Los cuadernos de Marcelino Camacho

Contar la historia del movimiento obrero en España puedo hacernos pensar en una lucha que comenzó en el siglo XIX, con la moderna industrialización, sin embargo, el gran líder sindical que fue Marcelino Camacho Abad (La Rasa, Soria, 1918-Madrid, 2010) quiso empezar la suya en los visigodos, con el Fuero Juzgo, de 681, “una gran conquista en materia social”. La de Camacho es una obra con afán casi enciclopédico, pero redactada en cuadernos de anillas con hojas de cuadros, sin dejar un centímetr...

Contar la historia del movimiento obrero en España puedo hacernos pensar en una lucha que comenzó en el siglo XIX, con la moderna industrialización, sin embargo, el gran líder sindical que fue Marcelino Camacho Abad (La Rasa, Soria, 1918-Madrid, 2010) quiso empezar la suya en los visigodos, con el Fuero Juzgo, de 681, “una gran conquista en materia social”. La de Camacho es una obra con afán casi enciclopédico, pero redactada en cuadernos de anillas con hojas de cuadros, sin dejar un centímetro en blanco porque el material escaseaba. Lo hizo en la cárcel madrileña de Carabanchel, durante el franquismo, entre 1967 y 1975, y sus destinatarios fueron los presos jóvenes a los que impartía clases entre rejas, para que tomasen conciencia, se formasen y, seguramente, pudieran distraer la mente. Otros compañeros de presidio copiaron los textos y los multiplicaron con papel carbón.

El titánico esfuerzo de Camacho, plasmado en una letra casi de pendolista y en tono muy didáctico, huyendo de tecnicismos, se ha convertido en un libro, Apuntes sobre el Movimiento Obrero (Atrapasueños), una edición que recoge 18 de aquellos cuadernos y en la que ha colaborado la familia del sindicalista.

Es una publicación que podría servir muy bien a adolescentes y universitarios como libro de historia, desde la óptica comunista de Camacho, un hombre que seguramente tenga hoy el reconocimiento incluso de quienes opinan y actúan de manera muy diferente a como hizo él. Por suerte, Camacho y después su familia conservaron un archivo con cuadernos, objetos, cartas, fotografías, libros... que su hijo y su hija han donado al Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), en Salamanca.

Esta particular historia del obrerismo, a la que Camacho puso punto final con el último parte franquista de la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, se entrelaza con la propia historia de España y está repleta de citas, datos económicos, manifiestos y discursos ante los que expone su análisis. Afiliado al Partido Comunista de España (PCE) en 1935, en su adolescencia, fue después voluntario del Ejército republicano en la Guerra Civil, en la que comenzó participando en sabotajes para impedir el paso ferroviario a las tropas sublevadas. Tras la contienda sufrió, en diferentes etapas, más de 13 años en cárceles y campos de concentración de la dictadura. Fue una figura que pasó de la prisión a las Cortes constituyentes tras las elecciones de 1977, un viaje en el que aceleró para ser también el fundador y primer secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), entre 1976 y 1987. Se mantuvo en primera línea hasta 1996, cuando quedó como militante de base.

Autodidacta, siempre con el anhelo de seguir aprendiendo, en este libro se reflejan su apetencia por la historia, economía y filosofía; y de su carácter, su tenacidad, consciente de que aquellos apuntes, escritos en lo que se llamó “la universidad de Carabanchel”, constituirían un material importante para futuros militantes del socialismo. Su relato se detiene en hitos como las primeras huelgas generales, el nacimiento del PSOE, el de las asociaciones de trabajadores, o las sucesivas internacionales del obrerismo, con sus irradiaciones en España. Con la llegada del siglo XX aborda el desarrollo del capitalismo nacional, la formación del PCE y la evolución de las jóvenes organizaciones sindicales, como la Unión General de Trabajadores (UGT) y la anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con sus etapas de unidad o de enfrentamientos, con mención especial a lo acaecido durante la Guerra Civil.

Los Apuntes se cierran con dos textos reflexivos: en el primero se pregunta Camacho qué se puede aprender de lo sucedido tras la guerra, con la que “concluyó un siglo de la combativa historia del movimiento obrero sindical español”. En el segundo, qué habría que acometer en el futuro: un catecismo en el que dejó dicho que los sindicatos no debían ser correas de transmisión de los partidos, y que para luchar contra la explotación del hombre por el hombre era básica la unidad entre organizaciones sindicales.

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