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La demora de la ayuda de Estados Unidos a Milei inquieta a los mercados

El Gobierno argentino se desprende de unos 2.500 millones de dólares en poco más de dos semanas para sostener al peso

Federico Rivas Molina

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, viajó el fin de semana a Washington para apurar el rescate financiero que Donald Trump prometió le prometió a Javier Milei En los mercados se esperaban novedades el domingo pasado por la noche, antes de la apertura de los mercados. Pero la primera noticia llegó recién el lunes. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, a cargo de las negociaciones, publicó el lunes un mensaje en el que daba la bienvenida a Caputo y anticipaba “productivas discusiones sobre las diversas opciones” para apoyar a Argentina. Acompañó el mensaje con una foto junto al ministro, pero sin dar detalle alguno. Este martes, el hermetismo fue absoluto, sin siquiera alguna señal de compromiso.

Los mercados están nerviosos ante la falta de definiciones de la Casa Blanca y al Gobierno de Milei le cuesta cada vez más sostener con vida al peso. El 23 de septiembre pasado, Bessent anunció en sus redes sociales que el Tesoro estaba dispuesto a otorgar a Argentina un swap (intercambio de monedas) de 20.000 millones dólares, además de un crédito stand by cuyo monto no precisó y la posibilidad de comprar bonos de la deuda argentina.

El entusiasmo que acompañó a Milei en el arranque de su gestión, sostenido en su éxito contra la inflación y su compromiso con el superávit fiscal, había comenzado a hacer agua ante la evidencia de que el Banco Central no acumulaba los dólares suficientes para pagar sus compromisos de deuda. Los inversores iniciaron la retirada, los bonos argentinos se desplomaron y le peso se derrumbó. El anuncio de la Casa Blanca dio un respiro a Milei, pero el efecto paliativo se esfumó pronto.

Desde aquel 22 de septiembre, el Gobierno volcó al mercado de cambios unos 2.500 millones de dólares, según cálculos no oficiales de operadores financieros que monitorean a diario las pizarras. Solo en las últimas seis jornadas, el Tesoro se desprendió de 1.600 millones, los últimos 250 millones este mismo martes. La suma acumulada en los últimos días supone el 72% de los 2.200 millones de dólares que la Casa Rosada había conseguido de los productores agropecuarios gracias a la suspensión, durante tres días, de los aranceles a las exportaciones de granos. “Con las ventas de este martes, al Tesoro le quedan 455 millones de dólares. A este ritmo de ventas no llega al fin viernes”, advierte un broker al tanto de los movimientos del mercado.

Cuando el dinero del Tesoro, considerado la “caja chica” del Ministerio de Economía, se acabe al Gobierno no le quedará otra que apelar a las reservas del Banco Central, hoy en rojo. La ayuda de Estados Unidos es lo único que puede salvar a Milei si pretende tener alguna posibilidad electoral en las elecciones legislativas del 26 de octubre, cuando se juega el apoyo parlamentario que tendrá durante la segunda mitad de su mandato. No bastó la palmada en el hombro de Trump para calmar a los mercados. “Los inversores quieren dinero contante y sonante, no solo promesas”, dice el mismo broker. La apuesta es que todo terminará por definirse el 15 de octubre, cuando Trump reciba a Milei en el Salón Oval de la Casa Blanca.

El principal problema de Milei es que el mercado ya da por descontado que luego de las elecciones, cualquiera sea el resultado, el Gobierno tendrá que recalibrar su estrategia cambiaria. Hoy, el tipo de cambio flota entre bandas, pero al Banco Central se le está haciendo insostenible sostener la cotización del dólar por debajo del techo, hoy en 1.484 pesos. Liberar el mercado de cambios a la oferta y la demanda protegería las reservas, pero con el riesgo de una devaluación que, al final del día, impactará en la inflación. El IPC pasó del 25% en enero de 2024 a menos del 2% en agosto y Milei no puede permitirse que se salga de control si pretende tener alguna opción electoral en las legislativas.

La inestabilidad económica y la posibilidad, cada vez más cierta, de una derrota de Milei en las urnas frente al peronismo, ya está teniendo efectos en las proyecciones de crecimiento. En un informe presentado este martes, el Banco Mundial redujo su perspectiva anual para Argentina del 5,5 al 4,6 %, respecto a las del informe anterior. Lo atribuyó a la “incertidumbre electoral”. La ultraderecha perdió el 7 de septiembre pasado ante el peronismo kirchnerista las elecciones locales en la provincia de Buenos Aires. Por ahora, el Gobierno está lejos de una remontada en las nacionales.

A los malos datos económicos se le ha sumado una serie de escándalos de corrupción que lo tienen a la defensiva, sin poder de fuego para imponer la agenda de campaña. La crisis política se disparó el domingo, con la renuncia del candidato a Milei a diputado por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, por sus vínculos con un empresario preso por narcotráfico. Milei intentó el lunes reencauzar la campaña con un concierto de rock ante 15.000 personas en Buenos Aires, sin que haya quedado claro todavía el impacto electoral de semejante despliegue. Mientras tanto, en Washington es todo silencio.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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