‘Jung y la imaginación alquímica’, máquinas de imaginar
Jeffrey Raff destaca que para el pensador suizo la alquimia era una escuela de meditación transcendental que asentaba sus raíces en la antigüedad
Se suele creer que la alquimia fue una tecnología mágica que buscaba la transmutación de los metales en oro y la conquista de la piedra filosofal, deparadora de la eterna juventud. Que un psicoanalista dedique parte de su vida a adentrarse en el mundo de la alquimia queriendo extraer de él enseñanzas psicológicas y fisiológicas puede parecer insensato y uno estaría dispuesto a aliarse con Freud, que n...
Se suele creer que la alquimia fue una tecnología mágica que buscaba la transmutación de los metales en oro y la conquista de la piedra filosofal, deparadora de la eterna juventud. Que un psicoanalista dedique parte de su vida a adentrarse en el mundo de la alquimia queriendo extraer de él enseñanzas psicológicas y fisiológicas puede parecer insensato y uno estaría dispuesto a aliarse con Freud, que nunca quiso darle al psicoanálisis un rumbo tan esotérico y que fue la causa principal de la ruptura con Jung en 1913. Tras este preámbulo urge indicar que la alquimia, además de ser una secta de químicos con una imaginación demasiado emprendedora, fue también (y sobre todo) una escuela de meditación transcendental, que asentaba sus raíces en la antigüedad y que buscaba la transformación del ser y las “bodas químicas” con la Esencia.
Para esa alquimia espiritual, el horno de fusión y modificación era el cuerpo, descrito como un mar en el que nadaban y se ahogaban el alma (la conciencia) y el espíritu (el inconsciente). He aquí la senda que recorrió Jung y que le llevó a la formulación del dudoso concepto de inconsciente colectivo. Que la alquimia fue una escuela espiritual se percibe en casi todos los tratados alquímicos, que emplean a menudo el concepto “meditación” como “fundamento del arte”. Algo que Jeffrey Raff tiene muy claro, pues es la clave de su libro Jung y la imaginación alquímica: una obra analítica y esclarecedora donde se van examinando las imágenes de los tratados de alquimia entendidas como máquinas de imaginar y pensar, en una reflexión de hondo calado y siguiendo un proceso que recuerda al que llevó a cabo Hans Urs von Balthasar en su meditación sobre el tarot. El libro está admirablemente bien escrito y nos invita a pensar en lo mucho que le debía a la alquimia el psicoanálisis, también el freudiano, pues resulta evidente que se va a apoyar desde el principio en la idea esotérica y alquímica de “sublimación”.
Jung y la imaginación alquímica
Autor: Jeffrey Raff.
Traducción: Francisco López Martín.
Editorial: Atalanta, 2022.
Formato: tapa dura (326 páginas. 27 euros).
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