Vela: “Se demoniza a la Comunidad para atacar al Estado autonómico”

El consejero admite que será muy difícil cumplir el déficit del 0,7% en 2013

Valencia -
El consejero de Hacienda, José Manuel Vela, este jueves en las Cortes.CARLES FRANCESC

José Manuel Vela, consejero valenciano de Hacienda, defendió este jueves en las Cortes la petición de rescate de la Generalitat en un contexto extremadamente complejo. Poco antes de la intervención del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tras varias semanas con la prima de riesgo en niveles de vértigo, y con la sensación cada vez mayor de contemplar una muñeca rusa: la Administración valenciana depende del Gobierno para seguir recibiendo oxígeno, y el Ejecutivo depende del complicado pulso polí...

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José Manuel Vela, consejero valenciano de Hacienda, defendió este jueves en las Cortes la petición de rescate de la Generalitat en un contexto extremadamente complejo. Poco antes de la intervención del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tras varias semanas con la prima de riesgo en niveles de vértigo, y con la sensación cada vez mayor de contemplar una muñeca rusa: la Administración valenciana depende del Gobierno para seguir recibiendo oxígeno, y el Ejecutivo depende del complicado pulso político que se desarrolla en Europa sobre cómo responder a la crisis de deuda soberana.

Vela apenas ofreció detalles sobre la petición de ayuda al Fondo de Liquidez Autonómico, ni sobre la dramática situación financiera que le ha llevado a solicitarla. Y dedicó buena parte de su intervención a rechazar el término rescate (“no hay hombres de negro ni los habrá”) y a culpar de la situación de la Hacienda valenciana al modelo de financiación.

También ofreció una explicación inédita sobre las críticas encajadas en las últimas semanas: “Creo que ha habido intereses políticos en demonizar y estigmatizar a esta Comunidad, no con una intención de desprestigiarla, sino de acabar desprestigiando al propio Estado de las autonomías”. La oposición se empleó con dureza con Vela, que no ocultó que carece de margen y admitió que será muy difícil cumplir el límite de déficit del 0,7% del PIB en 2013.

La primera crítica de la oposición fue precisamente su presencia ante la Diputación Permanente de las Cortes. Socialistas, Compromís y Esquerra Unida coincidieron en que la gravedad del momento —el rescate, recordaron, contempla la intervención del autogobierno por parte del Ejecutivo— exigía la asistencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

La oposición afea a Fabra que delegue la explicación del rescate

Antonio Torres (PSPV-PSOE) respondió que el descrédito de la Comunidad Valenciana se debe a los engaños sobre la cifra real de déficit, las facturas en los cajones y la mala gestión de las cajas. Enric Morera le espetó: “Usted sabe tan bien como yo que es imposible que lleguen al 1,5% del déficit este año. Y el 0,7% del año que viene es de risa”.

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Marga Sanz (EU) acusó al consejero de “fraude electoral”; “casi ninguna de las medidas que han aprobado estaban en el programa electoral del PP”. Vela contestó que la reintroducción de impuestos no ha sido un fraude, sino una rectificación fruto del “realismo”.

A Vela se le vio con pocas ganas de pelea. Aceptó, en contraste con el discurso de la Generalitat durante mucho tiempo (y con el que Ricardo Costa utilizó en el turno del grupo parlamentario popular) el crítico punto en el que se halla el Gobierno autonómico: “Nuestra situación es muy delicada”, “no podemos asumir los vencimientos de la deuda”. “Probablemente hayamos cometido errores, seguro”, añadió. El consejero evitó, sin embargo, mencionarlos, e incluso sostuvo que las perspectivas son ahora mejores que hace un año, básicamente porque las ayudas del Ejecutivo han permitido pagar a los proveedores (“hasta 31 de diciembre de 2011”, concretó) y renovar la deuda.

El consejero negó que el rescate implique nuevas condiciones, pero Sanz leyó la parte del decreto que lo regula en la que el Ejecutivo se reserva la adopción de las medidas necesarias para que las autonomías cumplan los objetivos. El consejero también insistió en que los grandes déficits y la deuda (que llegará al 23% del PIB el próximo año) se debe básicamente a la mala financiación.

“Ha hablado de caída de los ingresos y de mala financiación, pero no ha dicho que están perdonando impuestos a los más ricos”, respondió Torres, que recordó que hace unas semanas el Congreso rechazó con los votos del PP una propuesta para mejorar la financiación valenciana que había sido aprobada por unanimidad en las Cortes.

Vela afirmó que la deuda contraída tuvo fines productivos y de expansión del Estado del bienestar. Morera replicó, en cambio, que la deuda sirvió “para pagar juergas, saraos y un aeropuerto sin aviones”.

Decaimiento popular

El asunto a tratar ayudaba a explicarlo, pero el aire de decaimiento que mostraron este jueves por momentos buena parte de los miembros del grupo parlamentario popular en la diputación permanente parecía indicar algo más; que por primera vez en muchos años parece que todo juega en su contra. “Hay desafección hacia ustedes porque han recortado sin cesar”; “ya están perdiendo la mayoría, y lo saben”, afirmó la coordinadora de EU, Marga Sanz, en referencia al rápido desgaste que apuntan las últimas encuestas.

El consejero Vela debía explicar la petición de adhesión al Fondo de Liquidez Autonómico, pero apenas dio algún dato y ninguna aproximación del importe total que solicitará. En lugar de ello, Vela dedicó numerosas páginas de su discurso a la cuestión de si resultaba apropiado o no llamarlo rescate. Una tendencia a la discusión semántica que en esta crisis han practicado dirigentes de distinto color sin mucho éxito.

No estaba el presidente Alberto Fabra y Vela, ni por carácter ni por oportunidad, quiso entrar al trapo. Sostuvo que la situación es hoy en cierta forma mejor que hace un año, y negó que el rescate implique nuevas condiciones, pero no descartó que la Generalitat vaya a verse obligada a aplicar nuevos recortes este año, no hablemos del que viene, ni aludió a una posible mejora del desempleo.

Los diputados populares aplaudieron sus intervenciones. Pero la magnitud del problema —que el portavoz socialista Antonio Torres ennumeró con la lista de afectados por los recortes y los impagos— no daba para grandes golpes de efecto. El portavoz del PP fue Ricardo Costa, que enfatizó la importancia de la credibilidad. Cerca de él, también en primera fila, se sentaba Rafael Blasco.

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