Dylan Thomas, maestro de la palabra también en prosa
Los cuentos del escritor galés son una mezcla de imaginación y realidad que los convierte en un precipitado de la belleza
El día en que el joven cantautor norteamericano llamado Robert Zimmerman cambió su nombre por el de Bob Dylan, lo hizo en honor al poeta galés Dylan Thomas, un escritor con una voz literaria singular dentro del siglo XX, cuyo uso de la palabra es único, y para demostrarlo aconsejo al lector de estas líneas que busque en internet la grabación de su lectura de viva voz de dos d...
El día en que el joven cantautor norteamericano llamado Robert Zimmerman cambió su nombre por el de Bob Dylan, lo hizo en honor al poeta galés Dylan Thomas, un escritor con una voz literaria singular dentro del siglo XX, cuyo uso de la palabra es único, y para demostrarlo aconsejo al lector de estas líneas que busque en internet la grabación de su lectura de viva voz de dos de sus poemas más emblemáticos, And Death Shall Have No Dominion y Do Not Go Gentle Into That Good Night. Los encontrará al final de su entrada en la Wikipedia. Thomas reunía a su alrededor a cientos de personas que iban a escucharle recitar, era un poderoso representante de un arte casi perdido: la poesía oral. También seducía a multitud de oyentes con sus charlas en la BBC y escribió muchas obras para la radio, ese medio que prescinde de la imagen en favor del sonido como único complemento a un texto; de ahí surge su prodigiosa pieza: Bajo el bosque lácteo, una comedia dramática de voces. De su calidad como autor dramático da cuenta también un admirable guion cinematográfico: El doctor y los demonios. Dylan Thomas era un auténtico bohemio y un gran bebedor que murió a los 39 años, y dice su leyenda que comentó: “Hoy he batido mi récord, 18 vasos de whisky”. Estuvo casado con Caitlin McNamara, una tempestuosa relación que los mantuvo unidos hasta el final, y dice también la leyenda que ella bailó sobre su tumba como homenaje final.
Las imágenes poéticas y las peculiares exigencias de su prosa entran en conflicto —un arrollador y feliz conflicto literario— en su primer libro de relatos
Esta edición reúne la totalidad de sus libros de cuentos, de los cuales el más conocido es Retrato del artista cachorro, que es también el más narrativo. Thomas era sobre todo un poeta y, por así decirlo, las imágenes poéticas y las peculiares exigencias de su prosa entran en conflicto —un arrollador y feliz conflicto literario— en su primer libro de relatos, el titulado Hacia el comienzo. En él no acaban de definirse netamente los territorios de la poesía y la narración, lo que da lugar a un tipo de relato con una trama cargada de imaginación en un territorio fronterizo de géneros —y ése es su encanto— donde se pueden encontrar imágenes conjuntas como ésta: “La casa cambiaba al compás de sus caprichos: un prado podía tornarse mar, orilla o cielo. Cuando un prado se convertía en una triste milla marítima y él surcaba navegando en una flor la superficie quebrada de las olas, del cobertizo asomaba el jardinero como si saliera de un islote de matojos”. Desde el principio asoma lo que la crítica verá más adelante como una mezcla de simbolismo y surrealismo, cada vez más afinado, de una expresividad única porque, además, este poeta oral que hizo sonar la música de la poesía como nadie en su época consiguió un efecto semejante con su prosa.
En Retrato del artista cachorro demuestra cómo se puede hacer alta literatura sin tener que entrar en el fastidioso y manido recurso de la autoficción, pues la ficción, la invención de mundos, es el destilado de la imaginación. En Retrato…, Thomas cuenta historias de su infancia, adolescencia y juventud en su Gales natal —de hecho, se retiró, recién casado, a Laugharne, en la costa galesa, para escribirlos—. Son historias en las que no busca tanto el relato de su vida, sino que, de manera mucho más poderosa e independiente, busca los escenarios y las imágenes que contienen la esencia de su ser en el mundo rural gaélico y lo trasciende. No pierde la narratividad en ningún momento; de hecho, el lector sigue cada historia, cada relato, hasta el final, a caballo entre una cierta fantasía y una decidida cotidianeidad donde la una tamiza a la otra. Un relato corto, un borrador de los cuatro relatos de juventud que figuran como apéndice en este volumen de los cuentos completos (Melchor, Gaspar y Baltasar), ejemplifica lo que acabo de decir gracias a que incluye las correcciones del autor durante el proceso de creación.
Dylan Thomas era un poeta de poderosa energía verbal que murió demasiado joven para haber podido expresar todo su genio
El tercer conjunto de cuentos es Con distinta piel. Comienza con el titulado así, que es en realidad una novela autobiográfica inacabada seguida de otros relatos entre los que destaca el maravilloso Navidades infantiles en Gales: “Estábamos tan quietos, cazadores calzados como esquimales del Ártico, en el silencio mullido de la nieve eterna —eterna al menos desde el miércoles anterior—”. Sí, imaginación y realidad, una mezcla que se convierte en un precipitado de la belleza. Dylan Thomas era un maestro de la palabra, un poeta de poderosa energía verbal que murió demasiado joven para haber podido expresar todo su genio. Nadie sabe hasta dónde pudo haber llegado, aunque eso ya nada importe si nos queda la obra espléndida que nos dejó entregada.
Cuentos completos
Autor: Dylan Thomas.
Traducción: Miguel Martínez Lage.
Editorial: Nórdica, 2022.
Formato: tapa dura (560 páginas, 29,50 euros) y e-book (12,99 euros).
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