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‘Hambre de patria’: el exilio republicano y la visión de España

El discurso ampliado de ingreso en la Real Academia de la Historia de Juan Francisco Fuentes se plantea el estudio de la idea dominante de la nación española y la vía adecuada para el restablecimiento de la democracia tras la dictadura

El exilio republicano que sigue al final de la guerra civil de l936-1939 cuenta con una muy amplia bibliografía. A ella se suma el discurso, convenientemente ampliado, de ingreso en la Real Academia de la Historia de Juan Francisco Fuentes sobre la visión de Españ...

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El exilio republicano que sigue al final de la guerra civil de l936-1939 cuenta con una muy amplia bibliografía. A ella se suma el discurso, convenientemente ampliado, de ingreso en la Real Academia de la Historia de Juan Francisco Fuentes sobre la visión de España en el exilio republicano. El autor, que se ha aproximado ya al tema del exilio en sus estudios sobre la trayectoria política de Don Juan de Borbón y de Luis Araquistain, se plantea ahora el estudio de la visión dominante en el mismo de la nación española y de la vía adecuada para el restablecimiento de la democracia tras la dictadura franquista.

El punto de arranque ante ambas cuestiones es el reconocimiento de culpa y responsabilidad por los errores cometidos a lo largo de la vida de la Segunda República. Un reconocimiento que tendría origen prioritario en reflexiones de carácter intelectual, pero que se refleja también de modo inequívoco en la actitud de los dirigentes políticos. Este sería el punto de vista ilustrado tempranamente por Manuel Azaña y después, entre otros, por Indalecio Prieto, Juan Negrín, Luis Araquistain, Juan Simeón Vidarte o Fernando Valera. Lejos de la vuelta al clima político de los años treinta, se abriría paso la necesidad de propiciar un “asenso común”, fórmula que antecede a la idea de consenso que presidirá el proceso de transición.

En la cuestión nacional, el grueso del exilio se mantendrá leal a una visión de nacionalismo español de signo liberal-democrático. Una modalidad de nacionalismo que había dominado la tradición republicana y había hecho suya el socialismo español, de conformidad con las posiciones dominantes sobre el tema en el seno de la Segunda Internacional. Esta lealtad a la idea de España contrastaría con la tendencia a la radicalización, salvo contadas excepciones, de los nacionalistas periféricos del exilio que se expresa en la fórmula Galeuzca y en la reivindicación del derecho de secesión solamente atenuada por planteamientos de signo confederal para el futuro de España. La actitud claramente dominante en el exilio republicano también entrará en conflicto con las visiones mayoritarias en la izquierda del interior, en el PCE, el PSOE y los partidos y grupos radicales del momento, animadas tanto por una parcialmente comprensible oposición irresponsable ante la política represora de la dictadura como por el influjo de los nacionalismos periféricos. A la defensa de un nacionalismo español de signo liberal-democrático por parte del exilio republicano, señala el autor, se unirá ocasionalmente la influencia de un “menendezpelayismo” de izquierdas, apuntando así a un intento de síntesis de las dos grandes familias del discurso nacional español.

Una de las conclusiones del brillante ensayo de Fuentes sería la de que no puede sostenerse la denuncia de la supuesta traición que supondría el proceso de transición a la cosmovisión intelectual y política que sostuvo la gran mayoría del republicanismo en el exilio. Perdón, olvido y reconciliación serán aspiraciones ampliamente coincidentes entre él y los protagonistas políticos del interior que protagonizaron el proceso de restablecimiento de la democracia en España.

Hambre de patria. La idea de España en el exilio republicano

Juan Francisco Fuentes
Ediciones Arzalia, 2025
252 páginas, 19,90 euros

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