese dinero se podrían haber hecho muchísimas cosas. O no se lo ha gastado de forma premeditada, o por incapacidad", denuncia el portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky.

Los recortes afectaron a todas las áreas. En inversiones, se gastaron seis de cada 10 euros presupuestados. En ayuda a parados o vivienda protegida, siete de 10.

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En Asuntos Sociales, el presupuesto municipal destinaba 486 millones. El gasto final se quedó en 395 millones. El plan de ajuste eliminó solo 28 millones (de los que una tercera parte correspondían a gastos de personal). Botella presumió de lo limitado del recorte, pero no explicó el otro ajuste en la sombra: 54 millones que se dejaron sin gastar. En total, el tijeretazo ascendió a 82 millones, es decir, un 21% del presupuesto. Uno de cada cinco euros prometidos no se llegó a gastar.

"Tenemos el compromiso de mantener los servicios, no de ampliarlos", aduce el área de Asuntos Sociales para explicar por qué no gastó ese dinero. Falta habría hecho, puesto que el mes pasado se amplió, por ejemplo, el número de beneficiarios del servicio de ayuda a domicilio: unos 600 más, hasta superar los 46.000. El índice de cobertura es del 7,3%, por encima de la media nacional (4,4%). Este programa, cuyo presupuesto asciende a 137 millones, salió indemne del ajuste en primavera. Pero sufrió un importante recorte por la vía de no gastar el dinero previsto. En total, se dejaron sin tocar 26 millones, casi uno de cada cinco euros previstos. En el distrito de Retiro, el recorte superó el 30%. En Tetuán, Ciudad Lineal, Barajas y Villa de Vallecas, rebasó el 25%.

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El área de Asuntos Sociales explica que su presupuesto cuenta con un margen de flexibilidad para poder atender a usuarios en caso de necesidad. Cifra ese colchón en unos 15 millones, pero no explica por qué se dejaron sin tocar entonces otros 11 millones hasta llegar a 26 no ejecutados, máxime habiendo lista de espera.

Los recortes encubiertos afectan a todos los programas sociales. En el programa de Familia, Infancia y Voluntariado, el ajuste redujo en cinco millones un presupuesto de 36; además, se dejaron sin gastar otros cuatro. En Inclusión Social (ayuda, por ejemplo, a las personas sin hogar), el ajuste redujo en tres millones un presupuesto de 60; se dejaron de gastar otros cinco. En Igualdad, el ajuste fue de siete de sus 15 millones; se dejaron sin gastar otros dos. En Atención a Personas Mayores, el ajuste fue de siete millones sobre un total de 189; se dejaron de gastar otros 32.

Botella saca pecho por los servicios sociales madrileños: la teleasistencia atiende a 133.000 mayores, con un nivel de cobertura del 21% (la media nacional es del 8,4%). La capital tiene la mayor red de centros de día (4.600 plazas); servicios de comida (2.200 beneficiarios) y lavandería (350) a domicilio; apoyo a cuidadores (760); y atención a mayores vulnerables (680).

Lissavetzky insiste en la necesidad de proteger esa red de los recortes, algo que en su opinión no está haciendo la alcaldesa: "Es grave privar de derechos, reducir prestaciones y ayudas, o deteriorar servicios municipales. Recortes por un lado, recortes por otro. Unos los cuentan, otros los ocultan, pero nadie sale beneficiado y todos salimos perdiendo".

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