‘Parte de ausencias’, los poemas de la España vacía

Alejandro López Andrada indaga en la memoria oscurecida de un tiempo en el que la infancia llenaba la tierra y el campo era un universo vivo y habitado

Imagen de 2018 del pueblo abandonado de La Cebadilla (Granada).Leisa Tyler (LightRocket via Getty Images)

En 2018 se publicó una breve antología titulada Neorrurales (Berenice, Córdoba), en la que se incluían textos de ocho poetas que han hecho del campo uno de los vectores esenciales de su obra. En ella estaba Alejandro López Andrada, cuya trayectoria se ha cimentado en la mirada hacia una realidad que en los últimos años casi se ha convertido en moda a partir ...

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En 2018 se publicó una breve antología titulada Neorrurales (Berenice, Córdoba), en la que se incluían textos de ocho poetas que han hecho del campo uno de los vectores esenciales de su obra. En ella estaba Alejandro López Andrada, cuya trayectoria se ha cimentado en la mirada hacia una realidad que en los últimos años casi se ha convertido en moda a partir La España vacía (2016), de Sergio del Molino. López Andrada venía adentrándose en ese mundo casi desde sus comienzos como escritor allá en la década de los ochenta (también en su narrativa).

Cada poema es la constatación de una muerte o de una agonía y la reivindicación de lo que, con ellas, desaparece para convertirlo en perduración y lenguaje

Con Parte de ausencias prolonga y ahonda esa veta y, como una suerte de colofón, indaga en la memoria oscurecida de un tiempo en el que la infancia llenaba la tierra y el campo era un universo vivo y habitado aunque no exento de carencias. Cada poema es la constatación de una muerte o de una agonía y la reivindicación de lo que, con ellas, desaparece para convertirlo en perduración y lenguaje. Es el lamento y la melancolía y es, a la vez, la recreación de un mundo casi prescrito que, desde el pasado, se refleja, como en un espejo deforme, en un presente de huecos, de vacíos, de huidas y ausencias: el éxodo que durante décadas ha dejado sin gente pueblos y aldeas.

El poeta revisita esos lugares y hace memoria: “No volveré a adentrarme en los caminos de aquel verano de lagartos y sed”. Y con un lenguaje dúctil y propenso a la emoción, envolvente gracias a un verso libre casi musical, que recupera términos olvidados que hablan de plantas, de aves, de fenómenos de la naturaleza (alcaravanes, chamariz, cantareras, chamizo…), lleva al lector a paisajes, a ruinas, a pantanos sin agua, a casas abandonadas, a rincones donde anduvieron la vida, el amor, el sueño de un futuro que se reveló ausencia: “Hay hoces en los escombros”, “Algo más allá, sorteo las sillas del comedor vacío”, “El resplandor de un cielo que se va”. Poemas de la añoranza por lo perdido, pero también de necesario testimonio ante la carga de un país que ha ido acumulando desiertos donde habitó una cultura, que hoy agoniza, apegada a la tierra. Un libro maduro que ilumina y conmueve.

Parte de ausencias

Autor: Alejandro López Andrada.


Editorial: Hiperión, 2022.


Formato: tapa blanda (90 páginas, 12 euros).

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